Ciudad Varansi o Benarés
| Ciudad Varansi o Benarés | |
|---|---|
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| Entidad | Ciudad |
| • País | |
| Población | |
| • Total | 3 682 194 hab, hab. |
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Varansi o Benarés. Una de las ciudades más antiguas del mundo
Historia
Varansi o también conocida como Benarés a estado habitada continuamente desde hace más de 3000 años. Es uno de los lugares obligatorios si se quiere conocer la auténtica India Varansi es una ciudad sagrada por el hinduismo ya que por ella pasa el Río Ganges , eso hace que la religión lo impregne todo. Se calcula que cerca de 60.000 personas se bañan todos los días en las aguas sagradas y enormemente contaminadas del río. Así que un paseo por los Ghats las escaleras que bajan hasta el río es imprescindible para conocer la ciudad. Si llegáis hasta al norte de los Ghats llegaréis a los crematorios. Allí podréis presenciar como queman a los fallecidos en una ceremonia que se repite todos los días desde hace miles de años. Después de quemarlos, tiran las cenizas al río pero algunas familias no tienen suficiente dinero para comprar la madera necesaria, así que no os extrañe si veis restos humanos, medio quemados, flotando por el río Ganges . Esta son la clase de cosas a los que uno tarda un poco en acostumbrarse en India.==Situación Geográfica==La ciudad india norteña de Varanasi, o Benarés , es sagrada para el hinduismo, el budismo y el jainismo Situada en el fértil valle de Ganga y en las orillas del Ganges, Varanasi es un lugar de peregrinaje al que acuden los hinduistas a bañarse en el río sagrado. Denominada la "Ciudad de los Templos" y arquetipo de la cultura, Varanasi es la cuna de numerosos escritores de renombre. Es también famosa por sus tejidos de seda, así que te interesa regatear en el caótico bazar para llevarte algunos recuerdos bonitos. Los rickshaws son la mejor manera de moverte por la ciudad.La visita a Varanasi debe incluir una travesía en barca por el río al amanecer, cuando los templos de la otilla están bañados por una suave luz. Al romper el díalos lugareños abandonan las laberínticas calles para dirigirse a los ghats, donde lavan sus ropas, realizan asañas de yoga y se dan un baño ritual. La travesía más fascinante es la que va desde Dasashvamedha a Manikarnika Ghat. Por el río navegan decenas de barcas de remo, que pueden alquilarse por horas. Las tarifas son negociables, por lo que conviene fijar el precio anttes de alquilar una.
Entre los ghats más importantes encontramos el Darbhanga Ghat , con sus altas torres y torretas de las antiguas havelis erigidas a principios del siglo XX por dos príncipes de Bihar, con pilares de estilo griego; Dasashvamedha Ghat , el lugar más sagrado de Benarés , que debe su nombre al sacrificio simultaneo de diez caballos que realizó Brahma al Creador. Aquí se asientan hileras de sacerdotes bajo parasoles de bambú y conducen las oraciones rituales; el impactante Manikarnika Ghat , lugar de cremación donde arden día y noche las piras funerarias, al tiempo que los cuerpos amortajados yacen junto a pilas de troncos de madera. En el centro está el pozo que Visnú excavó con su disco antes de que el Ganges fluyera aquí. Morir en Varanasi es motivo de celebración para los hinduistas, pues aquí se logra la salvación instantanea o moksha, la liberación del ciclo de reencarnaciones. Al parecer Shiva susurra palabras al oido de los moribundos, por lo que todo el que puede acude aquí a expirar su último suspiro. Varanasi es conocida por sus Ghats a orillas del río Ganges, es como si una ciudad paralela existiese en las orillas del río, gente viviendo y sobreviviendo en destartaladas chalupas y edificios, pero bien decorados, situadas a lo largo de todo el margen del río. Esas aguas son donde la gente se baña, asea, cocina, hace sus necesidades.
Tienes que tener preparados los sentidos, sobre todo el olfato, como en toda la India, pero en esta ciudad se hace más perceptible y notorio. La carga espiritual en los ghats y del Ganges es extraordinaria. En sus orillas se realizan los rituales de incineración, ser testigo de uno de estos acontecimientos en el Ganges, de cómo se prepara la pira para la incineración, y se esparcen las cenizas en el río me llevó a una profunda reflexión sobre la vida, el principio, el fin y todos las circunstancias que pasan a lo largo de la vida.
Intensa , colorida, dura, bella, rutinaria, despiadada, alegre, dolorosa, cotidiana, así de diversa es la vida en los Ghats de Varanasi. El amanecer llena de luz dorada a los palacetes que miran al Ganges. el sol se posa en los Ghats, comienza la rutina religiosa de sadhus, santones, brahmanes e hindúes devotos. Todos se acercan al río para asearse y tomar baños rituales. Pero el Ganga sirve para todo. Al lado de los fervorosos creyentes, las lavanderas lavan parvas de ropa. No importa que cerca floten kilos de basura. Las golpean contra las piedras y luego las tienden al sol, sobre el suelo. La mañana agrupa a los hombres en torno a los barberos. Bajo una sombrilla, éstos afeitan, depilan, y peinan a sus clientes. Llegan temprano los expertos en dar masajes; en los rincones se instalan las vendedoras de flores, naranjas. Durante todo el día las enhebran en ristras y las venden a quienes llegan al río a hacer sus ‘pujas’, u ofrendas. vacas, De los dos Ghats donde se creman cuerpos (Harishchandra y Manikarnika), comienza a elevarse el humo. Si el muerto pertenece a una familia acomodada, lo quemarán con madera aromática, como incienso o sándalo, que despide un sutil humo blanco. Si el muerto es un descastado, o un desposeído, arderá una madera que parece plástico, y que llena el aire de humo negro y denso. Las barcas de colores surcan el Ganga. Van y vienen atiborradas de gente. Esta habitado el lugar de mendigos y niños-vendedores. La siesta, en verano, adormece hasta a las vacas. El sol reverbera en el cielo siempre grisáceo y te hace cerrar los ojos. Recién a las 5 recomienza el día. Los Ghats, poco a poco, se van llenando de gente. Dos son los lugares más concurridos: Dasaswamedh Ghat y Man Mandir Ghat. Allí, antes de que se ponga el sol, comenzará el Ganga Aarti, ceremonia diaria que honra a Shiva. Luego cae la noche en los Ghats, la multitud desaparece. Al amparo de los palacetes sobre el río se quedan los que no tienen casa, viejos sadhus, algunas vacas. Por el río navegan mil lucecitas. Son las velitas de las pujas, las ofrendas que los hindúes han echado al Ganga.


