Néstor Leonelo Carbonell

Plantilla:Personaje histórico

Néstor Leonelo Carbonell Figueroa, recibió en su hogar los ideales patrióticos de su padre Eligio Carbonell Rodríguez, un separatista convencido y María de la Encarnación Figueroa Marín, mujer de altas virtudes morales e intelectuales, de amplia cultura y talento literario, ella se había nutrido de las ideas de los escritores franceses y españoles.

Sus inicios

Néstor Leonelo Carbonell Figueroa, nació en la Ciudad de Sancti Spíritus el 22 de mayo de 1846. El 28 de noviembre de 1866 contrajo matrimonio con Bonifacia Malta Cuéllar, trasladándose a vivir en la finca Meloncitos en las cercanías de El Jíbaro. Inmediatamente que llegó a esta zona comenzó a conspirar contra el régimen colonial español.

Cuba independentista

El 6 de febrero de 1869 con 50 hombres de caballería los hermanos Carbonell Figueroa, se levantaron en armas en la finca Meloncitos, poniendo en pie de lucha a todo el antiguo partido de El Jíbaro. Con 47 hombres bajo el mando de Gaspar, el 22 de mayo de 1869, es atacada y tomada la guarnición de El Jíbaro ocasionando al enemigo 9 muertos, 2 prisioneros, se ocupan 33 rifles y abundantes pertrechos. Posteriormente de este hecho los Carbonell Figueroa se incorporan en el norte de Sancti Spíritus a las fuerzas del general Honorato del Castillo.

Néstor L Carbonell Figueroa, tomó parte en el asalto a Tunas de Bayamo el 16 de agosto de 1869 bajo el mando del General en Jefe del Ejército Libertador de Cuba Manuel de Quesada, quien lo asciende a Capitán por su arrojo ante el enemigo.

En Las Villas participó en los reñidos y sangrientos combates de los ingenios San José, San Agustín y San Antonio. Paso de Cataño, Santa Elena, Guasimal, Santa Teresa, Atollaosa y Meloncitos.

En mayo de 1875 Carbonell Figueroa y sus hombres estaban sitiados por las fuerzas españolas en los montes de Chorrera Brava, sin municiones, alimentos y varios enfermos acordaron deponer las armas. Al ser hechos prisioneros para el fuerte de chorrera Brava fueron conducidos en camillas porque ninguno podía valerse por sus propios pies. En Sancti Spíritus en un juicio sumarísimo es condenado a la pena de muerte por fusilamiento y no estando de acuerdo realiza una apelación. El tribunal militar le cambió entonces la condena por deportación de la región espirituana a Santa Isabel de Las Lajas en Cienfuegos. En el propio año 1875 es hecho prisionero de nuevo, acusado de continuar conspirando contra el régimen colonial español y cuando era trasladado para La Habana escapa del tren militar en Jovellano, ocultándose 3 meses en Cárdenas. Posteriormente se traslada para La Habana donde ejerce como maestro. El 6 de diciembre de 1878 en Calabazar, provincia de La Habana contrajo matrimonio con Eloisa Rivero.

Exilio

De septiembre a diciembre de 1879 fue emigrado en Jacmel Haití, manteniendo una intensa actividad revolucionaria a favor de la Independencia de Cuba. En 1880 regresa de nuevo a la patria. Tras vivir algunos años en Cuba, en el poblado de Alquízar, a donde había regresado luego del fracaso de Maceo por incorporarse a la Guerra Chiquita, sus opiniones enfrentadas al gobierno colonial y a los jerarcas del autonomismo le obligaron a retomar el camino de la emigración en 1888. Se radicó en Cayo Hueso, donde fundó una escuela, a la vez que escribía para la prensa local y para otros medios de La Habana y México. Desde allí se opuso con firmeza a los intentos revolucionarios de llevar la guerra a Cuba, los cuales consideraba prematuros y que condujeron finalmente a la expedición de Manuel García, quien sería reconocido después como el bandido más célebre de la historia de Cuba.

Sus criterios disgustaron bastante los emigrados cubanos en Cayo Hueso, y el funcionamiento de la escuela fue bloqueado por lo que tuvo que cerrarla. En esas circunstancias se vio obligado a abandonar Cayo Hueso para radicarse en Tampa, donde llegó casi sin recursos en compañía de su esposa y ocho hijos (tres del matrimonio anterior y cinco con Eloísa), y profundamente dolido porque los cubanos de Cayo Hueso habían puesto en duda su patriotismo.

Un amigo le brindó ayuda para que abriera una escuela que le permitiera ganarse el sustento. En Tampa entró en contacto con José Dolores Poyo y Ramón Rivero Rivero y fue tesorero del Club Revolucionario, además de fundar el periódico La Contienda y una librería donde se realizaban igualmente tertulias literarias y patrióticas.

En el exilio junto a José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano y fue uno de los grandes contribuidores de la gesta independentista de 1895 a 1898. En 1897 visita a Honduras con su hijo Eligio Carbonell Malta para buscar apoyo y recursos para la gesta del 95. El 31 de diciembre de 1898 regresa a la Patria.

República Neocolonial

Durante la República Neocolonial mantuvo uno actitud firme y antimperialista. Como periodista denunció los males de esta época histórica. En la vida pública se preocupó por los problemas de la agricultura, el derecho de la mujer, la educación, la familia.

Murió en Ciudad de La Habana el 8 de noviembre de 1923.

Opiniones

Los Carbonell, hombres que honraron a la patria y la sirvieron, no solo con la pluma, sino con la acción, en el menester ciudadano.[1]

"Fue Néstor Carbonell uno de los primeros cubanos que en aquellos apocalípticos días se lanzaron a la guerra, abandonando no solamente los halagos que le brindaba su cuantiosa fortuna, si no también las dulces tentadoras caricias de un hogar caldeado por el amor de una esposa en cuya frente aún no se había marchitado los azahares de la primicia nupcial, y tuvo el envidiable privilegio de regar con la sangre generosa de sus venas los campos, por siempre memorable, de la civil contienda". [2]

Referencias