Mariano Miguel González
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Mariano Miguel González. Fue un pintor, grabador que dejo su huella en nuestro país así como en su natal España, plasmando su talento en barrios periódicos importantes de la época.
Sumario
Síntesis biográfica
Nacimiento
Trayectoria artística
Realizó sus primeros estudios artístico en los atelieres de los grandes artistas españoles Marino Benlliure y Cecilio Plá, con los que estudió pintura y escultura.
Viajó después por toda España y en 1900 se trasladó a París, donde pasó una corta temporada, regresando nuevamente a ciudad natal para ocupar el cargo de ilustrador de la Casa Editorial Sopena. En 1902 ingresó en redacción de la Voz de Galicia, siendo también colaborador de los grandes periódicos ilustrados, La Ilustración Española, blanco y negro, Mundo Ilustrado, Madrid Cómico, y Cuento Semanal y otros más.
Primer viaje a Cuba
En 1904 arribó a Cuba y poco después de su llegada a La Habana trabajó como dibujante en el periódico La Discusión. Pasó luego a redacción de las publicaciones. El mundo y Mundo Ilustrado, en este ultimo como director artístico, colaborando al mismo tiempo en los seminarios de aquella época El Fígaro, letra y bohemia, la política cómica y otros.
En 1908 regresó a España donde fue redactor de la empresa periodística Nuevo Mundo. Ocupó más tarde la dirección artística de la revista madrileña Por esos mundos. Por esta época comienza hacer periodismo activo, escribiendo críticas de arte. En Madrid, mientras trabaja, atiende a su superación artística y concurre al estudio del gran maestro Cecilio Plá, a quien asiste como profesor auxiliar en su taller y con el que colabora en las obras de decoración del Gran Salón del Casino Español de Madrid.
Retorno a Cuba
En 1910 retorna de nuevo a Cuba, empieza en el cuadro de redacción del Diario de la Marina, y es nombrado más tarde director artístico donde exalta valores culturales en el campo de las Bellas Artes y publica excelente dibujos. En 1912 optó por la ciudadanía cubana y acometió varia empresas periodísticas en las que no tuvo el éxito deseado. En 1913 fundación del seminario periodístico que alcanzó bastante circulación.
En 1919 ingresó en el profesorado de San Alejandro, como profesor auxiliar de la cátedra de Paisaje la que abandono ese mismo año. 1928 se creó la Cátedra de Grabado, siendo exalto en esta manifestación del arte.
Marino Miguel González fue el primer aguafortista que realizó esta labor en Cuba, inspirándose en asuntos locales como La comparsa, El Convento de Paula, la cortina del General Valdés, Procesión en Trinidad y otros temas de nuestro Folklore.
Premios y exposiciones
Expuso diversas exposiciones en Europa y América, obteniendo los siguientes premios: Mención Honorífica, Exposición Nacional de Madrid, 1904; Diploma de Honor, Salón de Otoño de la Asociación de Pintores y Escultores de Madrid, 1923; Medalla de Plata, Exposición Internacional de Filadelfia, 1926, y Medalla de Oro, Exposición Ibero Americana de Sevilla, 1930.
Realizó exposiciones personales en Madrid, La Coruña, Vigo, Nueva York, Cincinnati, La Habana y México. En 1920, de regreso a España, residió en Madrid y Galicia, donde ejecutó sus cuadros Apostolado de las Madres y Nosa Señora das Mariñas, siendo nombrado Hijo Predilecto de las ciudades de la Coruña y Vigo por acuerdo de sus ayuntamientos respectivos, en reconocimiento de méritos artísticos, además de ser nombrado Académico de la Real Academia Gallega en 1923.
En mayo de 1948, fue designado Miembro de Número de la Academia Nacional de Artes y Letras de La Habana. Fue iniciador y fundador de la Asociación de Pintores y Escultores de Cuba en 1916. En la actualidad ocupa la cátedra de Profesor Titular de Grabado en la Escuela Nacional de Bellas Artes "San Alejandro"
Fuentes
- Galería Cubarte. Consultado el 09 de enero de 2014. Disponible en: "www.galeriacubarte.cult.cu"
- Cruz Díaz, Ursulina. Diccionario Biográfico de las Artes Plásticas. Tomo I. Editorial Adagio, Centro Nacional de Escuelas de Arte, Ciudad de La Habana, 2007. ISBN 959-280-014-6.
- (Datos extraídos del libro La Pintura y la Escultura en Cuba, de Esteban Valderrama, publicado en el año 1952)
