Operación Postmaster

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Operación Postmaster
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Buque mercante italiano Duchessa D’Aosta
Fecha:Noche del 14 al 15 de enero de 1942
Lugar:Santa Isabel (isla de Fernando Poo). Guinea española, actual Guinea Ecuatorial.
Descripción:
Al estar al corriente de lo que sucedía, en el puerto guineano de Santa Isabel (actual Malabo) en donde habían atracado el mercante italiano Duchessa D’Aosta y dos lanchas torpederas alemanas. Se comienza una preocupación al respecto, especialmente sobre el barco italiano pues el mismo se encontraba lleno de víveres, combustible y munición.
Resultado:
Por esta razón se dio luz verde a la operación Postmaster, una de las primeras acciones comando del ejército británico.
Consecuencias:
Captura de buques del Eje por parte de Gran Bretaña.
País(es) involucrado(s)
Bandera de Alemania Nazi Alemania Nazi, Bandera del Reino Unido Reino Unido, Reino de Bandera de Italia Italia, Colonia británica de Bandera de Nigeria Nigeria


Operación Postmaster o Postmaster Operation acción bélica naval ocurrida en la Guinea Española en la actualidad conocida como Guinea Ecuatorial en enero de 1942. Realizada por un comando del ejército británico en territorio español, debido a que Guinea, daba cobijo a barcos alemanes rompiendo la teórica neutralidad. Un episodio apenas conocido que pudo provocar la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial.

Operación Postmaster

Resumen de los hechos

La posición de España durante la Segunda Guerra Mundial con sus ambigüedades y cambios la llevo a ser protagonista de diversos hechos relacionadas con la misma, ya sea de una manera activa como el envío de voluntarios al frente ruso que formaron la llamada división azul o la ocupación de la plaza de Tetuán que tenía estatuto de ciudad libre y que España no respetó esta que fue la única conquista del ejercito español en su afán de ampliar sus colonias, otras actuaciones fueron de una manera pasiva como el consentir el abastecimiento de submarinos alemanes en puertos españoles por parte de buques alemanes fondeados en los mismos, como por ejemplo en Gran Canaria. Vigo y Cádiz o el permitir el envío de mercantes españoles bajo compañías falsas a colaborar en el abastecimiento de las tropas alemanas en el Mediterráneo, se podrían mencionar otros muchos casos pero sirvan estos de ejemplo.

Esta situación llevo en ocasiones a que la posición de España fuera un poco equívoca y en la primera época de la guerra, la de no beligerancia en que las simpatías por el eje eran claras, los aliados, británicos principalmente, tuvieran dudas sobre la actuación española y tomaran medidas, aunque también los alemanes tuvieron en cuenta la posible contingencia de que España se uniera a los aliados e hicieron planes para esta contingencia.

Sin embargo hubo una operación militar británica en territorio español que si se llegó a realizar, fue una de las primeras operaciones militares que llevaron a cabo los comandos británicos, tuvo lugar en un territorio de soberanía española, la en esa época colonia de Guinea Ecuatorial, esta pequeña colonia estaba situada en el golfo de Guinea, con escaso interés económico tenía una pequeña guarnición y estaba un poco olvidada de la metrópoli.

Guinea Ecuatorial

La colonia española de Guinea Ecuatorial estaba formada por un pequeño territorio continental de 26.017 km2 que limitaba al norte con la colonia británica de Nigeria y al sur y este con la colonia francesa de Gabón, la cual tras la conquista de su capital Libreville por las tropas de la Francia Libre del general de Gaulle en 1940 también paso a ser territorio aliado, la colonia además el citado territorio continental tenía varias islas la principalde las cuales era Fernando Poo o Malabo esta isla tenía 2.017 km2 y cuyo puerto Santa Isabel de Fernando Poo era el principal enclave español en la zona. Como podemos ver era un territorio alejado de la metrópoli, un pequeño territorio rodeado de colonias dominadas por los aliados.

Al iniciarse la segunda guerra mundial las tropas de defensa de la colonia eran escasas de y con una baja capacidad defensiva, estas constaban de cuatro compañías de la guardia colonial que hacían las funciones de tropas de defensa y de policía, en total contaba con unos 700 hombres, 1 Teniente Coronel, 1 Comandante,4 capitanes, 16 Tenientes y 35 suboficiales y cabos europeos junto con 13 sargentos, 43 cabos y 590 soldados indígenas. De estas cuatro compañías la primera formada por 1 Capitán, 4 Tenientes, 9 suboficiales y clases europeos y 173 indígena con un total 187 hombres estaba acuartela en la isla de Fernando Poo y las otras tres estaban acuarteladas en el continente. A estas tropas había que sumar la milicia de la falange formada por unos 200 hombres todos ellos voluntarios españoles de variada procedencia que vivían en la colonia.

Para reforzar el armamento de las tropas al principio de la guerra y temiendo que la colonia pudiera quedar aislada fue enviada desde la península una cantidad relativamente elevada de armamento, pero este era en general muy variado, antiguo y de dudosa utilidad, asimismo la munición tampoco estaba en muy buenas condiciones.

Preparación de la operación

Diez días después de la llegada del DuchesSa d'Aosta llegó a Guinea un nuevo Vicecónsul Británico, Charles Guise, este en realidad era un joven Teniente del Ejercito adscrito al Servicio de Operaciones Especiales Británico, rápidamente se dio cuenta de la situación de los buques alemanes y del buque italiano internados en el puerto de Santa Isabel y envió la información a sus superiores, en la misma de citaba las características de los buques, su carga y un plano con su situación en el puerto, haciendo hincapié en el hecho de que las autoridades españolas no habían sellado la radio del Duchesa de Aosta, como establecían los tratados internacionales, lo que podía resultar un peligro para los británicos al poder enviar informaciones sobre movimientos en la zona, también existía el temor de que esos barcos dieran habituar a los submarinos alemanes de la zona, posibilidad esta que dadas las circunstancias era prácticamente imposible.

En una de sus frecuentes visitas a Lagos para informa a sus superiores Guise solicito la ayuda de un agente de los servicios secretos para ayudarle y propuso la idea de un golpe de mano contra los buques internados, se le envió a Richard Lippett, agente en clave W.25, como no se le podía dar cobertura diplomática se decidió enviarlo como técnico empleado de la firma británica John Holt, llegó a Santa Isabel con un visado de ingeniero de tres semanas de duración para reparar las instalaciones de la empresa citada, se las arregló para ir creando averías y prolongar su estancia durante varios meses.

Durante este tiempo estuvo tomando datos del puerto, de la guarnición española y demás datos que podían ayudar a la operación, se identifico como un aficionado a la fotografía por lo que hizo muchas de la zona,llegando a hacerse amigo de Alfonso Alarcón el piloto de la avioneta del gobernador con el que hizo varios vuelos haciendo diversas fotos, algunas de ellas eran vistas aéreas del puerto que rápidamente hizo llegar a sus superiores en Lagos.

Por esas fechas el SOE decidió crear una fuerza de incursiones costeras, la SSRF, a principios de 1941 la fuerza fue fundada por el mayor Gus March-Phillips, el mayor J. Geoffrey Appleyard, y el capitán Graham Hayes los cuales empezaron sus entrenamientos. En 1941 la unidad requiso un antiguo pesquero a vela transformado en yate de nombre “Maid Honour”, el cual fue artillado con un cañón de dos libras escondido en una toldilla abatible para usarlo transporte clandestino.

En 1942 se decidió enviar una fuerza del grupo SSRF a la zona del golfo de Guinea donde se creía que actuaban submarinos alemanes que se escondían y reabastecían en calas y desembocaduras de los rios de la zona, para ello se formo un grupo llamado “Maid Honour Force” para enviar a dicha zona, en primer lugar se envió un grupo de unos treinta hombres en un transporte de tropas mientras el mayor Gus March-Phillips se dirigía a Freetown en Sierra Leona navegando en el “Maid Honour” al que además de su cañón de dos libras se le dotó de cuatro cargas de profundidad escondidas en la popa debajo de un montón de redes.

Ante la preocupación que había en Londres por los buques internados en el puerto español de Santa Isabel de Fernando Poo se encomendó al comando del SSRF el neutralizarlos, en un principio se pensó en capturar las lanchas alemanas y volar la hélice del mercante italiano para inmovilizarlo, sin embargo considerando que este podía ser útil a los británicos al ser un buen mercante de los que tanto necesitaban los británicos para compensar las pérdidas infringidas por los submarinos alemanes y además llevar un valioso cargamento hizo que se optara por la operación de la captura también de este buque.

Para realizarlo se decidió enviar una fuerza con el remolcador Vulcan y la lancha Nuneaton, ambos la marina colonial nigeriana, el primero estaría al mando del mayor Gus March-Phillips y debía remolcar al carguero italiano, mientras que la segunda al mando del teniente Graham Heyes debía remolcar a las lanchas alemanas, el comando debía estar formado por 11 tripulantes del remolcador pertenecientes a la Royal Navy, 17 voluntarios pertenecientes al servicio colonial de Nigeria y 4 miembros del Servicio de Operaciones Especiales, a estos se sumaron 3 españoles republicanos que habían pertenecido a la legión extranjera francesa, dos pilotos y dos mecánicos ingleses y 14 fogoneros nigerianos para tripular los buques apresados. Estos buques debían ser apoyados desde fuera de la aguas jurisdiccionales españolas por la corbeta HMS Violet (K35) de la Royal Navy, esta embarranco en la desembocadura del rio Niger cuando se dirigía a Fernando Poo pero pudo ser reflotada con la marea alta. Finalmente en noviembre de 1941 el Foreing Officie y el Almirantazgo autorizaron la operación y empezaron los preparativos para realizarla.

Operación en marcha

El sábado 10 de enero de 1942 los preparativos estaban terminados y como en los próximos días eran de luna nueva y en consecuencia habría la oscuridad necesaria el domingo 11 de enero salió la fuerza expedicionaria fijándose como fecha de la operación el 14 de enero a las 23:30, se tenía en cuenta que debido a los problemas de suministro de combustible de la central termoeléctrica de la isla el alumbrado público solo funcionaba cinco hprs, entre las 18:00 y las 23:00, lo que aseguraba la oscuridad necesaria, además se sabía que por esas echas el cañonero Dato y el vapor Gomera que unía la isla con la Guinea continental estaban en un puerto de la misma, lo que asegurada que no habría impedimentos por esta parte.

El plan era que los comandos entrarían aprovechando la oscuridad en el puerto con los dos remolcadores, abordarían los buques, reducirían a la tripulación, cortarían las amarras y volarían la cadena del, ancla de los buques, lanzarían cables de remolque y asegurarían al timón de los buques, después saldrían rápidamente remolcados a alta mar donde ya fuera de la aguas jurisdiccionales españolas serían apoyados por la corbeta HMS Violet, todo el plan debía realizarse en 15 minutos.

Inicialmente la operación se realizó sin problemas, la guardia del buque italiano solo era de tres nativos pues la mayoría de los miembros de la tripulación estaban en una cena organizada por Agustín Zorrilla un español antifranquista que colaboraba con los británicos, esa misma noche Zorrilla escapó a Camerún. Sin embargo y a pesar de la falta de impedimentos la operación se desarrollo de una manera más lenta de lo previsto tardándose poco más de media hora en realizarla. Al retirarse los británicos lanzaron al agua algunas gorras de la marina francesa para crear una confusión sobre la autoría de la operación.

Las autoridades españolas se dieron cuenta de que algo pasaba la escuchar las explosiones producidas al volar las cadenas del ancla, tras unos momentos de incertidumbre se dio la alarma y se procedió a encender las luces del alumbrado público pudiendo observar que los buques ya no estaban amarrados, se ordenó poner en batería las piezas rusas de 76.2 mm que estaban en el parque de artillería, se tardo una media hora en trasladarlas a Punta Fernanda para cubrir la salida del puerto, pero cuando estuvieron en posición los barcos británicos se habían perdido en la oscuridad y no había ninguno a la vista.

Al día siguiente y ya con luz de día el gobernador ordenó militarizar uno de los Dragón Rapide de Iberia junto con su tripulación, creo que es la única vez que se ha hecho esto con un avión de Iberia, se procedió a armarlo con una ametralladora y una provisión bombas de mano del arsenal, salió en busca de los buques pero sus esfuerzos fueron inútiles y no los logró localizar a pesar de que la lancha remolcador Nuneaton tuvo varios problemas con su motor y estuvo un par de días por la zona.

Consecuencias

España recriminó ante la embajada británica el ataque en aguas soberanas de un Estado en posición neutral, pero el gobierno de Londres se excusó diciendo que se encontraron los buques en alta mar y que solamente los condujeron al puerto de Lagos. Además, Alemania e Italia recriminaron al gobierno español no haber sabido defender los buques.

Italia llegó incluso a querellarse contra España. Los buques capturados fueron después rebautizados y utilizados por el Reino Unido en la guerra como transporte de flota y material de guerra entre Canadá y los puertos británicos. El Duchessa d'Aosta volvió a control Italiano una vez finalizado el conflicto.

Otra consecuencia menos conocida fue la de el envío de voluntarios, ya que en España este ataque se vio como una declaración de guerra por parte del Reino Unido a España, mandando éste último país a los pocos días voluntarios en un buque el cual se desconoce el nombre. La mayoría de estos voluntarios murieron en alta mar debido a una epidemia de fiebre amarilla acontecida en el barco. Cuando los pocos sobrevivientes llegaron a Guinea, todo había pasado y no quedó más que en un problema diplomático. La mayoría de los supervivientes se quedaron en Guinea o volvieron a España tiempo después.

Véase También

Bibliografía

  • Ramírez Copeiro del Villar, Jesús (2004). Objetivo África: crónica de la Guinea Española en la Segunda Guerra Mundial (Huelva edición). Imprenta Jiménez S.L.