Socialismo

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Sistema de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y en la regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales, y la distribución de los bienes.
Ideología(s) base(s):
Socialismo Utópico
Comunismo
Variantes:
Socialismo Cristiano
Socialismo del siglo XXI
Influido por:
Karl Marx
Personajes destacados:
Vladimir Ilich Lenin
Hugo Chávez
Fidel Castro
Temas relacionados:
Construcción del socialismo
Socialismo Latinoamericano del Siglo XXI
Estados Socialista
Revolución Cubana
Libros relacionados:
El socialismo y el hombre en Cuba
Socialismo. Sistema de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y en la regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales, y la distribución de los bienes.

El socialismo constituye una etapa dentro de la Formación Económica Social Comunista, caracterizado por la transición de formas y actuaciones propias del capitalismo a otras propias de una sociedad socialista, donde el factor subjetivo y las prácticas políticas, con reconocimiento del papel de la ética y la educación constituyen puntos esenciales en la formación de la base técnica y material necesaria para el surgimiento de una sociedad sin clases.

Fundamentos

El socialismo, como régimen social, surge como resultado de la supresión del modo burgués de producción y de la instauración de la dictadura del proletariado. Está basado en la propiedad social sobre los medios de producción (estatal: de todo el pueblo). La propiedad social determina la inexistencia de clases explotadoras, de la explotación del hombre por el hombre, que las relaciones entre los trabajadores sean de colaboración amistosa y de ayuda mutua.

Bajo el socialismo, se acaba con toda opresión social y toda desigualdad nacional, con la oposición entre la ciudad y el campo, entre el trabajo intelectual y el trabajo físico.

Sobre la base de la propiedad social, bajo el socialismo se desarrolla de manera planificada la economía nacional. El desarrollo y el perfeccionamiento de la producción social sirven para satisfacer, de manera cada vez más completa, las crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo.

La vida de la sociedad socialista se asienta sobre una amplia democracia; la incorporación de todos los trabajadores a la participación activa en la dirección de los asuntos estatales. El democratismo socialista garantiza tanto los derechos sociales –derecho al trabajo, al descanso, a la instrucción y al servicio médico gratuitos, a disponer de lo necesario en la vejez, igualdad de derechos para la mujer y el hombre, para los ciudadanos de todas las razas y nacionalidades –así como las libertades políticas- las libertades de palabra, de prensa y de reunión, el derecho a elegir y ser elegido.

Propiedad socialista

Propiedad social sobre los instrumentos y medios de producción, base económica del socialismo. Surge como resultado de la revolución socialista por medio de la socialización de la propiedad privada capitalista y por la transformación, en consonancia con los principios socialistas, de la pequeña propiedad privada de trabajo. La propiedad social se consolida y se multiplica en el proceso de la reproducción socialista ampliada. El dominio de la propiedad socialista pone fin a la explotación del hombre por el hombre, lo libera de todas las formas de opresión y de todos los tiros de dependencia social, ofrece amplias posibilidades para el desarrollo planificado y sin obstáculos de la producción social, para el incremento incesante de la productividad del trabajo social, para elevar el bienestar del pueblo y para el libro desenvolvimiento de la personalidad de cada trabajador.

Propiedad estatal socialista

Propiedad de todo el pueblo, forma superior y rectora de la propiedad socialista. La propiedad socialista estatal se diferencia radicalmente de la propiedad capitalista de Estado. Surge como resultado de la revolución socialista mediante la nacionalización de la propiedad de capitalistas y terratenientes. La propiedad socialista estatal se dio por primera vez gracias a la Gran Revolución Socialista de Octubre. Son objeto de la propiedad estatal: la tierra y el subsuelo, los recursos forestales y las aguas, las plantas industriales y las fábricas, las empresas de la construcción, toda la red de ferrocarriles, todo el transporte fluvial y marítimo, aéreo y por tuberías, los bancos, los medios de comunicación, las empresas agrícolas organizadas por el Estado, las empresas comerciales, las instituciones científicas y culturales, así como el fondo básico de viviendas, las empresas municipales de las ciudades y de los centros industriales.

La propiedad estatal de todo el pueblo constituye el nivel superior de socialización de los medios de producción. A esta forma de propiedad socialista se hallan directamente vinculados el trabajo y la vida de la clase obrera, fuerza rectora de la sociedad socialista. Las relaciones que se establecen entre los hombres en las empresas del Estado representan el grado más alto de madurez en las relaciones socialistas de producción. El producto de las empresas estatales pertenece entera y plenamente al Estado, y lo venden organismos estatales a precios establecidos por el propio Estado. Tanto en las empresas estatales como en las cooperativas, se aplican los principios del centralismo democrático en la dirección de la economía, la dirección única y el cálculo económico. Los directores de las empresas son nombrados por el Estado, del que son mandatarios y ante el que responden del cumplimiento de los planes. En las empresas estatales, los trabajadores reciben por su labor una remuneración en consonancia con la cantidad y la calidad del trabajo realizado.

La propiedad socialista estatal, que abarca los medios fundamentales de producción y los puestos clave de la economía, determina el desarrollo de todo el sistema de la economía socialista del país. Del grado de crecimiento de la propiedad del Estado dependen los ritmos y el volumen de crecimiento de todas las ramas de la economía nacional, el progreso de la ciencia y de la cultura, el aumento del nivel de vida de las masas trabajadoras.

Diferencias esenciales entre el trabajo intelectual y el trabajo físico

Diferencias económico—sociales en el carácter y en las condiciones de trabajo así como en la preparación técnica y cultural entre la mayor parte de los obreros y campesinos y los trabajadores que han cursado estudios técnicos y de ingeniería.

La sociedad socialista ha acabado para siempre con la oposición entre el trabajo intelectual y el trabajo físico, oposición inherente al capitalismo, y asegura la unidad de los intereses vitales básicos de todos los trabajadores. Sin embargo, el nivel alcanzado en el desarrollo de la producción socialista aún no permite eliminar por completo el trabajo manual y hacer que en todos los procesos de producción la actividad intelectual y física se conyuguen orgánicamente. Las diferencias esenciales entre el trabajo de los obreros, de los campesinos y de la intelectualidad se van superando gradualmente, mientras se crea la base material y técnica del comunismo, se forman las relaciones sociales comunistas y se educa el hombre nuevo. En este proceso, lo decisivo es crear la base material y técnica del comunismo, pasar en todas partes a la mecanización múltiple y a la automatización de la producción, electrificar por completo la economía nacional y aplicar en ella la química en todo lo posible. Ello permitirá transformar la base material del trabajo físico y del trabajo intelectual, y llegar a su unión orgánica en el trabajo comunista.

Tienen asimismo gran importancia: el cambio de las formas y del carácter de la división del trabajo al pasar del socialismo al comunismo y el crear las condiciones económico—sociales para el desarrollo integral de la personalidad humana; la transformación de la organización estatal socialista en autogestión comunista; la elevación general del nivel de vida de los obreros, de los campesinos y de la intelectualidad, la reducción importante de la jornada de trabajo y el amplio desarrollo de la instrucción media y superior. Una de las condiciones importantes para suprimir las diferencias esenciales entre el trabajo intelectual y el trabajo físico consiste en unir y combinar más estrechamente la enseñanza y la formación de los miembros de la sociedad con el trabajo productivo. Contribuye en gran medida a que desaparezcan las diferencias esenciales entre el trabajo intelectual y el trabajo físico el movimiento de masas por la victoria del trabajo comunista, movimiento que enlaza en un todo el trabajo, la instrucción y el modo de vida sobre principios comunistas. Con la edificación de la sociedad comunista completa, se eliminarán por entero las diferencias económico — sociales entre los hombres, los obreros, los campesinos y los intelectuales se unirán en la asociación, única y sin clases, de los trabajadores de la sociedad comunista.

Diferencias esenciales entre la ciudad y el campo

Diferencias, inherentes a la primera fase de la sociedad comunista, entre la ciudad y el campo. En herencia de la vieja sociedad, el socialismo recibe una economía nacional en que el campo se halla muy rezagado de la ciudad y es explotado por ella, lo que se manifiesta en la oposición entre la ciudad y el campo. La victoria del socialismo significa que dicha oposición se elimina. Bajo el socialismo, entre la ciudad y el campo se establecen relaciones de colaboración amistosa y de ayuda mutua socialista.

Ahora bien, el socialismo no puede superar de un golpe y por completo el atraso en que se encuentra el campo respecto a la ciudad y ésta es la causa de que entre ellos existan diferencias económico-sociales. En la ciudad domina por completo la forma más madura y consecuente de propiedad social sobre los medios de producción, la forma estatal (de todo el pueblo) de propiedad socialista. En el campo, la transformación socialista de las pequeñas haciendas campesinas da origen al nacimiento de la forma cooperativa de propiedad social sobre los medios de producción. La propiedad cooperativa y las empresas cooperativas socialistas se diferencian de la propiedad socialista de todo el pueblo y de las empresas estatales por su mejor grado de madurez económica, lo cual se revela en el nivel en que la producción se halla socializada, en las formas de circulación económica de la producción, en el nivel y en las formas en que se remunera el trabajo, en las formas en que se organiza el gobierno de la producción. Por esto existen diferencias económico—sociales en las condiciones de vida y actividad de quienes trabajan en la ciudad y de quienes trabajan en el campo.

En la sociedad socialista existen clases diferentes, aunque amigas, la clase obrera, que desempeña el papel dirigente en la sociedad y el campesinado cooperativista. Son estas diferencias económicas de clase lo que constituye el fundamento de las diferencias esenciales entre la ciudad y el campo bajo el socialismo. A despecho de la rapidez con que se desarrolla la base material y técnica de la agricultura, el nivel del pertrechamiento técnico del trabajo en la agricultura en la primera fase de la sociedad comunista aún permanece a la zaga del nivel del pertrechamiento técnico del trabajo industrial. Existen asimismo diferencias importantes en el grado de calificación técnico—profesional entre los obreros. También subsisten diferencias en las condiciones generales de vida y cultura entre la ciudad y el campo.

En el período de la edificación desplegada de la sociedad comunista, las diferencias entre la clase obrera y el campesinado se superan en lo esencial y decisivo. Al crear la base material y técnica del comunismo se aproximan las dos formas de propiedad socialista y, en último término, se funden, lo cual conduce a que se vaya formando gradualmente la propiedad única de todo el pueblo sobre los medios de producción. Por su pertrechamiento técnico, el trabajo agrícola se eleva hasta el nivel del trabajo industrial. Como resultado, las diferencias económico—sociales entre la ciudad y el campo desaparecerán, y se borrarán los limites de clase entre los obreros y los campesinos, nacerá la sociedad sin clases.

Teorías, corrientes, denominaciones e interpretaciones filosóficas

Socialismo cristiano

Artículo principal: Socialismo cristiano

Teoría que procura conferir a la religión cristiana un tinte socialista, presentar el cristianismo como defensor de los intereses de los trabajadores y como medio de liberación de todas las calamidades sociales.

El socialismo cristiano surgió en las décadas de 1830 y 1840 como variedad del socialismo feudal, en el que se revelaba la hostilidad de las clases feudales en trance de desaparecer respecto al socialismo.

La misión del socialismo cristiano consistía en luchar contra el movimiento revolucionario, en reconciliar las clases enemigas. Este constituyó una variedad de la ideología burguesa.

La crítica que los socialistas cristianos hacen del capitalismo posee un carácter demagógico. Lo típico de dicho socialismo es la búsqueda de una “tercera línea”, distinta del capitalismo y del comunismo; en realidad, su ideal –la “democracia cristiana”- no rebasa el marco de las relaciones sociales burguesas.

El socialismo cristiano se halla estrechamente vinculado al reformismo y lleva a cabo una política escisionista en el movimiento obrero.

Socialismo de cátedra

Denominación irónica aplicada a un grupo de profesores y políticos alemanes liberales, representantes de la escuela ético-social de la segunda mitad del siglo XIX, los cuales “fundamentaron” teóricamente, por primera vez, la idea de la integración pacífica del capitalismo en el socialismo.

Aplicando la teoría de la escuela histórica en economía política, los partidarios del socialismo de cátedra consideraban que la economía política debía rebasar el marco del estudio de los fenómenos económicos en su sentido estricto y fundirse son las demás ciencias sociales. Con ello se relacionaba la posibilidad de que el Estado regulara las relaciones económicas.

El socialismo de cátedra constituía una singular resonancia de la intensificación del movimiento obrero, expresaba la tendencia de la burguesía a detener el crecimiento de la conciencia del proletariado. Aplastada la Comuna de París, los socialistas de cátedra organizaron pronto, en 1872, la “Unión de la política social”, que afirmaba la necesidad de reformas sociales y la intervención del Estado en las relaciones económicas.

Figuraban entre los socialistas de cátedra Lorenz Stein, Adolph Wagner, Gustav von Schmoller, Lujo Brentano y Werner Sombart.

Socialismo ético

Interpretación neokantiana del socialismo, realizada a partir de la ética de Kant. Los teóricos kantianos burgueses y socialdemócratas, al rechazar la filosofía del marxismo, el materialismo dialéctico, intentaron unir el socialismo científico con la filosofía moral kantiana, entendiendo por ética una ciencia cuyo fin estriba en eliminar las contradicciones sociales. A juicio suyo, es Kant, precisamente, el fundador de dicha ciencia. Afirmaban dichos teóricos que Kant formuló por primera vez la idea básica del socialismo, la idea de solidaridad, en uno de los enunciados del imperativo categórico (obra de tal modo que la humanidad tanto en tu propia persona como en la de cualquier otro individuo, sea considerada siempre como un fin, y nunca únicamente como un medio).

La fundamentación de la teoría concerniente a la transformación socialista de la sociedad mediante la teoría kantiana, “por encima de las clases”, de la moralidad, significaba, de hecho, convertir dicha doctrina en una concepción puramente moral. Se desechaban los problemas cardinales del marxismo (las clases y la lucha de clases, la clase social, la dictadura del proletariado, etc.), y se situaban en primer plano las relaciones morales y la idea del perfeccionamiento moral paulatino de la humanidad.

En la práctica, las tesis del socialismo ético se concretaron en la fórmula de Bernstein: “El movimiento lo es todo; el fin último no es nada”, que presuponía renunciar a la lucha por el socialismo.

Propagaron el socialismo ético, entre otros, Max Adler (Austria) y Mijaíl Tugán-Baranovski (Rusia). Los libros de Vorländer “Kant y el socialismo” (1900), “Kant y Marx” (1911), contienen una circunstanciada exposición del socialismo ético.

Socialismo fabiano

Corriente reformista que surgió en Inglaterra como antípoda del socialismo científico. La denominación de “socialismo fabiano” se inspira en el nombre del caudillo militar romano Fabio Máximo Cunctátor (el Contemporizador). En 1884, se fundó la Sociedad de los Fabianos, que en 1900 se incorporó al partido laborista en calidad de grupo literario-publicista.

El movimiento fabiano como tal renuncia oficialmente a toda filosofía, pero muchos de sus partidarios apoyan a la religión y respecto a la concepción de la historia mantienen la teoría de que, en la vida de la sociedad, lo decisivo son las ideas y niegan la lucha de clases. Según palabras de Lenin, el socialismo fabiano es la:

“la expresión más acabada del oportunismo y de la política obrera liberal".[1]

Socialismo utópico

Artículo principal: Socialismo utópico
Etapa precientífica en la formación de la teoría acerca de la sociedad. Está basada en la comunidad de bienes, en el trabajo obligatorio para todos y en la igual distribución de los productos. Quien utilizó por primera vez el término “utopía” (lugar que no existe), en el sentido de una sociedad ideal fue Tomás Moro (así denominó la isla imaginaria en que situó una sociedad ideal). Posteriormente el término empezó a utilizarse para caracterizar regímenes inventados y, ante todo, irrealizables.

Los socialistas utópicos, al criticar el régimen existente, basado en la propiedad privada, al presentar imágenes del futuro régimen ideal, al querer fundamentar teóricamente la necesidad de la propiedad social, expusieron no pocas ideas y conjeturas geniales. A ello se debe, precisamente, que el socialismo utópico, junto con la economía política inglesa y la filosofía clásica alemana, constituya una de las fuentes ideológicas del socialismo científico.

La condena de la propiedad privada y la exaltación de la comunidad de bienes podían hallarse ya en algunos escritores de la antigua Grecia y Roma, en “herejes” medievales, en los programas de algunas sublevaciones campesinas de la época feudal y en los ideólogos de los campesinos; constituía una reacción natural ante la desigualdad y la explotación del hombre por el hombre en las sociedades antagónicas.

A medida que surge y se desarrolla el capitalismo, a medida que se van formando los precursores más o menos desarrollados del proletariado, el socialismo utópico va adquiriendo cada vez más rasgos de realismo histórico, se va haciendo más complejo como teoría, se ramifica dando origen a diversas escuelas y orientaciones.

Desarrollo

El desarrollo sistemático del socialismo utópico comienza en el período en que nace el capitalismo, en la época del Renacimiento y de la Reforma. Sigue avanzando en el período de las revoluciones burguesas de Europa, período en que fue la ideología de los predecesores del proletariado.

El socialismo utópico alcanzó su mayor desarrollo durante el impetuoso crecimiento del capitalismo, cuando se disiparon las ilusiones de los ideólogos de las revoluciones burguesas y las contradicciones de la sociedad capitalista resultaban cada vez más patentes. Sin embargo, no hubo solo socialista utópico que lograra situarse en una posición materialista en la manera de concebir la historia y descubrir la fuerza real capaz de llevar a cabo la transformación socialista de la sociedad. Incluso Saint-Simon, el que más cerca estuvo de comprender el papel de la propiedad y de las clases en el desarrollo progresivo –sujeto a ley- de la historia, afirmaba que la base del desarrollo social la constituía el progreso de los conocimientos científicos, de la moral y de la religión. A ello se añadía la falta de comprensión de cuáles eran los caminos verdaderos que conducían a la transformación de las relaciones sociales existentes, la renuncia a la revolución, la creencia ingenua de que mediante la propaganda de las ideas del socialismo era posible cambiar el orden vigente.

Desarrollo científico

Tan sólo el desarrollo de las fuerzas productivas, que hace inevitable el cambio del modo de producción, el surgimiento de un proletariado industrial bastante disciplinado y organizado por obra del desarrollo de la propia sociedad capitalista, crean, según palabras de Marx, la posibilidad histórica de que el socialismo se convierta de una utopía en una ciencia. Marx y Engels transformaron dicha posibilidad en realidad, después de demostrar científicamente que el paso al comunismo era inevitable, después de descubrir la fuerza capaz de llevar a cabo dicho paso: el proletariado, y después de crear la teoría de la revolución socialista y de la dictadura del proletariado como instrumento para la realización de los ideales socialistas.

El marxismo reelaboró con espíritu crítico cuanto había de valioso en las teorías del socialismo utópico y se lo asimiló. Con la aparición del marxismo, el socialismo utópico se va convirtiendo cada vez más en un factor que frena el avance del movimiento obrero y socialista.

En algunos países, el socialismo utópico, fundiéndose con la ideología democrático-revolucionaria, desempeñó un papel positivo todavía después de haber surgido el marxismo (demócratas revolucionarios rusos y populistas de la década de 1870).

Socialismo cooperativo

Teoría reformista que expresa los intereses de la pequeña burguesía y que propaga nocivas ilusiones acerca de las posibilidades de reorganizar la sociedad sobre principios socialistas en el marco del capitalismo, desarrollando las cooperativas de consumo y haciendo extensivo gradualmente el control de tales organizaciones a la esfera de la producción.

El "socialismo cooperativo" es objeto de una propaganda singularmente activa por parte de los líderes del movimiento cooperativo de Europa occidental, al que éstos intentan apartar de la resolución de cuestiones vitales en defensa de los intereses económicos de los trabajadores y quieren poner al servicio del capital monopolista, ahondando con ello la escisión en el movimiento cooperativista internacional. Los apologistas del "socialismo cooperativo" afirman que, bajo el capitalismo moderno, las cooperativas constituyen el medio más radical para transformar la sociedad y -después de garantizar la denominada "democracia económica"- son capaces de dominar primero el comercio y luego colocar bajo su control, gradualmente, la producción agrícola y la industrial. Los ideólogos del "socialismo cooperativo" no reconocen diferencias entre el socialismo y el capitalismo, afirman que en los países capitalistas desarrollados del Occidente se ha establecido ya la sociedad del "bienestar general" y que en ellos impera la "paz entre las clases. Al mismo tiempo, atacan sin cesar a las cooperativas de los países socialistas. Los hechos refutan las afirmaciones de los ideólogos del "socialismo cooperativo" en el sentido de que en la economía capitalista ha aumentado la importancia del sector "socialista", es decir "cooperativo".

Socialismo verdadero

Variedad del socialismo pequeñoburgués surgida en Alemania en la década del 1840. Las concepciones filosóficas de los “socialistas verdaderos” se formaron sobre la base de la combinación ecléctica de las ideas de los socialistas utópicos franceses e ingleses y de los jóvenes hegelianos con la ética de Feuerbach.

Los “socialistas verdaderos” consideraban el socialismo como una teoría por encima de las clases sociales, la declaraban realización de cierta esencia humana universal; negaban la lucha de clases y propugnaban la conciliación de las contradicciones sociales; preconizaban la renuncia a la actividad política, a la lucha en pro de las libertades democrático-burguesas, exhortaban al proletariado a no participar en las revoluciones políticas.

Posiciones de Marx y Engels

Marx y Engels combatieron decididamente esta ideología y el influjo de la misma entre los obreros. En los trabajos “La ideología alemana”, “Circular contra Kriege”, “El socialismo alemán en verso y en prosa”, “Manifiesto del Partido Comunista” sometieron a crítica el “socialismo verdadero” poniendo en evidencia el papel reaccionario que desempeñaba en ese período, en que estaba madurando la revolución en Alemania.

Bajo el influjo de Marx y Engels, varios “socialistas verdaderos” rompieron con sus conceptos anteriores. En el período de la revolución de 1848-1849, muchos representantes de esa corriente, después de desechar la fraseología seudosocialista, ingresaron en las filas de la democracia pequeñoburguesa. Algunas ideas del “socialistas verdaderos” se utilizaron con el propósito de falsificar al marxismo en el espíritu de la ética idealista.

Socialismo y comunismo

Artículo principal: Comunismo

Son dos fases de la formación económico-social comunista: el socialismo constituye la primera e inferior; el comunismo, la superior. En la base de su diferencia está el grado de madurez económica.

Ya bajo el socialismo, no existe la propiedad privada sobre los medios de producción; las relaciones de producción no se caracterizan por el dominio y la subordinación, sino por la colaboración amistosa y la ayuda mutua entre hombres libres de la explotación. En este sentido no hay ninguna diferencia entre el socialismo y el comunismo, pero en el régimen socialista, predomina la propiedad social sobre los medios de producción; en cambio, bajo el comunismo existirá un único tipo de propiedad, la de todo el pueblo.

Bajo el socialismo, se conservan diferencias entre la clase obrera y los campesinos; al construirse el comunismo esas diferencias desaparecen. Lo mismo ocurre con las diferencias, existentes aún bajo el socialismo, entre los obreros y campesinos por una parte y la intelectualidad por la otra. Todas esas diferencias se hallan condicionadas, en última instancia, por el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas. Este mismo factor determina, asimismo, las diferencias existentes en las formas de distribución, las cuales, bajo el socialismo, se atienen al principio: a cada uno, según la cantidad y calidad de su trabajo; mientras que bajo el comunismo, regirá el principio: a cada uno, según sus necesidades.

Sobre la base del crecimiento de las fuerzas productivas, bajo el comunismo se establecerá la distribución directa de los productos en lugar de las relaciones mercantiles y monetarias, aún existentes bajo el socialismo. A los cambios en la economía corresponden cambios en la superestructura. En un determinado grado de desarrollo del comunismo, se extinguirán por completo las instituciones políticas y jurídicas, la ideología política y jurídica, se establecerán normas únicas –admitidas por todos- de convivencia comunista, cuya observancia se convertirá en necesidad interior y en hábito para todos los hombres; el Estado se extinguirá por completo, agotará también su misión histórica el Partido, las naciones se aproximarán de manera cada vez más multilateral hasta que desaparezcan todas las diferencias entre ellas. El comunismo es la forma superior de organización de la sociedad, forma que funcionará sobre la base de fuerzas productivas altamente desarrolladas, de la ciencia, de la técnica, de la cultura y de la autogestión social comunista.

"El comunismo es un régimen social sin clases, con una forma única de propiedad sobre los medios de producción, la propiedad de todo el pueblo, con una plena igualdad social de todos los miembros de la sociedad, en el que, junto con el desarrollo universal de los hombres, crecerán las fuerzas productivas sobre la base de una ciencia y una técnica en constante desarrollo; todas las fuentes de la riqueza social manarán a pleno caudal y se realizará el gran principio “de cada uno según su capacidad; a cada uno, según sus necesidades”. El comunismo es una sociedad altamente organizada de trabajadores libres y conscientes en la cual se establecerá la autogestión social, el trabajo en bien de la sociedad será para todos la primera necesidad vital, necesidad hecha conciencia, y la capacidad de cada individuo se aplicará con el mayor provecho para el pueblo”[2]

La transformación gradual del socialismo en comunismo estriba en una serie de hondas modificaciones cualitativas que se concentran en torno a tres problemas fundamentales:

  1. creación de la base material del comunismo (eslabón decisivo en la cadena de todas las tareas económico-sociales),
  2. desarrollo de las relaciones sociales comunistas,
  3. formación del hombre nuevo.

Base material y técnica

Gran producción maquinizada moderna que abarca todas las ramas de la economía nacional y se basa en la propiedad social de los medios de producción.
“La única base material del socialismo puede ser la gran industria maquinizada, capaz de reorganizar también la agricultura"

Por su contenido físico, la base material y técnica del socialismo constituye ante todo un sistema de producción de la economía nacional formado por diversos medios de trabajo.

Son inherentes a la base material y técnica del socialismo:

  • la técnica avanzada y en rápido desarrollo,
  • la alta concentración de la producción, la especialización y cooperación en la misma,
  • el crecimiento del nivel cultural y técnico de los trabajadores y la elevación incesante de la productividad del trabajo.

Esta base material y técnica se crea de manera planificada por medio de la industrialización socialista, que se lleva a cabo teniendo en cuenta las peculiaridades nacionales e históricas, así como las posibilidades naturales y económicas, del país dado.

La edificación de la base material y técnica del socialismo en cada país socialista asegura:

  • el dominio absoluto de la propiedad social sobre los medios de producción y de las relaciones de producción socialistas en la ciudad y en el campo,
  • la liquidación total de las clases explotadoras y de las causas que engendran la explotación del hombre por el hombre,
  • la eliminación de todas las condiciones que provocan el paro forzoso en la ciudad y la ruina de los campesinos en el campo,
  • un mejoramiento radical de las condiciones de vida de todos los trabajadores,
  • un general reforzamiento del poderío económico de todos los estados socialistas.

Durante el paso gradual del socialismo a la fase superior de la sociedad comunista se crea la base material y técnica del comunismo.

Ingresos reales de la población bajo en socialismo

Cantidad de bienes materiales y culturales que puede adquirir la población con sus ingresos en forma de remuneración individual del trabajo, de abonos y ventajas que recibe gratuitamente del Estado a cuenta de los fondos sociales. La magnitud de los ingresos reales también depende del nivel de los precios sobre los artículos de consumo y de las tarifas establecidas para los servicios. Los ingresos reales de los obreros y empleados comprenden su salario más los recursos complementarios de los fondos del Estado destinados a instrucción, sanidad, seguros sociales, asistencia social, construcción de viviendas, etc. A medida que se avance hacia el comunismo se irán satisfaciendo cada vez más las necesidades de las personas por medio de los fondos sociales del Estado y de las organizaciones sociales. El nivel del bienestar del pueblo es lo que refleja de manera mas completa el índice de los ingresos reales de la población. El cálculo de los ingresos reales de la población se realiza por trabajador; la dinámica de los ingresos se halla expresada por la suma general de todos los ingresas en precios comparativos.

Ley económica fundamental

Ley económica del movimiento de la producción socialista. El contenido de la ley económica fundamental del socialismo consiste en satisfacer de manera cada vez más plena las crecientes necesidades materiales y culturales del pueblo por medio del desarrollo y del perfeccionamiento incesante de la producción social. Estos rasgos de la ley económica fundamental del socialismo muestran que tal ley expresa el fin de la producción socialista y los medios de alcanzarlo, fin y medios objetivamente condicionados. De ahí que tal ley posea un significado determinante en el desarrollo de la economía socialista, exprese la esencia de este desarrollo sus diferencias y ventajas radicales frente al modo capitalista de producción.

La ley económica fundamental del socialismo surge y actúa sobre la base de la propiedad social de los medios de producción y de las correspondientes relaciones socialistas de producción. Cuando los medios de producción pasan a ser propiedad social y se suprimen las clases explotadoras, se liquida la base sobre la que actúa la ley económica fundamental del capitalismo y entra en acción la ley económica fundamental del socialismo. La producción basada en la propiedad social adquiere un fin por principio distinto del que posee bajo el capitalismo. En vez de servir para producir ganancias y enriquecer a las clases explotadoras empieza a servir para satisfacer las necesidades de los propios trabajadores. Definiendo el fin de la producción socialista Lenin dijo en un discurso que pronunció en el I Congreso de Consejos de la Economía Nacional en 1918:
"Únicamente el socialismo permitirá extender ampliamente, y subordinar de verdad la producción social y la distribución de los productos partiendo de consideraciones científicas acerca de cómo hacer fácil en grado máximo la vida de todos los trabajadores y, lograr que les proporcione la posibilidad de bienestar."

La ley económica fundamental determina la unidad orgánica del fin de la producción con los medios para alcanzarlo. La elevación incesante del bienestar del pueblo se halla indisolublemente vinculada al nivel de las fuerzas productivas, depende del grado de desarrollo de la economía, del nivel de la técnica y de la perfección con que esté organizada la producción social, factores todos ellos que determinan el volumen de los bienes materiales y culturales que la sociedad produce. La propiedad social, el carácter planificado del desarrollo de la producción y el interés personal de quienes producen los bienes materiales - los trabajadores - por los resultados del trabajo, todo ello asegura el crecimiento incesante y rápido de la producción. Bajo el socialismo el aumento del bienestar del pueblo se halla en dependencia directa de los ritmos de crecimiento de la producción y de la productividad del trabajo social. El que la economía socialista crezca y se perfeccione no sólo permite satisfacer de manera cada vez más completa las necesidades de la sociedad, sino que hace, además, que se amplíen éstas y aparezcan otras, lo cual, a su vez, estimula el ulterior avance de la producción en amplitud y perfeccionamiento. Por lo tanto, el socialismo no conoce la contradicción antagónica, inherente al capitalismo entre la producción y el consumo.

Las contradicciones que surgen bajo el socialismo entre las necesidades siempre crecientes de la sociedad y el nivel de las fuerzas productivas alcanzado en cada momento dado se resuelven de manera planificada ampliando y perfeccionando correspondientemente la producción. En su política económica, el Estado socialista, teniendo en cuenta las exigencias de la ley económica fundamental del socialismo y utilizándolas con conocimiento de causa, obra de modo que asegura la manifestación más plena de esta ley. Ello se traduce en el establecimiento de relaciones acertadas entre la acumulación y el consumo, en el desarrollo preferente de la producción de medios de producción, en el cálculo de las proporciones óptimas en la economía nacional, en la aplicación de medidas que aseguren el perfeccionamiento de la técnica y de la organización del trabajo productivo etc.

La ley económica fundamental del socialismo, a diferencia de otras leyes económicas, determina la dirección principal de la economía socialista, todo el proceso de la reproducción socialista ampliada: producción, distribución, circulación y consumo. Por esto, desempeña una función rectora en todo el sistema de las leyes económicas del socialismo. La ley económica fundamental del socialismo posee un significado determinante en el avance de la sociedad socialista por el camino del comunismo. La construcción de la base material técnica del comunismo implicará alcanzar un nivel de producción tan elevado que proporcionará la abundancia de medios de vida y creará las condiciones para el paso a la distribución según las necesidades. El crecimiento incesante de la producción social, así como su perfeccionamiento y la satisfacción constante de las crecientes necesidades del hombre desarrollado en todos sentidos seguirá siendo una ley fundamental del modo comunista de producción.

Estímulos materiales y morales del trabajo

Conjunto de factores económicos y —relacionados con ellos— ideológicos que aseguran la participación consciente y activa de los miembros aptos de la sociedad socialista en el trabajo social, en la elevación de la productividad del mismo.

Bajo el socialismo, los trabajadores trabajan para si, para su sociedad; su interés colectivo y personal estriba en desarrollar por todos los medios la economía nacional, en incrementar constante y rápidamente la riqueza social del país con el fin de satisfacer las necesidades crecientes de toda la sociedad y de cada uno de sus miembros. La conciencia de que cada individuo, bajo el socialismo, en vez de trabajar para los explotadores trabaja para sí, para el bien del pueblo, y construye la sociedad comunista, sirve de poderoso estimulo moral para que los hombres participen activamente en el trabajo y se esfuercen por aumentar la productividad del mismo. Sin embargo, para la mayoría de los miembros de la sociedad socialista, el trabajo no se ha convertido aun en la primera necesidad vital sino que sigue constituyendo, ante todo, un medio de vida. La mera conciencia de que el trabajo en bien de todos es necesario, no basta para que todos los miembros de la sociedad participen de manera activa y sistemática en el trabajo orientado hacia el logro de la abundancia de artículos de consumo. De ahí que bajo el socialismo y durante el período de transición al comunismo, el estimulo principal del trabajo sea el interés material personal del individuo en los resultados de su labor. El interés material personal se estimula mediante la distribución de los bienes materiales y espirituales según la cantidad y calidad del trabajo invertida por cada trabajador, ante todo a través del sistema de salarios en las empresas e instituciones del Estado, y mediante la remuneración del trabajo realizado.

Constituyen un medio importante de estimulo material, el sistema de premios en la industria y el de la remuneración suplementaria del trabajo en la agricultura. El interés material personal es un poderoso factor que impulsa el desarrollo de la producción socialista. Sirve de estimulo para introducir técnicas de vanguardia, para lograr que las invenciones presenten un carácter masivo y que los trabajadores eleven su calificación técnica y profesional: contribuyó en gran manera a acelerar el proceso que lleva a la eliminación de las diferencias económico—sociales entre el trabajo intelectual y el trabajo físico. Lenin indicaba que toda rama importante de la economía nacional ha de organizarse teniendo en cuenta el interés personal de los trabajadores. Mejorando los resultados de su labor, el trabajador no sólo obtiene una mejor remuneración material, sino, además, una satisfacción moral, se convierte en un trabajador de vanguardia, obtiene un reconocimiento social de sus méritos de trabajo, se hace acreedor del respeto y la estima de todo el pueblo, sirve de ejemplo para los demás. Los principios leninistas acerca de la justa combinación de los estimulas materiales y morales del trabajo conservan su valor en el periodo de la edificación del comunismo. La acertada combinación de los estímulos materiales y morales del trabajo constituye una gran fuerza creadora en la lucha por el comunismo. A medida que se avance hacia el comunismo, aumentará cada vez mas la importancia de los estímulos morales del trabajo, del reconocimiento social de los resultados obtenidos, del sentido de responsabilidad de cada uno por la causa de todo el pueblo. A medida que se desarrollen las relaciones sociales socialistas y se forme el hombre nuevo, los estímulos morales del trabajo desempeñarán un papel cada vez mayor, hasta que, por fin, el trabajo se convertirá para todos en un hábito y en la primera necesidad de la vida.

Estado socialista

Estado de la sociedad socialista, parte política de la superestructura sobre la base económica del socialismo. El Estado socialista es un nuevo tipo de Estado que adviene en sustitución del Estado burgués y como resultado de la revolución socialista. El proceso de formación de la superestructura socialista ocurre en el transcurso de todo el período de transición del capitalismo al socialismo. El Estado del período de transición es la dictadura del proletariado. Es socialista por sus fines y objetivos, pues sirve de medio para la construcción del socialismo.

A medida que la sociedad socialista se desarrolla, cambian las funciones del Estado socialista; liquidadas las clases explotadoras, desaparece la función de aplastar su resistencia y se desarrollan en todos los aspectos las funciones principales del Estado socialista: las concernientes a la organización económica y a la educación y cultura. Al constituirse el sistema socialista mundial, el Estado socialista, junto a las funciones de luchar por la paz y defender el país, asume una nueva función exterior, la de desarrollar la colaboración fraternal con los países socialistas.

Con la victoria completa y definitiva del socialismo, al entrar la sociedad en el período de la construcción del comunismo, en todo el frente, el Estado de la dictadura del proletariado, se transforma en Estado de todo el pueblo, órgano de expresión de la voluntad del pueblo entero. El Estado socialista es un instrumento para consolidar el socialismo y transformar gradualmente la sociedad socialista en comunista. La extinción del Estado significa que todas las instituciones del Estado socialista y toda la organización política de la sociedad socialista se van convirtiendo gradualmente en autogestión social comunista. Para que el Estado se extinga por completo, es necesario establecer una sociedad comunista desarrollada en el interior del país y llegar, también, a la victoria y a la consolidación del socialismo en el plano internacional.

Amistad de los pueblos

Colaboración fraternal y ayuda mutua de naciones y nacionalidades de la sociedad socialista, ley característica y fuerza motriz de dicha sociedad.

La amistad de los pueblos constituye un nuevo tipo de relaciones internacionales basadas en la economía y en la democracia socialistas, en la ideología marxista-leninista del internacionalismo. Las relaciones entre las naciones socialistas constituyen un brillante ejemplo de esa amistad, que se ha desarrollado al formarse dichas naciones. Es un resultado normal de la Gran Revolución Socialista de Octubre, de la edificación del socialismo, de la consecuente aplicación de la política nacional leninista por parte del Partido Comunista. La amistad de los pueblos socialistas es una fuente de la potencia de los Estados socialistas, acelera el avance de dichas sociedades hacia el comunismo. En el transcurso de la edificación comunista en gran escala, nueva etapa en el desenvolvimiento de las relaciones nacionales, se produce un ulterior progreso multilateral de las naciones socialistas y un mayor acercamiento entre las mismas. Los pueblos socialistas mantienen una actitud amistosa respecto a los trabajadores de todos los países. Se desarrolla con singular éxito la colaboración fraternal y la ayuda recíproca entre los pueblos de los países que constituyen el sistema socialista mundial.

Socialismo cubano

Para cubanos y extranjeros la Revolución Cubana es sinónimo de Revolución Socialista, y se trata de un socialismo genuino del pueblo, con el pueblo y para el pueblo. El carácter socialista de la Revolución Cubana se declaró el 16 de abril de 1961 en el sepelio de las víctimas ocasionadas por el bombardeo sorpresivo de los aeródromos cubanos, en vísperas de la invasión mercenaria por Playa Girón organizada y financiada por el imperialismo norteamericano. El Primer Ministro del gobierno revolucionario Fidel, en dicho acto, convocó al pueblo a defender el proceso democrático evolucionario cubano, a la vez que anunciaba al mundo el carácter socialista de la Revolución al expresar:

Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices, ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de los Estados Unidos! (...) Compañeros obreros y campesinos, esta es la Revolución socialista y democrática de los humildes, con los humildes y para los humildes. Y por esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes estamos dispuestos a dar la vida.

El socialismo cubano se ha desarrollado como el resultado natural de las luchas del pueblo por su independencia y soberanía. Sus premisas se vinculan a la lucha y al pensamiento de muchos hombres que desde el Siglo XIX, proclaman libertades y justicia social para los cubanos.

Socialismo del siglo XXI

Pueblo cubano socialista

Aparece como concepto en la escena mundial en 1996 expresado por el filósofo de origen alemán, residente en México, Heinz Dieterich Steffan. El término adquirió difusión mundial desde que fue mencionado en un discurso por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el 30 de enero de 2005, desde el V Foro Social Mundial. El modelo de Estado socialista del socialismo del Siglo XXI es un socialismo revolucionario que se nutre directamente de la filosofía y la economía marxista, y que se sustenta en cuatro ejes:

  • El desarrollismo democrático regional
  • La economía de equivalencias
  • La democracia participativa y protagónica
  • Las organizaciones de base.

El socialismo del siglo XXI supone que es necesario un reforzamiento radical del poder estatal democráticamente controlado por la sociedad para avanzar al desarrollo. En el marco de la Revolución Bolivariana, el presidente Hugo Chávez ha señalado que para llegar a este socialismo habrá una etapa de transición que denomina como "Democracia Revolucionaria". Al respecto el presidente de Venezuela ha señalado:

Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad
(...)debemos transformar el modo de capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día

En un Aló Presidente en 2003, Hugo Chávez presentó la propuesta de Giulio Santosuosso para el Socialismo del Siglo XXI, Socialismo en un paradigma liberal, en el cual el autor opina que en el mundo está en curso una extensa realineación ideológica, consecuencia del cambio de paradigma en curso en la economía; el viejo modelo ha muerto, pero todavía no han aparecido los nuevos criterios que permitirán la realineación conceptual.

Para contribuir a la búsqueda de dichos criterios, propone releer la historia de la economía política, porque en su opinión algunos de ellos no logran hacerse manifiestos por confusiones conceptuales en esa disciplina: la primera, ocurrida a lo largo de los doscientos últimos años, identificó al capitalismo con el liberalismo; la segunda, ocurrida en este siglo, identificó al socialismo con el estatismo. Su tesis es que el camino más expedito para alcanzar la sociedad más justa a la que todos anhelamos, se consigue con una alianza entre el socialismo y el liberalismo, una vez que el socialismo haya dejado a un lado al estatismo y el liberalismo haya dejado a un lado al capitalismo.

Vease también

Referencias

  1. Lenin, t. XXI, pag. 234
  2. Documentos del XXII Congreso del P.C.U.S.”, pág. 366

Fuentes