Tino Folgar

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Tino Folgar
Información sobre la plantilla
Tino Folgar.jpg
Datos generales
Nombre real:Juventino Folgar Ascaso
Fecha de nacimiento:25 de enero de 1892
Barcelona,Bandera de España España
Fecha de fallecimiento:31 de diciembre de 1982
Buenos Aires, Bandera de Argentina Argentina
Información artística
Instrumento(s):Voz

Juventino Folgar Ascaso. Conocido en el arte lírico como Tino Folgar, fue un tenor español.

Síntesis biográfica

Nace en el barrio de la Barcelonesa. Era hijo de Juan Folgar, natural de Salamanca, y Luisa Ascaso oriunda de Huesca.

Inicios

Estudió de niño en el Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, donde pronto afloró su despierta inteligencia y su afición al arte. Tanto fue así que pronto pasó a ser el solista en el coro en la escuela pese a ser de los de menos edad. También se destacó como precoz comediante tomando participación en cuanta obrita se representaba en la escuela, así como en algún otro cuadro de aficionados de su barrio.

Cuando su familia trasladó su domicilio al barrio de Sarriá, el joven Tino tenía 17 años y se encontró con que allí, como en casi todas las localidades españolas de aquella época, funcionaba un cuadro artístico que representaba obras líricas y comedias. No es de extrañar que, con la experiencia adquirida en el colegio, el joven, se viera atraído por la actividad allí desplegada y empezara a colaborar destacando pronto por sus condiciones innatas tanto para el canto como para la interpretación teatral.

Al notar sus extraordinarias facultades, un familiar tramitó y consiguió una audición en el Conservatorio del Liceo de Barcelona y quien lo escuchó fue el maestro Joaquín Vidal Nunell, que también tenía dos alumnas que después serian grandes figuras: Mercedes Capsir y Conchita Badía. Tras escucharlo quedó sumamente complacido diciéndole que la voz era valiosa y con un gran parecido con la del gran tenor Giuseppe Anselmi. Por ese entonces su voz era pequeña pero muy suave, aterciopelada, dulce y de gran musicalidad.

Trayectoria artística

Alentado por estas opiniones tan favorables comenzó a estudiar con una maestra particular y tras un breve pero intenso período de estudios, preparó y debutó en el Teatro del Orfeón de Graciense de Barcelona, el 19 de febrero de 1922, como ‘Rodolfo’ en La bohème. Su éxito fue total y el día 5 de junio del mismo año volvería a hacer La bohème en el Teatro Tívoli, que era el más importante de la ciudad condal después del Liceo.

Antes de La bohéme, el día 3 de junio de 1922 cantó el papel del ‘Conde de Almaviva’ en El barbero de Sevilla con Filomena Suriñach como ‘Rosina’. Aún ese mismo mes hizo una escapada a Mallorca para cantar en un concierto en Palma. En total cantó cuatro veces La bohème y cuatro funciones de El barbero de Sevilla, con señalado éxito de público y crítica. Tanto así que el mismo Joaquín Vidal le aconsejó ir a Italia para que perfeccionara su canto.

Viaje a Italia

Dudó mucho ante el paso trascendental que iba a dar, ya que para ello tendría que abandonar a sus padres e irse solo a una tierra extraña. Sin embargo, contó con el consejo de su padre, a quien siempre tuvo por un ser maravilloso, que lo alentó para luchar en pos de la perfección de aquello que era el motivo fundamental de su vida. Y así llegó a Milán, en 1922. Tuvo tan mala suerte que su primer maestro, un tal Bellini, le arruinó la voz de tal manera que no podía entonar ni una sola nota. Desalentado y con una gran amargura en su corazón se encontró con que debía elegir entre volver a su patria como fracasado, con toda la vergüenza que para una persona responsable implicaba, o bien permanecer en Italia y trabajar en cualquier cosa que se presentase.

Ocurrió entonces que en una reunión de amigos españoles aficionados al canto le presentaron a un maestro de muy extraña presencia con aires de visionario, quien al exponerle el drama, se interesó por él y le pidió que fuera a visitarlo a su domicilio. Así lo hizo y, después de probarle la voz, el nuevo maestro le dijo:

“Con usted han cometido el crimen más grande que se puede hacer. Usted es un cantante nato. Tiene una voz muy bonita y se la han estropeado”.

Y Esteban Pascual, que así se llamaba el enigmático personaje, continuó:

“Usted tiene mucha afición, me ayudará y verá como saldremos adelante”.

No le quedaba ninguna alternativa y se confió plenamente en el citado Pascual que era tildado por loco entre los aficionados al canto porque enseñaba por el sistema Porpora, método considerado arcaico y prácticamente desaparecido por no existir maestros que lo conocieran debidamente.

Maestro y alumno se volcaron con fe entusiasmo en la ardua tarea de reconstruir la voz perdida y en cosa de un año y medio estuvo en condiciones de presentarse nuevamente en público. No solamente había recuperado su voz, sino que la había mejorado sensiblemente, perfeccionado la emisión y ampliado el registro, hasta el punto que de tenor corto que era, ahora llegaba vocalizando hasta el fa sostenido sobreagudo.

A mediados de 1925 hizo su presentación en el teatro de la estación termal de Acqui. El año 1927 fue muy importante para Tino Folgar por diversos motivos, tanto personales como artísticos. En dicho año contrajo matrimonio con una dama de la nobleza italiana, realizó una grabación de Rigoleto con los conjuntos de La Scala de Milán, y cantó en Roma en compañía de su paisana Conchita Supervía. Después de sus actuaciones en diversos teatros de Italia pasó a Holanda, donde sumó miles de admiradores. Terminada esta gira dio en su Barcelona natal diversos conciertos en el Palau de la Música; y de pronto, tras ofrecer a sus paisanos una emotiva Manon, se pasó a la zarzuela, que entonces estaba en todo su esplendor.

El cambio de género se debió al maestro Jacinto Guerrero, con el que se comprometió para el estreno en Barcelona de Martierra. También José Serrano le encomendó el estreno de Las Hilanderas, y más tarde -junto a la admirable Matilde Vázquez- el de Los claveles, que constituyó para ambos un inolvidable triunfo; al año siguiente fue Pablo Luna quien le confió el estreno de La Ventera de Alcalá. Hasta 1952 se dedicó plenamente al género lírico español.

Después de haber triunfado en la ópera y en la zarzuela, quiso también hacerlo en la opereta vienesa, y al frente de su propia compañía recorrió España. Durante esos años su actividad fue incesante.

Viaje a Argentina

En 1930 marchó a Argentina con la formación del maestro Guerrero, y a su vuelta compartió escena con Celia Gámez en alguna de sus comedias musicales. En 1932 interpretó La Canción del día-primera película sonora española- e inauguró la primera temporada de ópera del Teatro Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria. Seguidamente volvió a la Argentina para actuar principalmente en la radio. Después se estableció definitivamente en Buenos Aires donde abrió una academia de canto.

Muerte

Allí vivió, tranquilo y feliz, hasta que falleció a los noventa y un años de edad, el 31 de diciembre de 1982 siendo sepultado en el Cementerio de Chacarita.

Fuente