Acarapisosis

Acarapis woodi
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Enfermedad parasitaria que ataca a las abejas
Clasificación Científica
Nombre científicoAcarapis woodi
Reino:Animalia
Clase:Aracnidos
Orden:Acarina
Familia:Tarsonemidae

Acarapisosis. Enfermedad muy grave que puede ocasionar importantes pérdidas en colonias de Abejas, fundamentalmente a la salida del Invierno e inicios de Primavera. El ácaro que provoca la enfermendad es el Acarapis woodi.

Historia

El parásito fue descrito por primera vez por Rennie, White y Harvey en 1921 en abejas en Gran Bretaña, denominándolo Tarsonemus woodi, conocido también como ácaro traqueal.

Posteriormente fue denominado Acarapis Woodi por Hirst en 1921 como es conocida en Europa en la actualidad.

Infesta principalmente las tráqueas que parten del primer par de espiráculos torácicos de las abejas adultas, aunque también se han descubierto ácaros en los sacos aéreos de la cabeza y el abdomen.

El descubrimiento y conciencia sobre el impacto potencial que este ácaro puede tener en las abejas llevó a que en Estados Unidos se restringiera la importación de abejas productoras de Miel desde países en que el ácaro está presente.

Rennie describió al ácaro de abejas en la isla de Wight y atribuyó a este parásito como el agente etiológico de la enfermedad de la Isla de Wight, en la que las abejas presentaban incapacidad de volar debido a dislocación de sus alas y una parálisis parcial. Posteriormente se descubrió que esta patología era provocada por el Virus iridiscente apis.

Reportes posteriores indican que A. woodi no es una afección seria de las abejas, como se pensó previamente. Sin embargo, en combinación con otras condiciones adversas una infestación fuerte con el ácaro puede causar una reducción en la actividad de la abeja.

Características

El acarapis woodi es un Artrópodo de la clase de los arácnidos, por lo que posee cuatro pares de patas. Sus dimensiones son microscópicas, y no se puede ver a simple vista. Y menos aún en el caso del macho, al ser más pequeño que la hembra.Tiene un color ligeramente amarillo parduzco y un aparato bucal picador chupador.

Los machos es que tienen las patas traseras más largas, y entre ellas nace una espina; de las patas nace un único pelo, mientras que en la hembra salen tres.

Las hembras miden entre 143 y 174 micrómetros de largo por 77 a 81 de ancho. Los machos son algo más pequeños midiendo entre 125 a 136 de largo por 60 a 77 micrómetros de ancho. Los machos se diferencian de las hembras en su aparato reproductivo.

El cuerpo es oval, más ancho entre el segundo y el tercer par de patas, y es blanquecino o blanco perlado con una cutícula suave y brillante; algunos pelos largos están presentes en el cuerpo y patas. Tiene un gnatosoma elongado, con forma de pico con una boca larga como hojas cortantes para alimentarse.

Especies

Existen tres especies de Acarapis, asociadas con abejas de miel adultas: Acarapis woodi, Acarapis externus y Acarapis dorsalis.

Alojamiento en el sistema respiratorio de las abejas

Este sistema está compuesto por siete espiráculos (entradas de Aire) y con ramificaciones internas de las Traqueas. Las divisiones traqueales tienen largas uniones con los espiráculos y ellas van disminuyendo progresivamente el diámetro, terminando en la musculatura y otros tejidos de las abejas. Es por el primer espiráculo toracico por donde entran los parásitos hembras y oviponen en la traquea (en abejas adultas jóvenes); la frecuencia de oviposición disminuye considerablemente después de las 24 horas de vida de la abeja y raramente entran después de los 4 días. Las hembras de ácaros aparentemente se ven atraídas por las corrientes de aire espiradas que salen desde el primer espiráculo torácico e ignoran el segundo y tercer espiráculo.

Sintomatología

La sintomatología de la enfermedad no es precisa ni característica. Cuando la enfermedad se agrava el vuelo de las abejas es lento y a veces imposible por la alteración de los Músculos de las alas. Estas presentan una posición anormal, perpendiculares al cuerpo y caídas, como dislocadas. Un consumo prematuro de las reservas corporales provoca una repleción excesiva en la ampolla rectal de las abejas parasitadas, que presentan un abdomen dilatado, lo que puede dar como resultado una disentería.

Tratamiento

El tratamiento debe ir dirigido a los ácaros adultos, ya que las larvas y las formas inmaduras son menos afectados por los acaricidas, debido a su inmovilidad. Los huevos no son afectados por los tratamientos. Hay que diferenciar los tratamientos líquidos de los gaseosos.

Entre los primeros tenemos el Salicilato de metilo, que desprende vapores a temperaturas de 18º a 20º C. Es necesario realizar tres tratamientos con intervalos de 10 días, utilizando para ello un sistema que asegure una lenta evaporación.

Los resultados son aleatorios, los Cristales de mentol también se utilizan para el tratamiento de la Acarapisosis. El mentol debe estar colocado en la parte superior de la colmena( Abeja) y en dosis de 50 g de producto por colonia, repitiendo el tratamiento tres veces a intervalos de tres semanas.

Los tratamientos gaseosos tienen la limitación de su utilización con temperaturas muy bajas, que disgregaría la Piña de abejas. El producto Folbex VA se presenta en tiras fumígenas de Bromopropilato, como principio activo.

El tratamiento completo comporta la utilización, cada siete días, de una tira por colmena, siendo necesario repetir el tratamiento siete - ocho veces.

Actualmente el tratamiento realizado con acaricidas para el control de Varroa destructor (Varroosis) actúa de forma indirecta sobre la Acariosis traqueal lo que impide la presentación de esta enfermedad.

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Fuentes