Acné canino

Acné en perros
Información sobre la plantilla
AcneenperrosJCMZIV.jpg

El acné canino (pústulas en perros) es un proceso inflamatorio crónico que se produce en el mentón de los perros y también en los labios. Es un desorden benigno que generalmente ―tal como en los humanos adolescentes― solo dura un tiempo. El acné ocurre cuando los folículos pilosos se irritan. Los perros de razas con pelaje corto, como bóxers, bulldogs y rottweilers son los que más comúnmente presentan esta condición. También pueden experimentar dolor y picazón intensos.

El acné tiende a aparecer en la pubertad del perro, desde los cinco a los ocho meses de edad, y generalmente desaparece al año de edad.

Se asemeja bastante al acné humano, que se desarrolla durante la madurez sexual, suele ser autolimitante, pero también puede persistir durante la adultez. Suele originarse por anormalidades en las secreciones de sebo de las glándulas de la piel, alterando la queratinización folicular. Los microrganismos que más tarde producirán infección son Staphylococcus intermedius y Staphylococcus áureus.

Características

  • Las áreas de piel ricas en glándulas sebáceas alrededor del mentón y labios suelen ser las más predispuestas para esta afección, pero puede observarse también en la parte interior de los muscos, abdomen y cola.
  • Los perros más afectados son aquellos que se encuentran entre los 3 a 12 meses de vida (hasta la pubertad), aunque puede observarse en otros ejemplares a lo largo de varios años
  • El acné canino ocurre con mayor frecuencia en la cara, pero puede afectar otras áreas del cuerpo, así que puede no ser visible debido al manto del perro.

Síntomas del acné canino

Acné canino.

Los perros que padecen de acné suelen desarrollar espinillas o comedones que se multiplican en zonas como la boca, los labios y la barbilla, aunque también pueden observarse en la zona interior de los muslos, el abdomen y la cola.

A este respecto, hay que tener en cuenta que si no se trata a tiempo, el perro puede llegar a sufrir hinchazón, costras y más puntos negros, provocando en el animal una infección secundaria de la piel, la cual, le causaría irritación, picazón y dolor.

  • Chichones rojos
  • Espinillas o puntos negros
  • Infección (probable).
  • El perro puede frotar su cara contra la alfombra y los muebles.
  • Hinchazón
  • Pus en las lesiones con invasión bacteriana.
  • Las lesiones son dolorosas al tacto.
  • Cicatrices de las lesiones que han sanado.

Diagnóstico

En la inmensa mayoría de los casos se efectúa por la simple observación de las lesiones, pero en otros casos no puede diferenciarse a la observación de otras patologías como infección por hongos o foliculitis bacteriana. En consecuencia se debe realizar un raspaje de piel y cultivos para hongos. Si se confirma la infección por los agentes enunciados al principio, se puede realizar un antibiograma en los casos de infección profunda.

Causas

Diagnóstico

El veterinario tomará nota de la raza del perro y querrá saber la edad de cuando aparecieron las lesiones.

El profesional querrá descartar algunas otras enfermedades que se parecen al acné:

  • Demodicosis: un tipo de sarna. Su veterinario realizará un raspado cutáneo para diagnosticar o descartar esta enfermedad, examinando el espécimen bajo el microscopio.
  • Tiña: tempranamente, este hongo se parece al acné, por lo que se deben sacar los pelos para un cultivo. Tarda 10 a 14 días determinar si es o no una infección por hongos.
  • Estrangulamiento de cachorros - Esta enfermedad a veces puede parecer acné, aunque los cachorros que la padecen, sufren depresión y no comen.

Los perros con acné son saludables, exceptuando las lesiones.

Tratamiento

Es fundamental una limpieza diaria del área afectada con champúes específicos o bien otros agentes desengrasan tes. En los casos leves de acné mentoniano el tratamiento puede evitarse ya que revierten de manera espontánea a la madurez sexual. De hecho, la colocación de productos en la zona puede agravar la situación por el traumatismo mecánico de los folículos inflamados.

  • Debe desalentarse al propietario de la profunda tentación de pinchar" dichos "granitos".
  • En los casos más severos, el tratamiento incluye al peróxido de benzoilo en forma de champú y/o geles.
  • El peróxido de benzoilo suele alternarse con el antibiótico específico y más eficiente para esta afección, que es la mupirocina, ya que el peróxido posibilita una mayor penetración del antibiótico antes mencionado.
  • En los casos aún más graves (recurrentes o con infección profunda) se deben utilizar antibióticos sistémicos y paños de agua tibia.
  • Los corticoides son un buen recurso para la desinflamación en casos severos.

Otro producto utilizado actualmente, por lo general en casos que no responden bien al tratamiento antes detallado, es la tretinoína tópica.

Generalmente, se usa un tratamiento tópico. Algunos son similares a los que usan las personas, como peróxido de benzoilo. Use solo productos recomendados por su veterinario. La piel de las mejillas y los labios de su perros es muy delgada y sensible. Es por esto que el peróxido de benzoilo que se prescribe, es más débil que se usa para humanos, no lo substituya.

Algunos posibles tratamientos:

  • champú dos veces a la semana con una preparación especial, que contiene peróxido de benzoilo.
  • gel de peróxido de benzoilo de aplicación tópica.
  • antibióticos tópicos para limitar la infección.
  • esteroides tópicos para disminuir la inflamación e hinchazón; use guantes cuando aplique el producto.
  • medicamentos (pastillas) en casos severos. estos generalmente se darán dos veces al día, por un período de tiempo considerable.

Vida y gestión

Proteja a su animal de situaciones peligrosas. Además, trate de limitar la actividad de su perro durante este tiempo. Recuerde, esta enfermedad es autolimitante y no durará mucho tiempo. Usted necesitará manejar el ambiente del hogar, realizar los baños necesarios y aplicar las medicinas tópicas.

Importante

Son bastantes frecuentes los propietarios de perros de pelo corto, especialmente boxers, que acuden a la consulta por "granos", "forúnculos", "tumores", etc., en el mentón o cara de su mascota. No debe caer en pánico ya que puede ser algo tan simple como un proceso de acné canino autolimitante propio de la edad y de la raza.

Si es bueno que consulte para confirmar el diagnóstico, pero nunca es saludable confiar en que siempre el acné se va como llega y menos saludable es tomar justicia por mano propia: "reventar los granitos", ya que puede tratarse de otra patología (enunciadas en diagnóstico) y lo único que "reventaríamos" es un hormiguero pacífico con las consecuencias que puede imaginarse.

Fuentes

Véase también