Agustín Bardi

Agustín Bardi
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NombreAgustín Bardi
Nacimiento13 de agosto de 1884
Las Flores, Argentina
Fallecimiento21 de abril de 1941
Bernal, Argentina
Causa de la muertesíncope cardíaco
NacionalidadArgentina
OcupaciónViolinista, pianista y compositor

Agustín Bardi. Violinista, pianista y compositor argentino.

Síntesis biográfica

Agustín Bardi es un músico de tango, que nace el 13 de agosto de 1884 en Las Flores, Argentina ,se destaca como compositor, pianista y violinista, muy representativo del período conocido como guardia vieja. Ha sido considerado un genio musical, y uno de los compositores claves para la evolución del tango hacia su era de oro

Trayectoria

Cursa estudios primarios hasta el tercer grado, luego continua aprendiendo solo y merced a su vocación musical un tío le enseña rudimentos de guitarra. Esa aptitud musical se remonta a la niñez, época en que con su familia pasa a residir en la ciudad de Buenos Aire

Sus comienzos, Héctor y Luis Bates refieren: «Carnaval perdona todo; durante las fiestas de Momo todo se permite... ¡hasta que un chiquilín de ocho años integre la orquesta de Los Artesanos, remedando en la guitarra el arte insuperable de los maestros de la época! Así empieza Agustín Bardi su carrera artística.»

Los artesanos de Barracas constituían una famosa agrupación carnavalesca en la cual Agustín es mascota. Colabora desde muy joven en el sostén del hogar, ingresando en una empresa ubicada en la calle Bolívar, La Cargadora, de la que llegaría con el correr del tiempo a desempeñarse como gerente.

Estas obligaciones sin perjuicio de cumplir estudios de violín y piano, estos últimos —ya padre de familia— los complementa con el sacerdote Spadavecchia.

Ya residía en Barracas y comienza a relacionarse con otros músicos, actuando en diversos locales de la barriada.

Según los autores de La historia del tango, debuta como violinista junto a Genaro Espósito (El Tano, bandoneón) y José Camarano (El Tuerto. guitarra): «Trío entonces muy solicitado que comienzó a difundir sus primeras composiciones. Data de 1912 “Vicentito”, el primer tango que hace y que es escrito por Macchi, pues Bardi aún no escribía música.»

Finalmente opta por el piano, instrumento que se avenía más a sus preferencias.

Posteriormente se presenta en el famoso Armenonville y en el salón del Centro de Almaceneros de la calle Luis Sáenz Peña, junto con Samuel Castriota con quien, entre otros, actúan largos años en el mismo.

Desde su juventud le une proverbial amistad con los hermanos Greco; inspirándole admiración sincera el autor de “El jagüel”, Carlos Posadas.

Procuraremos trazar en breves líneas la personalidad musical que dentro de sí contenía Bardi. En su alma bullían melodías que solo tras exhaustivo análisis lleva a la partitura.

Riguroso autocrítico de su labor, no cedía un ápice en cuanto al perfeccionamiento de la misma. Cual novel ejecutante se ubica diariamente un par de horas junto al piano; de sus ágiles manos surgían escalas y ejercicios de digitación, abstraído de cuanto le rodea. Le deleitaban, por su modulación, los valses de Waldteufel.

Ya en su edad madura emanaba de su cabeza cierto aire profesoral, distaba de poseer espíritu risueño y comunicativo. No nos lleve a suponerle un resentido, ni menos un misántropo. La vida le impone temprana y constante lucha, debe enfrentar ocasiones adversas y los recursos son magros. Laborioso y resulta, vela por los suyos y aún dispone de tiempo para satisfacer su vocación. No le brinda holgura material su obra musical, acaso ello no le preocupara, pues en definitiva es un creador que con indoblegable tesón desea aprender y acrecentar su saber.

Podemos definirle como músico hasta la fibra más honda e idealista sincero, cuya prematura desaparición le impide su firme propósito de dedicarse a componer repertorio melódico. ¿Su pondría exhausta su inspiración para el tango quien nos ofreciera títulos inolvidables?

No precisamente, más bien asociamos que el compositor se halla maduro para exhibir los amplios y dúctiles recursos musicales que albergaba en sí.

Su hijo, el profesor Carlos Bardi músico capacitado que desarrolla tareas docentes al frente de conservatorio propio, nos evoca a su padre quien encauza el despertar de su vocación:

«En no pocas ocasiones escucha a su padre ejecutar al piano un tango aún no llevado a la partitura y surgido en rapto de espontánea inspiración. Sus conocimientos le permiten juzgarlo técnicamente. “Creo que es magnífico, papá. ¡Escríbelo! Mejor... si deseas lo haré yo mismo”. No demora su pausada respuesta: «Hijo, esta mañana mientras arreglaba el jardín bailaban estos compases en mi cabeza. El piano está a mano, y ya ves... no creo que sea para tanto». Encendía un Particulares, que son sus predilectos, en tanto fuma despaciosamente bailoteaba con un solo dedo sobre el teclado.»

En 1935 se retira de La Cargadora, pasando a desempeñarse en la firma Pampa, casa de rollos para pianola ubicada en Barracas. Similar actividad cumple posteriormente por su cuenta, bajo la marca Olimpo. Según nos asegura su hijo no realiza labor grabada.

Agustín Bardi se halla entre los fundadores de la sociedad de autores, entidad de la cual fue designado tesorero.

El mismo día de su desaparición comienza a escribir un tango que no concluye. Culmina esta tarea el maestro Julio De Caro. Ajustado ritmo posee “Sus últimas notas”, así titulado por su hijo Carlos. Esta composición es estrenada por el conjunto de Joaquín Do Reyes en LR1 Radio El Mundo.


Puede calcularse su producción en 70 obras aproximadamente. Predominan en ella los tangos, tres valses y dos rancheras. Permanecen inéditas unas 30 obras, entre los tangos uno dedicado a la morocha Laura, un vals, tres habaneras y cifras criollas.

Enumeraremos seguidamente algunos títulos que llevan su firma. Entre los tangos: “Vicentito”, “Lorenzo”, “Gallo ciego”, “C. T. V.”, “¡Qué noche!”, “La última cita”, “Nunca tuvo novio”, “El cuatrero”, “El rodeo”, “Chuzas”, “Barranca abajo”, “Cabecita negra”, “El abrojo”, “El pial”, “Adiós, pueblo”, “La racha”, “El paladín”, “Independiente Club”, “La guiñada”. “El baquiano”. “El taura”, “Se han sentado las carretas”, “Polvorita”, “Florcita”, “Pico blanco”, “Gente menuda”, “El buey solo”, “La última cita”, “Tiernamente”, “Tierrita”, “Rezagao”, “Misterio”, “Sin hilo en el carretel”, “Amén”, “Florentino”, “Golondrina”, “Cachada”, “No me escribas”, “Madre hay una sola”, “Triste queja”, “En su ley", “Acuérdate de mí”, “Las 12 menos 5”, “Se lo llevaron”, “A la sombra del recuerdo”, “Confidencia”, “Oiga compadre”. Los valses “Flirteando”, “Nocturno” y la ranchera “Tené cuidao”.

Muerte

Agustín Bardi fallece víctima de síncope cardíaco el 21 de abril de 1941 en Bernal, Argentina. Marchaba hacia su domicilio ubicado en Bernal y a corta distancia del mismo se desploma repentinamente sobre la acera. Sus restos se hallan sepultados en el cementerio de Ezpeleta.

Fuente