Amanita rubescens
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Amanita rubescens. Hongo basidiomiceto caracterizado por poseer un sombrero globoso, cuando es joven, que evoluciona a plano, de color rojizo, con la tonalidad del vino: en la madurez, posee numerosos restos del velo de la volva, de color blanco rosáceo.
Descripción
Sombrero de 5 a 15 centímetros de diámetro, carnoso, muy voluminoso. Primero hemisférico, luego convexo y por último abierto. Color marrón-vinoso, pardo-rojizo o algo más claro y siempre con tintes vinosos, cubierto de pequeñas escamas blancas, o placas harinosas, gris-blanco-vinosas.
Láminas apretadas, anchas, de color blanco con tintes rosados.
Pie ancho, lleno y poderoso, blanquecino-rosado que pasa luego a ser vinoso sobre todo en la base. Anillo amplio colgante, estriado y blanco.
Carne gruesa, blanquecina, que enrojece con el aire. Sabor dulce y olor imperceptible.
Hábitat y ecología
Vive principalmente en bosques de coníferas pero también en robledales y entre hayas robledales, desde finales de abril hasta el otoño.
Usos
Hongo comestible. Es una seta muy aprovechable en la cocina. Pero hay que tener mucho cuidado con ella, no solo por sus posibles confusiones, sino por sus componentes tóxicos volátiles. No se debe comer nunca cruda y si bien cocinada. Recomendamos su recolección a aficionados experimentados.
Se puede confundir con la Amanita pantherina (tóxica) y con la Amanita spissa, pero en ninguna de las dos se da el enrojecimiento típico de la carne.
Observaciones
Seta considerada comestible, es tóxica sin cocción, por presentar hemolisinas ( destruyen los glóbulos rojos), que se destruyen a 70º.
