Arteria occipital

Arteria occipital
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LatínArteria occipitalis
GrayTema #144 556
TAA12.2.05.030
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Dorlands/ElsevierArteria occipital
MeSHArteria occipital

La arteria occipital (abreviada como AO) es una de las ramas de la arteria carótida externa que irriga la región posterior del cuero cabelludo, los músculos de la nuca y las estructuras adyacentes. Es fundamental para el suministro de sangre oxigenada a estas áreas.[1]

Recorrido y relaciones anatómicas

La arteria occipital se origina en la arteria carótida externa, a nivel del borde inferior del músculo digástrico. Discurre hacia atrás y hacia arriba, pasando por debajo del músculo esternocleidomastoideo y luego por encima del músculo esplenio. Finalmente, emerge en la región occipital, donde se divide en sus ramas terminales.[2]


Ramas terminales

  1. Rama mastoidea: Irriga la región mastoidea del hueso temporal y el oído medio.
  2. Rama auricular: Suministra sangre a la piel y tejidos de la región auricular.
  3. Rama meníngea: Penetra en el cráneo a través del foramen mastoideo para irrigar la duramadre.[3]

Venas asociadas

La vena occipital acompaña a la arteria occipital y drena la sangre de la región occipital hacia la vena yugular interna. Esta vena es importante en la circulación venosa de la nuca y el cuero cabelludo.[4]

Nervios asociados

El nervio occipital mayor (C2) es el principal nervio relacionado con la arteria occipital. Este nervio proporciona inervación sensitiva a la región occipital y se encuentra en estrecha proximidad con la arteria durante su recorrido.[5]

Linfáticos acompañantes

Los vasos linfáticos de la región occipital drenan hacia los ganglios linfáticos cervicales profundos, que están asociados con la arteria occipital.[6]

Desarrollo embriológico

La arteria occipital se desarrolla a partir del segundo arco faríngeo durante la embriogénesis. Su formación está estrechamente relacionada con el desarrollo de los músculos de la nuca y las estructuras adyacentes.[7]

Estructura morfológica

La arteria occipital está compuesta por tres capas: la íntima, la media y la adventicia. La capa media contiene fibras musculares lisas que permiten la regulación del flujo sanguíneo hacia la región occipital.[8]

Relevancia médica

La arteria occipital es de gran importancia clínica en procedimientos como la cirugía de la nuca, la biopsia del cuero cabelludo y en casos de hemorragias occipitales. Su lesión puede provocar sangrado significativo debido a su alta vascularización.[9]

Variaciones anatómicas

En algunos casos, la arteria occipital puede originarse en conjunto con la arteria auricular posterior o presentar un recorrido atípico. Estas variaciones son importantes de considerar en procedimientos quirúrgicos.[10]

Diferencias y semejanzas con su par del lado contrario

La arteria occipital de ambos lados tiene un origen y recorrido similar, aunque pueden presentar ligeras diferencias en su ramificación y distribución. Ambas son simétricas en su función de irrigar la región occipital.[11]

Curiosidades

La arteria occipital es una de las arterias más estudiadas en anatomía debido a su importancia en la cirugía de cabeza y cuello.[12]

Historia

La arteria occipital ha sido objeto de estudio desde los inicios de la anatomía moderna. A continuación, se enumeran los hitos más importantes en su estudio:

  1. En el siglo XVI, Andreas Vesalius (1514-1564) describió las ramas de la arteria carótida externa en su obra De humani corporis fabrica (1543), aunque no le dio un nombre específico a la arteria occipital.[13]
  2. En el siglo XVII, Thomas Willis (1621-1675) estudió la vascularización de la cabeza y el cuello, incluyendo la región occipital, en su obra Cerebri Anatome (1664). Willis describió las conexiones entre las arterias de esta región, aunque su enfoque principal fue el círculo arterial cerebral.[14]
  3. Durante el siglo XIX, Henry Gray (1827-1861) incluyó descripciones detalladas de la arteria occipital en su obra Anatomy: Descriptive and Surgical (1858), destacando su importancia en la irrigación de la nuca y el cuero cabelludo.[15]
  4. En el siglo XX, el desarrollo de técnicas de imagen como la angiografía y la tomografía computarizada permitió visualizar con mayor precisión el recorrido y las variaciones anatómicas de la arteria occipital, lo que fue crucial para avances en la cirugía de cabeza y cuello.[16]
  5. En la actualidad, la arteria occipital sigue siendo un tema de interés en la investigación médica, especialmente en estudios sobre variaciones anatómicas y su implicación en procedimientos como la cirugía reconstructiva y la radioterapia en pacientes con cáncer de cabeza y cuello.[17]

Referencias

Fuentes

  • Sinnatamby, C. S., & Last, R. J. (2011). Last's Anatomy: Regional and Applied (12ª ed.). Churchill Livingstone.
  • Willis, T. (1664). Cerebri Anatome: Cui accessit nervorum descriptio et usus. Londres.