Artrosis de tobillo

Artrosis de tobillo
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degeneración (desgaste) del cartílago articular del tobillo

Artrosis de tobillo. Es el desgaste progresivo de las superficies articulares que conforman el tobillo, la cara articular de la tibia, la del astrágalo y la del peroné. No es tan habitual como la de cadera o la de rodilla, pero hace que la persona que la padece vea como su vida y capacidad de movimiento queden muy limitadas.

El tobillo actúa como un gran amortiguador de la extremidad inferior y reparte las fuerzas en cada pierna, la mitad hacia delante y la mitad hacia atrás. Esa función la ejecuta a través de un hueso que hay detrás del tobillo, el astrágalo, que es precisamente el que se va desgastando con el paso del tiempo.

Diagnóstico

Para diagnosticar la artrosis de tobillo es importante la historia clínica, haciendo hincapié en los antecedentes traumáticos a los que ha estado sometido el tobillo. A continuación, se exploran los puntos dolorosos, el aspecto externo de la articulación con sus posibles deformidades, la movilidad articular y el patrón de marcha.

El diagnóstico de imagen se fundamenta en el estudio radiológico simple. Las radiografías permiten diagnosticar la artrosis y su estado evolutivo, valorando las lesiones osteocartilaginosas y precisar la posición de los osteofitos y los cuerpos extraños.

En la mayoría de las ocasiones no son necesarias más pruebas de imagen. A veces es útil completar el estudio de imagen con pruebas como la resonancia magnética o el TAC. Con ellas se puede valorar mejor las características de la artrosis y la afectación de otras articulaciones vecinas.

Causas

Las causas de ese desgaste residen, por una parte, en las secuelas de traumatismos y fracturas, aunque también puede deberse a las secuelas de una osteocondritis de tobillo. Por último, encontramos también las artrosis de tobillo sin causa conocida o idiopáticas.

Síntomas

El paciente nota dolor en la misma garganta del pie, una sensación de presión que hace que se canse más y que camine con dificultad. Además, el tiempo de marcha disminuye y la persona acaba por no poder andar unos pocos metros seguidos.

El final del proceso pasa por la imposibilidad de andar, con lo que la persona debe optar siempre por usar medios de transporte.

Prevenir

Algunas medidas higiénicas y conservadoras pueden ralentizar la progresión de la artrosis. Los consejos pasan inevitablemente por la modificación de la actividad. Se desaconsejan deportes de contacto, carrera, salto y giro.

El ejercicio en piscina, la musculación y la bicicleta son muy recomendables para mantener la movilidad y la fuerza. Además ayudan a mantener el peso adecuado, porque como es lógico el exceso de peso empeorará los síntomas y el pronóstico.

Tratamiento

El tratamiento inicial de la artrosis de tobillo se basa en el uso de plantillas para acomodar mejor el pie y reducir la fuerza de impacto de la marcha en el tobillo.

Las infiltraciones de Ácido hialurónico o de corticoides también han dado unos buenos resultados en los grados iniciales de artrosis. En casos más avanzados, se recomienda la cirugía.

  • La artroscopia de tobillo permite realizar un desbridamiento o limpieza de la articulación con una mínima incisión y una rápida recuperación.
  • La artrodesis o fijación del tobillo se realiza en los casos muy severos en los que la destrucción articular es muy evidente. El resto de las articulaciones suplen el movimiento del tobillo.

En casos seleccionados, se puede optar por la prótesis total de tobillo, que permite conservar la movilidad de la articulación. En la mayoría de casos de pacientes con artrosis de tobillo avanzadas, la mejor opción es la fijación, ya que aunque se pierda movimiento se gana en calidad de vida.

La prótesis de tobillo permite una mayor movilidad, pero el riesgo de aflojamiento y movilización o desgaste de los componentes es alto si se realiza una actividad física importante y durante años.

Fuente

[1]/ artrosis-tobillo

[2]/ Imagen

Última actualización: 07/6/2019