Barotraumatismo

Barotraumatismo, también conocido como barotrauma es el daño físico causado a los tejidos del cuerpo por una diferencia de presión entre el espacio aéreo al interior o junto al cuerpo y el gas o líquido que lo rodea. La relación entre presión y volumen la define la ley de Boyle.

Barotraumatismo
Información sobre la plantilla
Barotraumatismoeeeeeeeeeeee.jpeg
Es el daño físico causado a los tejidos del cuerpo por una diferencia de presión.
Agente transmisor:No trasmisible.
Región más común:Oído medio, senos paranasales, piel, pulmones y huesos.


Barotraumatismo

Dado que el organismo no esta preparado para soportar esas bruscas variaciones de presión ambiente, sufre una agresión que se rige por simples leyes físicas. De acuerdo con la ley de Boyle-Mariotte, todas las partes del cuerpo que contengan una masa de gas sufrirán una variación en su volumen, que será inversamente proporcional a la variación de presión.

Todas aquellas lesiones provocadas en el organismo por las variaciones volumétricas de los gases que contienen, se denominan barotraumatismos.

Los barotraumatismos tienen dos mecanismos de producción dependiendo de la dirección de la acción mecánica ejercida por las variaciones volumétricas, al aumentar o disminuir el volumen (descensos o ascensos):

  • Efecto Implosivo: Es el efecto de succión o vacío, igual a una ventosa. El aumento de presión exterior incide sobre las paredes del espacio aéreo, empujándolas hacia dentro. Se produce en el descenso.
  • Efecto Explosivo: Es el efecto de explosión o salida hacia el exterior. Es consecuencia de la disminución de la presión exterior, la cual ocasiona una expansión del volumen del espacio aéreo que, de no encontrar salida el aire contenido, ejercerá presión hacia el exterior. Se produce durante el ascenso.

Barotraumatismo del oído

El oído medio es un lugar estrecho con aire circulante, situado entre el tímpano y el oído interno. El tímpano se mueve como consecuencia de las vibraciones del aire que llega a través del canal auditivo externo. Los movimientos de su membrana se transmiten al oído interno por medio del movimiento de los huesos del oído medio. Para que esto suceda, la presión del aire debe ser igual a ambos lados del tímpano. Las diferencias de presión del aire circulante empujan al tímpano hacia dentro o hacia fuera. Para evitar su ruptura, existe la trompa de Eustaquio, que conecta el oído con la rinofaringe, por donde el aire puede entrar o salir manteniendo la presión constante.

El barotraumatismo también afecta a los pulmones de los buzos ya que ellos deben adaptarse a las presiones crecientes del descenso en el agua, incrementando la presión interna en los pulmones para crear una compensación que mantenga controlada ambas presiones. Si el buzo sube de manera abrupta a la superficie, esa presión interna se descompensada, pudiendo dañar los pulmones.

Tipos de daño

Algunos ejemplos de órganos o tejidos dañados fácilmente por barotrauma son:

  • Oído medio (barotitis o aerotitis).
  • Senos paranasales (causando aerosinusitis)
  • Pulmones
  • Piel (cuando llevaba un traje de buceo que crea un espacio de aire)
  • Huesos (necrosis ósea y lesión del lóbulo temporal)

Barotraumatismo de Buceo

Durante el descenso, el buceador sufre un aumento de la presión ambiente, lo que ocasiona la disminución del volumen del oído medio y el cierre de la porción rinofaringea de la trompa de Eustaquio. La apertura de la trompa, para introducir aire en el oído interno e igualar así las presiones, solo puede realizarse con una maniobra voluntaria (deglución, maniobra de Vasalva, maniobra de Frenzel, etc).

Durante el ascenso, el buceador sufre una disminución de la presión ambiente, lo que ocasiona una presión positiva (por la expansión del aire) en el interior de la caja timpánica. Este aumento de la presión ocasiona que la trompa de Eustaquio se abra automáticamente, permitiendo la salida del aire.

Los problemas del oído en el buceo

  • Barotrauma del oído externo: Ocurre cuando el agua no inunda la totalidad del canal auditivo externo, creándose un volumen aéreo en la parte exterior del tímpano. Puede estar ocasionado por una capucha de traje muy ajustada, un tapón de cerumen, o el uso de tapones de goma. Durante el descenso, la presión ambiente aumenta, aumentando también la presión la caja timpánica al ser compensada, por contra la presión dentro de la cavidad aislada se negativiza; esto causa una succión del tímpano hacia el exterior. Pudiendo ocasionar congestión sanguínea de la piel que recubre el canal auditivo externo, pudiéndose extender también al tímpano, su cura es espontánea, sin necesidad de tratamiento. Para evitarlo no debe usarse tapones de goma para bucear, ni capuchas de traje demasiado apretadas.
  • Barotrauma del oído medio: Es el problema más frecuente, y es consecuencia de una mala compensación de presiones entre el oído medio y el externo. Si no se compensan las presiones, el barotraumatismo puede ser extremadamente grave y con consecuencias irreversibles, pudiendo ser implosivo o explosivo. Si hubiese, por ejemplo, una ruptura del tímpano (esto ocurre entre 1'4 y 5'7 metros de profundidad en un buceador que tenga la trompa de Eustaquio totalmente bloqueada), además del dolor intenso, puede aparecer también vértigos, zumbidos y sordera. Algunos de estos síntomas pueden ser para la vida, dependiendo de la gravedad del barotrauma. Para evitarlo debe usarse correctamente las técnicas de ecualización durante la inmersión, evitando sumergirse si estan constipados, con gripe, resfriados, o con inflamación o infección local en la nariz, senos, garganta y oídos que hacen que la mucosa de la trompa de Eustaquio padezca un engrosamiento debido al edema originado que entorpece su normal apertura.
  • Barotrauma del oído interno: Produce la ruptura de la ventana oval o de la membrana que cierra la ventana redonda. La ruptura será implosiva si se produce como consecuencia de una hipertensión en el oído medio y explosiva si está causada por una depresión timpánica o una sobrepresión de los líquidos laberínticos como consecuencia de una maniobra de Vasalva violenta, o realizar la maniobra de Vasalva durante el ascenso.
  • Otitis externa: Es el segundo problema más frecuente de los oídos de los buceadores. No es un barotraumatismo. Se trata de una infección del oído externo, que puede ser provocada por bacterias o por hongos. Las condiciones de humedad y calor de esta parte del cuerpo, así como la facilidad de contacto con agentes patógenos en suspensión en el agua, crea las condiciones ideales para este tipo de infecciones. Esta situación es muy dolorosa. La prevención pasa por mantener secos , libres de cera y sin heridas, los canales auditivos externos. En situaciones de riesgo o las personas con predisposición, se recomienda el uso de alcohol boricado a saturación, o ácido acético al 2% en propilenglicol.
  • Vértigo transitorio. Es uno de los problemas más graves que pueden aparecer durante la inmersión. Puede tener dos causas diferentes:
    • Vértigo alternobárico. Es un vértigo ocasionado por una diferencia de presiones entre el oído derecho y el izquierdo, aparece cuando uno de los oídos tiene más dificultad para compensar. Puede aparecer en el descenso, pero es más frecuente en el ascenso. Es una situación frecuente cuando se bucea constipado, pues una de las trompas de Eustaquio puede tener más dificultad, o incluso ser incapaz, de compensar. Se puede evitar el problema, no buceando siempre que en superficie se tenga la mínima dificultad en compensar uno de los oídos. Si aun así ocurre, se debe parar el ascenso o el descenso, descender o subir un metro, fijar la vista en un punto definido (lo mas aconsejado es el profundímetro). Normalmente pasado un momento, se siente una especie de silbido en el oído, y el vértigo desaparece.
    • Vértigo por distintos estímulos calóricos: Este tipo de vértigo no está relacionado con la presión (barotraumatismos). Tiene su origen en diferencias de temperatura entre los oídos, aparece cuando el sistema vestibular de un oído recibe un estímulo calórico diferente del otro oído. Puede ser causado , por ejemplo, por tener cera en el canal auditivo, por una capucha muy apretada, o incluso por defectos anatómicos.
  • Parálisis facial transitoria: Es una parálisis de un lado de la cara, que aparece en la subida, como continuación de una sobrepresión del oído medio del mismo lado. Normalmente esta precedida de vértigos y desaparece en un plazo máximo de una hora. Por suerte esta situación es muy rara, pero si acontece y dura más de una hora, entonces se debe tratar como enfermedad descompresiva.

Barotraumatismo pulmonar

El daño en los buceadores es generalmente causado por la respiración e inspiración en la ascensión. El ambiente submarino aumenta la presión al cuerpo, causando que la presión en los pulmones sea mayor, ampliándolos pudiendo causar heridas internas. En los pulmones no se siente el dolor cuando más expandido están, evitando que el buceador se alerte para evitar la lesión. El problema sólo se produce si un soplo de aire comprimido se toma en profundidad, que a continuación, expanda en ascenso aun más el volumen pulmonar.

Barotraumatismo por ventilador mecánico

La ventilación mecánica puede llevar a barotrauma de los pulmones. Esto puede deberse a:

  • La presión absoluta a utilizarse para ventilar los pulmones no es la correcta.
  • Diferencias de presión asociadas a los rápidos cambios en velocidad del gas.

La ruptura resultante alveolar puede dar lugar a neumotórax, efisema intersticial pulmonar y neumomediastino.

Barotraumatismo sinusal

Los senos son unos huecos en la masa ósea del cráneo, que se comunican algunos entre si y con la cavidad nasofaringea, por unos pequeños conductos óseos. Al igual que en el oído, la problemática barotraumática de los senos viene condicionada por la existencia de una patología en los conductos que los comunican.

Cuando alguno de los senos tiene su vía de drenaje obstruida, sea cual sea la causa, pueden aparecer procesos barotraumáticos. Para los senos la compensación asistida es muy difícil. Tan solo una parada o una marcha lenta durante el descenso o el ascenso puede evitar empeorar la situación.

Los barotraumas sinusales pueden aparecer tanto en el descenso como en el ascenso, pero son más frecuentes en el primer caso. Después de los barotraumas de oído constituyen una de las afecciones más frecuentes de los buceadores.

Los senos más afectados acostumbran a ser los frontales, siendo sus síntomas la aparición de dolor violento al descender, o la aparición, después del buceo, de pequeñas cantidades de sangre en las gafas, consecuencia de desgarramiento en el tejido y vasos sanguíneos que recubren la cavidad interna de los senos.

Para evitarlos no debe bucearse con congestiones nasales producidas por las rinitis, con resfriados o sinusitis; pueden ser ocasionadas también por pólipos que obstruyan el paso del aire al interior del seno, el tabique nasal desviado, o el abuso de vasoconstrictores.

Barotraumatismo gástrico

Conocido también como cólico del escafandrista, son sus síntomas la aparición de un violento dolor en la zona abdominal. Es muy infrecuente. La formación de abundantes gases abdominales durante la inmersión pueden provocar durante el ascenso intensos dolores cólicos, si el músculo de entrada al estómago se cerrase. Puede aparecer en buceadores que tengan predisposición a padecer aerofagia.

Barotraumatismo dental

Es también otro barotrauma muy infrecuente. Aquellas piezas dentales que estén cariadas puede ser motivo de molestia para el buceador al introducirse o formarse burbujas de aire en su interior en el transcurso de la inmersión, y durante el ascenso, al expandirse, producen un efecto compresivo sobre el nervio dental, apareciendo una sensación de dolor brusca e intensa.

La mejor prevención es una buena higiene dental, con revisiones periódicas, ocluyendo con amalgama todas las caries existentes.

Barotraumatismo conjuntival

Conocido también como placaje de máscara, ocurre durante el descenso. Para poder ver debajo del agua, los buceadores usan las gafas de buceo, pero con esto se ha creado un compartimento aéreo que se verá sujeto a la ley de Boyle-Mariotte, lo que puede ser motivo de un barotrauma si la técnica es defectuosa.

Durante los sucesivos cambios de cota que se suceden en una inmersión, es posible que se forme una depresión dentro de la máscara, lo que origina un efecto ventosa de la parte de la cara que envuelve la máscara de buceo, lo que ocasionará pequeñas epistaxis y/o sufusiones hemorrágicas conjuntivales que, sin revestir ninguna gravedad, estéticamente son aparatosas.

Para evitarlo es necesario que, durante el descenso, se introduzca aire dentro de las gafas soplando por la nariz, evitando así una presión interior negativa por aumento de la presión ambiente.

Fuente