Boudica

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Valiente mujer acaudilló no sólo a los icenos, que estaban asentados en el este de Inglaterra, cerca de la actual Norfolk, sino a todas las tribus vecinas en el mayor levantamiento contra la ocupación romana que se produjo en Gran Bretaña.
NacimientoIslas Británicas
Fallecimiento61 d. C.
Watling Street, Britania
Causa de la muerteSuicidio
NacionalidadBritánica
Otros nombresBudica, Boadicea o Baudicca
CiudadaníaBritánica
OcupaciónReina
SucesorImperio romano
CónyugePrasutagus
Obras destacadasBonduca

Boudica. Reina guerrera de la tribu de los icenos, que era uno de los pueblos que habitaban las Islas Británicas en tiempos de los romanos. En la historiografía se le conoce como: Budica, Boadicea o Baudicca, nombre que significa victoria.

Síntesis biográfica

Mujer valiente que acaudilló a los icenos que estaban asentados en el este de Inglaterra, cerca del actual Norfolk, y a todas las tribus vecinas en el mayor levantamiento contra la ocupación romana que se produjo en Gran Bretaña. Señalan los historiadores que este hecho tuvo lugar hacia el año 60 a. n. e. durante el mandato del emperador Nerón.

Los acontecimientos fueron narrados por historiadores como Cornelio Tácito (55-120 a.n.e,) y Dión Casio (I55-235 a.n.e.), los cuales coinciden en que esta mujer provenía de una familia de aristócratas icenos.

Boudica

Dión Casio narra que ella “poseía una inteligencia más grande que la que generalmente tienen las mujeres”, era alta, con voz áspera, mirada feroz, cabello pelirrojo hasta la cadera, túnica de muchos colores y un manto grueso ajustado con un broche. Usaba un grueso collar de oro, aditamento que entre los pueblos celtas significaba nobleza.

Su esposo Prasutagus, probablemente llamado Esuprastus, era el rey de los icenos. Como todos los pueblos celtas, ellos daban gran importancia a su independencia, lo que dio lugar a que tuvieran varios roces con los romanos.

Afirma Tácito que lo romanos azotaron a Boudica, violaron a sus dos hijas, lo que hizo se desatara la furia de esta reina y que los icenos conspiraran para levantarse contra ellos, y eligieron a esta guerrera como su líder.

Levantamiento contra los romanos

El primer blanco de los rebeldes fue Camulodunum (Colchester). El ejército de Boudica cayó sobre una ciudad mal defendida, la destruyeron e incendiaron. Quinto Petilio Cerial, entonces legado de la Legión IX Hispana, intentó socorrer a la ciudad con un destacamento de esa legión, pero sus fuerzas fueron derrotadas. Su infantería fue emboscada en una zona boscosa y sólo el comandante y parte de su caballería consiguieron escapar.

Cuando Cayo Suetonio Paulino (gobernador de Britania) conoció de los hechos, ordenó dirigirse a Londinium, el próximo objetivo de Boudica; pero le fue imposible defenderla, y se retiró de la misma, pudiendo así Boudica incendiar la ciudad y masacrar a sus habitantes. Suetonio Paulino no llegó a tiempo pera defender Verulamium, y la ciudad también fue arrasada.

Batalla de Watling Street

Suetonio y Boudica se enfrentaron por fin en la Batalla de Watling Street en la ruta conocida actualmente como Watling Street, entre las antiguas Londinium y Viroconium (actualmente Wroxeter en Shropshire).

El ejército romano que estaba bien disciplinado y armado, se ubicó en posiciones donde no podía ser flanqueado, ni emboscado. Las tropas de la guerrera Boudica superaban en número a las romanas, pero eran poco uniformes en cuanto a las armas que portaban y la edad de los guerreros entre los que había niños y ancianos.

Cuando la infantería de las mucho más disciplinadas formaciones romanas atacó hicieron caer sobre los rebeldes una lluvia de lanzas que diezmó sus primeras líneas y los sumió en una confusión que los hizo retroceder, dejando en el campo a muchos muertos. Suetonio ordenó a sus soldados avanzar a paso lento pero sostenido, en una línea en forma de sierra dentada, cubriendo sus flancos con sus escudos. Al verlos venir, los guerreros de Boudica volvieron a cargar, encajonándose entre los "dientes" de las filas romanas. Los legionarios de la primera hilera, defendidos por los escudos, atravesaron con sus espadas a centenares de atacantes, casi sin recibir daños. Al cabo de cuatro o cinco minutos de combate, a una señal de sus oficiales, dejaban el puesto al que formaba detrás, colocándose en la última posición. Lo que permitía que soldados "frescos" entraran en combate y los que habían peleado recuperaran sus fuerzas.

La masacre fue total, los britanos sintieron pánico al no poder perforar la formación enemiga y comenzaron a retroceder, aplastándose unos a otros mientras los romanos seguían su avance implacablemente. En su desesperación por huir, los britanos no solo empujaron a los guerreros que avanzaban detrás sino a las mujeres, niños y ancianos que aguardaban el desenlace de la batalla en las cercanías. La avalancha que produjeron fue tal, que unos 40 000 murieron aplastados entre los combatientes en desbandada y los vehículos que impedían la retirada.

Los romanos no tuvieron piedad, ni siquiera de mujeres embarazadas y niños y durante horas se dedicaron a asesinar a los heridos y a perseguir a los que habían logrado huir

Muerte

Boudica terminó suicidándose con veneno para evitar ser atrapada. Según Tácito:

“tal fue el grado de violencia que los romanos aplicaron que durante los cuatro siglos siguientes la provincia se mantuvo en paz”.

Incluso el emperador Nerón calificó de “muy duro” el castigo dado a los celtas que lucharon.

Obras en su honor

Boudica, la mujer valiente, inspiró a los dramaturgos ingleses Francis Beaumont (1584-1616) y a John Fletcher (1579-1625), contemporáneos de Shakespeare, a escribir con un gran realismo, en 1610, la obra de teatro Bonduca.

En 1782 William Cowper escribió un popular poema, Boadicea. Y en el cine su historia también ha sido contada en dos filmes, uno en 1928 y el más reciente en 2003.

Fuente