Burj Al Arab (hotel en Dubái)

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Burj Al Arab
Información  sobre la plantilla
Burj Al Arab.jpg
Hotel en Dubái
Información geográfica
PaísBandera de los Emiratos Árabes Unidos Emiratos Árabes Unidos
CiudadDubái
DirecciónJumeirah Beach Road
(avenida de la playa Yumeirá)
Información general
Construcción1994
Inauguración1 de diciembre de 1999
Superficie120 000 m²

Burj Al Arab. Es un hotel de lujo con una altura de 321 metros, siendo el tercer hotel más alto de todo el mundo (superado por el Rose Tower y el Hotel Ryugyong).

Fue construido sobre una isla artificial localizada a 270 metros de la playa de la ciudad de Dubái (en los Emiratos Árabes Unidos), en la costa del golfo Pérsico. La isla está conectada a tierra firme mediante una carretera.

Es el único hotel de 7 estrellas del mundo.

Historia

En 1994 un grupo de jóvenes arquitectos ingleses, liderados por Thomas Willis Wright, recibió el encargo de su vida: diseñar un edificio que sea el símbolo de una ciudad, Dubái, y de un país, los Emiratos Árabes Unidos. El cliente era el multimillonario príncipe de Dubái, su «excelencia» el sheik Mohammed Bin Rashid Al Maktoum. En esa época muy pocos podían (podíamos) ubicar Dubái en un mapa. Pues bien, su propuesta para el Burj Al Arab, la Torre de los Árabes, puso a Dubái en el mapa.

Ubicación

El hotel se ubica a 17 km de la ciudad de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos. Cuenta con una altura de 321 m y se ubica sobre una isla artificial en el golfo Pérsico, a 270 m de la costa, y está conectada con la costa por medio de una carretera.

Descripción

Inspirado en una vela henchida al viento, tal como las numerosas embarcaciones que confluyeron en Dubái, desde su establecimiento como puerto en el golfo Pérsico, mucho antes de la era petrolera.

Habitaciones

Este hotel es manejado por la empresa Jumeirah Group. A pesar de su tamaño, Burj Al Arab solo posee 202 habitaciones en suite. La suite más pequeña ocupa un área de 169 m², mientras que la más grande cubre 780 m². Los precios varían entre los 2500 y los 40 000 dólares por noche. La suite real (The Royal Suite), valorada en 137 716 por noche, está en el ranking mundial de las 15 habitaciones de hotel más caras, hecho por el canal de televisión CNN Go en 2012.

Diseño, comodidad y ostentación

La mayoría de los espacios tienen cine privado, ascensor personal, tres televisores de 42 pulgadas, 10 teléfonos fijos, un jacuzzi y cinco mayordomos.

El hotel posee ocho restaurantes y lounges, entre los que destacan el Al Mahara ―ubicado bajo el mar― con una increíble vista subacuática a través de un vitral en forma de acuario, en el que curiosean peces de diferentes colores.

La especialidad es un excéntrico postre recubierto con láminas de oro. Una cena para dos personas en cualquiera de los restaurantes del hotel no baja de los 2000 dólares, y no incluye bebidas.

Los huéspedes también cuentan con el Asawan Spa & Health Club, cuatro piscinas (dos interiores y dos exteriores), un parque acuático propio, cancha de golf, el Wild Wadi Water Park y un balneario privado: la exclusiva playa de Jumeirah.

El transporte no es un problema, ya que todo aquel que se aloje en el hotel tiene derecho a elegir entre un BMW, un Rolls Royce (aquí descansa la mayor flota de autos de esta marca en el mundo) o un helicóptero, que aterriza en la terraza misma del Burj Al Arab.

Por supuesto, el status de los clientes hace honor al lujo del establecimiento, ya que en su mayoría se trata de millonarios y celebridades de todo el mundo, entre ellas el expresidente de Estados Unidos Bill Clinton. En 2009, David Beckham y su esposa pagaron 120 000 dólares por cuatro días y noches.

Características

El Burj Al Arab (Torre El Árabe) es uno de esos edificios que terminan convirtiéndose en icono de una ciudad, en este caso de Dubái en Emiratos Árabes. Esto es debido a su forma de vela de barco, su color blanco resplandeciente, su altura de 321 metros y su localización en una playa artificial separada unos metros de la costa aislándole del resto de rascacielos cercanos.

Esta torre se comenzó a edificar en 1994. Primero se construyó una isla artificial a 270 metros de la costa para ubicar el edificio. La isla está unida a tierra firme por un puente que le da acceso terrestre.

Tras casi 5 años de construcción, se inauguró en 1999.El Burj Al Arab tiene 56 plantas, la más alta situada a casi 200m de altura y todo el edificio es utilizado como hotel. Pero no un hotel cualquiera: el mejor hotel del mundo. Tanto es así, que aunque oficialmente tiene 6 estrellas muchos le otorgan 7 estrellas… el único hotel de 7 estrellas.

Posee el lobby más alto del mundo, en sintonía con todo en Emiratos Árabes, el país del «y yo más».

El hotel tiene 202 habitaciones, todas de tipo suite.

Tiene también un helipuerto con acceso directo al hotel, diseñado como una especie de plato redondo en la parte alta del Burj Al Arab.

Si se prefiere entrar por tierra, deberás cruzar el puente que comunica el Burj Al Arab con la costa. A la entrada del puente hay un punto de seguridad del que no se puede pasar salvo estar alojado en el hotel o tener reserva en alguno de sus 9 restaurantes.

Desde la cercana playa pública Umm Suqeim se tiene una buena vista lateral del Burj Al Arab, y además se permite hacer fotos de noche.

Características constructivas

El diseño del hotel Burj Al Arab pertenece al arquitecto Tom Wright y está inspirado e los barcos a vela tradicionales árabes (dhow), con dos alas extendidas en V, conformando un enorme mástil. La isla sobre la que se emplaza el hotel es obra del ingeniero Mc Niolcas, y está construida en roca y bloques de cemento diseñados especialmente para reducir el impacto del mar.

Para resistir los embates del viento, se realizó una estructura externa para el edificio, conocida como exoesqueleto. Otro de los elementos distintivos del hotel son los 9 restaurantes, que se encuentran a una altura de 200 msnm. El Al Muntaha es un restaurante en voladizo que brinda la ilusión de estar suspendido en el aire.

Otra vista del hotel Burj Al Arab de noche.

Para evitar el recalentamiento del edificio y el asoleamiento excesivo, la fachada no se realizó en vidrio, sino con una doble piel de tela screen blanca translúcida, tensada por sobre la estructura.

Para mantener la temperatura adecuada, se colocó un sistema de refrigeración. El calor que pasa la primera piel, disminuye con el aire que circula entre ambas capas. El helipuerto y cancha de tenis, se eleva también a 200m sobre el mar, es otra estructura en voladizo.

Hay ocho restaurantes en el hotel, además del restaurante en voladizo Al Muntaha, entre los que podemos destacar el Al Mahara, que se encuentra bajo el nivel del mar, pero además posee un acuario que ofrece un paisaje marino a los comensales. La decoración interior del edificio es obra de la decoradora china Khuan Chew, y se destaca por el lujo y el colorido. En el revestimiento se emplearon láminas de oro que contribuyen a crear una atmósfera de opulencia.

Diseño interior

Si bien el diseño exterior del hotel se destaca por su forma escultórica y por una plástica elegante y simbólica, su interior caracteriza por un diseño opulento y palaciego, y a mi juicio personal, recargado, ecléctico y barroco.

La categorización de hoteles va de 1 a 5 estrellas, su denominación como «el único hotel de 7 estrellas» implica un servicio que va mucho más allá de los niveles usuales en hoteles de 6 estrellas. Era obvio de que «su majestad» Mohamed quería que el hotel fuera un alarde de lujo.

Dicho alarde puede verse incluso antes de ingresar al hotel, donde mediante sofisticados mecanismos nos recibe una fuente de agua y fuego. ¿Cómo se puede hacer arder el agua?

Su diseño interior estuvo a cargo la diseñadora china Khuan Chew, famosa decoradora de grandes hoteles en el mundo. Su concepto, según ella, se basó en los cuatro elementos del mundo antiguo: agua, fuego, viento y tierra.

El agua se encuentra presente en acuarios y fuentes en varios puntos en el hotel. La tierra está representada por los 24 000 m² de mármoles y piedras preciosas utilizadas. El aire, se representa en el vapor que surge de sus fuentes, y el fuego en el espectáculo externo del hotel.

El color dorado abunda por doquier, pero no es pintura dorada. «Aquí, todo lo que brilla es oro», afirma Chew. En todo el hotel se utilizaron 2000 m² de lámina de oro.

Al ingresar al lobby, que con sus 180 m es el más alto del mundo, se percibe la obscena opulencia, con un toque kitsch típico de las construcciones de estos países. Una concha dorada, en el cielorraso y las propias columnas del lobby se hallan recubiertas de oro, que contrastan con el exuberante colorido de las suites y el mobiliario.

Según lo comentó, en un principio la diseñadora había dejado este atrio completamente blanco, para que la volumetría de las suites, compuesta por cientos de fachadas curvas, le diera al atrio el carácter por sí misma.

Sin embargo, el sheik rechazó rotundamente el estilo minimalista y exigió mucho más color y pompa. Bueno, ¿qué se le puede decir a un cliente así? Supongo que este es uno de los casos en los que el arquitecto se vuelve un ejecutor de las ideas del cliente. Chew entonces decidió trabajar un espectro de colores siguiendo una gama de arcoíris que vaya cambiando ligeramente conforme se vaya ascendiendo de nivel, desde el azul al amarillo.

Los pisos serían recubiertos con alfombras azules, lo que tiene un vívido efecto al contemplarse desde arriba. Además, incluyó fuentes danzantes escalonadas, un grupo de acuarios y juegos lumínicos para dar más dramatismo al ingreso al hotel. La decoración de los restaurantes está también destinada a impresionar. El restaurant Al Mahara (la Ostra) se halla rodeado de enormes tanques de agua que contienen una variada flora y fauna marina. Se accede al restaurante mediante una simulación de un submarino.

Para el Al Muntaha, el restaurante panorámico, la diseñadora eligió unos motivos decorados en azules y verdes, que simbolizan las ondas del mar. A mi juicio, le quitó claridad a la limpieza de la curva que se ve desde el exterior. Y, finalmente las suites fueron decoradas como pequeños palacios, incluyendo escaleras imperiales, columnas clásicas, mármoles, terciopelos y oro, a la vez que numerosas sofisticaciones electrónicas.

El extremo barroquismo del interior, que contrasta con las líneas contemporáneas y aerodinámicas del exterior, genera una percepción contradictoria y hasta contraproducente y una sensación de atosigamiento ante tal ostentación de riqueza.

Empresas constructoras

El Burj Al Arab fue diseñado por la consultora multidisciplinaria Atkins dirigida por el arquitecto Tom Wright, cofundador de WKK Architects. El diseño y la construcción fueron gestionados por el ingeniero canadiense Rick Gregory también de WS Atkins. Es muy similar a la Torre Vasco da Gama ubicada en la ciudad de Lisboa (capital de Portugal).

La construcción de la isla comenzó en 1994 e involucró hasta 2000 trabajadores de la construcción. Fue construido para parecerse a la ondulante vela spinnaker de un yate de clase J.

Dos «alas» se extendieron en una V para formar un vasto «mástil», mientras que el espacio entre ellas está encerrado en un atrio masivo.

Una Isla Artificial

Varias características del hotel requerían hazañas de ingeniería complejas para lograrlo. El hotel descansa en una isla artificial construida a 280 m de la costa. Para asegurar una base, los constructores empujaron 230 pilas de concreto de 40 metros de longitud en la arena.

Los ingenieros crearon una capa de tierra / superficie de rocas grandes, que está rodeada con un patrón de panal de hormigón, que sirve para proteger la base de la erosión. Le tomó tres años recuperar la tierra del mar, mientras que le tomó menos de tres años construir el edificio en sí. El edificio contiene más de 70 000 m³ de concreto y 10 000 toneladas de acero.

Un gran atrio

Dentro del edificio, el atrio tiene 180 m de altura. El atrio de 18 pisos está rodeado por 12 paneles de membrana de dos capas tensados individualmente que forman la fachada orientada al norte. Dada la altura del edificio, el Burj Al Arab es el quinto hotel más alto del mundo después del Gevora Hotel, JW Marriott Marquis Dubai, Four Seasons Place Kuala Lumpur y el Rose and Rayhaan by Rotana.

Pero donde los edificios de uso mixto fueron eliminados de la lista, el Burj Al Arab sería el tercer hotel más alto del mundo. La estructura del hotel Rose Rayhaan, también en Dubái, es 12 metros más alto que el Burj Al Arab.

Concepción

Si bien Dubái encontró la razón de su boom económico en el petróleo, sus gobernantes notaron que sus reservas iban a acabarse en el 2016. Decidieron entonces girar la economía hacia el turismo de lujo. El hotel fue el símbolo de un giro en la visión del desarrollo de este emirato, hoy convertido en una de las áreas de mayor desarrollo inmobiliario del mundo.

Cuando fue culminado en 1999 el Burj Al Arab era el hotel más alto del mundo con 321 metros. Hoy ese récord lo tiene el Burj Dubái, el edificio más alto del mundo.

Pero no es sólo su altura si no su particular forma lo que lo hace distintivo, inspirándose en una vela henchida al viento, tal como las numerosas embarcaciones que confluyeron en Dubái, desde su establecimiento como puerto en el Golfo Pérsico, mucho antes de la era petrolera.

El edificio se organiza en dos brazos en forma de V en torno a un atrio. Del vértice de la V nacen dos arcos escultóricos de acero que, separándose de la estructura principal, le dan al Burj Al Arab su forma característica.

La fachada está recubierta por dos capas de lona, otra referencia náutica a los veleros de los emiratos, y que están separadas 60 cm entre sí para contener el excesivo calor y radiación solar hacia el interior del atrio.

El edificio está coronado por un cono invertido suspendido que, cuando no funciona como helipuerto, es una impresionante cancha de tenis.

La primera isla artificial en Dubái

Para dar la impresión de que el edificio está flotando sobre el agua, se lo emplazó sobre su propia isla artificial, 250 metros separada de la playa. Otra razón para ello fue evitar que un edificio tan alto hiciera sombra sobre las playas de Jumeirah.

En 1994 se inició la construcción de la isla artificial sobre la que se yergue el hotel. Fue la primera vez que se hacía una isla artificial en Dubái, que luego se haría famosa por proyectos como la Isla Palmera o El Mundo.

Sin embargo esta isla debía ser baja, para dar la impresión de que el edificio estaba flotando, lo cual ocasionaba un riesgo ante las tormentas que se dan en el golfo pérsico. Esto se resolvió con unos bloques perforados de concreto montados sobre una cama de roca, diseñados para reducir el impacto de las olas, actuando como una esponja artificial gigante.

Concepción estructural

Algunas de las críticas al Burj Al Arab refieren que su formalismo acarreó un excesivo sobrecosto y una gran complejidad a la hora de su construcción.

Por ejemplo, para dar solidez a los cimientos, y debido a la poca consistencia de la arena, se tuvo que plantar una trama de 250 pilotes de concreto armado 40 metros en el lecho marino, que dieran estabilidad a la estructura (en un proceso parecido al que se utilizó en el Burj Dubái).

Las 202 habitaciones, cada una consistente en una suite de dos niveles, fueron prefabricadas y montadas en sitio sobre una estructura de concreto. Cada suite conforma una fachada curva que define a su vez un balcón para la suite superior. A fin de aprovechar mejor el espacio de las habitaciones los arquitectos propusieron paredes delgadas para los dos bloques en V, las cuales no serían lo suficientemente resistentes ante vientos y terremotos.

Los arquitectos propusieron que estos dos bloques se arriostraran mediante unas vigas en X que se entrecruzan en la fachada del Burj Al Arab.

Mayor rigidez se consigue adicionalmente mediante unas estructuras metálicas gigantes de sección triangular en las fachadas laterales exteriores, a manera de exoesqueleto, que se arriostran diagonalmente entre los dos arcos laterales y la gran columna de concreto en la parte posterior del hotel.

Cada una de estas estructuras mide 85 m de largo y pesa 165 toneladas, por lo que para ser montadas tuvieron que ser montadas con grúas especiales usadas para minería.

Para resolver los cambios de temperatura, un soporte especial en forma de biela permite la expansión o contracción del elemento metálico, que puede llegar a los 5 cm en un día de extremo calor.

Restaurante suspendido

Pero el elemento más dramático en la composición es el restaurante Al Muntaha (‘el más alto’) el cual, con su estética sección en C, se encuentra suspendido a 200 metros sobre el mar, proyectándose 30 metros a cada lado de la columna central. Es clara la idea del arquitecto dar a los comensales la sensación de que se está cenando en el aire, con una vista ininterrumpida el entorno.

Pero ¿cómo hacer para construirlo? El secreto consiste en una serie de vigas metálicas de 1,6 metros de espesor, dispuestas en forma radial que nacen de la columna de concreto y que soportan la base del restaurante, recubierto en aluminio y vidrio para reducir su peso.

Prohibición religiosa

Una vez culminado el hotel Burj Al Arab, la gente local estaba tan maravillada con el edificio que empezó a reproducir la imagen del mismo en las placas de los carros. Para ello eligieron la imagen que se ve del hotel desde el mar. El impresionante restaurant horizontal se ve como incrustado en la columna vertical, pero desde el mar forma (involuntariamente) una cruz.

¿Un país musulmán como los Emiratos Árabes Unidos llevando la imagen de la cruz en las placas de sus carros? Nadie se había dado cuenta de eso hasta entonces. Como resultado el sheik mandó quitar todas las placas de vehículos con esa imagen y reemplazarla con una vista oblicua desde la playa.

Fuentes