Carmen Herrera Nieto

Carmen Herrera Nieto
Información sobre la plantilla
Carmen 1..png
Pintora y escultora cubana,radicada en Estados Unidos desde mediados de los años cincuenta. Sus pinturas forman parte del movimiento minimalista geométrico.
Nacimiento31 de mayo de 1915
Habana- Cuba
NacionalidadAmerican, Cuban
EducaciónLiga de estudiantes de arte de Nueva York, Universidad de la Habana
OcupaciónPintora
CónyugeJesse Loewnthal
PadresAntonio Herrera Lopez y Carmela Nieto y Font
Obras destacadasIberic, Carmen Herrera - Untitled (1952), MÁS

Carmen Herrera Nieto Es una pintora y escultora cubana. Sus obras tienen una precisión casi espiritual, sus pinturas forman parte del movimiento minimalista geométrico. Su estilo es hard edge. Afincada en Estados Unidos desde mediados de los años cincuenta. Vive cerca de Unión Square ciudad de Nueva York.

Daros biográficos

Nace en La Habana, el 31 de mayo de 1915, fue la menor de siete hermanos, su padre era editor del diario El Mundo y su madre una reportera del periódico.

Trayectoria

Carmen Herrera: una presencia insuficiente en el patrimonio cultural cubano

20..jpg

La obra de Carmen Herrera Nieto sustenta una obra de sólidos planteamientos estéticos desarrollados a lo largo de seis décadas de trabajo ininterrumpido. La centenaria artista, residente en Nueva York desde 1954, es internacionalmente reconocida por el despliegue de un universo de relaciones formales que tienen el color y la línea como substancias fundamentales.

Su abstracción geométrica minimalista propone composiciones de un riguroso orden visual, enraizado en su expreso interés por la arquitectura.

La mayor parte de su trayectoria artística transcurrió fuera de Cuba por su temprano asentamiento en París y luego en Nueva York. Su actuación en el circuito expositivo habanero se circunscribe casi exclusivamente a la década del treinta, con excepción de la muestra personal de pinturas desplegada en el Lyceum de La Habana en 1950 y su aparición en el V Salón Nacional de Pintura, Escultura y Grabado en el año 1951.

En una primera etapa mostraba predilección por el arte tridimensional. A la Exposición de auto-retratos, Círculo de Bellas Artes (1933), el XVIII Salón de Bellas Artes (1936) y la II Exposición Nacional de Pintura y Escultura, Castillo de la Real Fuerza (1938), asistió con piezas escultóricas figurativas en yeso y madera, obras de paradero desconocido de las que perduran escasas referencias gráficas.

El Museo Nacional de Bellas Artes atesora en su colección una escultura perteneciente a este segmento de su producción. La talla en madera titulada Cristo (ca. 1936), es usualmente referida en los estudios académicos sobre la artista por constituir la única pieza de connotación política que ejecutara a lo largo de su carrera.

Vida

Carmen Herrera estudió en París durante su adolescencia y volvió a La Habana para estudiar arquitectura en la universidad. Por aquella época, además, ya había empezado a dar sus primeros pasos la pintura, se inspiró en los trabajos de Amelia Peláez, la famosa pintora cubana, para convertirse en artista. Con 18 años participó en su primera exposición. Durante esta primera etapa, Carmen trabajó la figuración tanto en pintura como en escultura.

A mediados de los años 30, Carmen conoció al fotógrafo Jesse Loewnthal y se casaron en 1939. Carmen abandonó sus estudios de arquitectura y se mudaron a Nueva York, donde descubrió que su verdadera vocación era el arte. Tras pasar la Art Student’s League de Nueva York, en 1948 se irá junto a Jesse de nuevo a París. En esta ciudad entabla amistad con J. P. Sartre y Simone de Beauvier o con la pintora Marie Raymond, madre de Yves Klein.

Su estancia en París fue fundamental en la definición de su trabajo aqui descubre la abstracción geométrica de Malevich, Josef Albers y la Bauhaus, Mondrian o Sonia Delaunay y también a Matisse. Durante estos años, la obra de Carmen Herrera empieza a basarse en la combinación de dos o tres colores y de formas geométricas como el rectángulo, el triángulo o el semicírculo.

A lo largo de su trayectoria, siempre ha ido tratando de simplificar y reducir elementos. Sobre esto ha dicho: “Cuando pienso que está terminado, le quito algo y está mejor”.

Allí se unió a un grupo de artistas abstractos, miembros del Salón de las Nuevas Realidades. En aquel lugar, Carmen toma contacto con lo abstracto; maravillada, tropieza con el «arte degenerado», expone junto a Jean Arp o Francis Picabia, Sonia Delaunay entre otros y hasta le daría tiempo a crear obras Op Art, antes del Op Art.

En Europa depurará su estilo de abstracción orgánica hacia algo más geométrico, depurado y limpio.

En 1953, al volver a Nueva York, el expresionismo abstracto dominaba la escena artística, por lo que la situación no fue fácil para Carmen y su obra. La abstracción geométrica de la cubana resulta desapercibida: el expresionismo abstracto es la nueva epifanía artística en USA, a pesar de que la critica valoraba altamente su trabajo europeo,su obra sería rechazada por una importante galerista quien, aún alabandola, concluye que por su condición de mujer, lo suyo no sería vendible.

Durante décadas, Herrera celebró esporádicas exposiciones individuales, incluyendo muestras en un par de museos (The Alternative Museum en 1984 y El Museo del Barrio en 1998).

Herrera jamás volverá a intentar promocionar su obra, y durante medio siglo se dedicaría a amontonar en su estudio decenas de lienzos y bocetos de esculturas, desarrollando calladamente un Minimalismo Hard Edge (contornos duros) basado en el arte Concreto, muy en línea con reputadísimos contemporáneos masculinos como Frank Stella o Barnett Newman.

Sintiéndose libérrima con tal carencia de reconocimiento comercial, Carmen se compromete con su visión.

Entre 1959 y 1971, realiza la serie más destacada de su producción: “Blanco y verde”, que resuelve mediante la combinación de esos dos únicos colores y de formas rectangulares y triangulares.

En esta serie, Carmen Herrera emplea diferentes tonalidades de blanco, a veces con matices cálidos, que interactúan con el blanco de la sala de exposiciones. Este tratamiento del color blanco podría explicarse por la admiración que siente hacia la obra del pintor Francisco de Zurbarán. Empieza a configurarse a través de ángulos cerrados y a romper la jerarquía entre el primer plano y el fondo, combinando solo dos colores, que ocupan superficies cada vez más grandes.

En torno a las mismas fechas, empezó a trabajar en sus Estructuras, una serie de obras tridimensionales basadas en sus pinturas. Las estructuras son obras monocromas de madera o aluminio que se completan con el entorno, de manera que la sala de exposiciones aporta el segundo color, casi siempre blanco.

Las primeras referencias en medios de comunicación sobre la obra de Carmen empiezan a aparecer a mediados de los noventa pero no será hasta el año 2004 cuando, de manera casual, la situación cambió.

El galerista Frederico Seve había anunciado una exposición colectiva de tres artistas latinoamericanas que trabajaban la abstracción. Carmen Herrera vendió su primera obra, y partir de este momento, sus precios se dispararon y sus exposiciones empezaron a ser cada vez más frecuentes. Nicholas Logsdail, director de Lisson Gallery, con la que actualmente trabaja, ha dicho de ella que es el eslabón perdido. La artista que debería haber estado ahí y que de hecho estaba, pero que no era visible”.

La repercusión que tuvo su trabajo y su historia hizo que en 2015 se estrenara un documental sobre su vida, con motivo de su centenario, y que en 2016 el Whitney Museum le dedicara su primera gran exposición, titulada “Lines of sight”. “Ya era hora”, dijo ella .

Pero el reconocimiento a su trabajo no ha llegado solo por parte del mercado, los museos y las galerías. También del mundo de la moda. La firma Akris se inspiró en la obra de la artista para la creación de una de sus colecciones del año 2017.

A sus 104 años Carmen Herrera continúa trabajando con la ayuda de su asistente en el estudio de su casa de Nueva York, la misma en la que vive desde que regresó de París en 1948.

Su trabajo ha sido reconocido internacionalmente. Tras seis décadas dedicándose a la pintura, vendió su primera obra en 2004, cuando contaba 89 años de edad. Ahora tiene obra en el MOMA, la Tate... y expone en Europa.

Claro qué me interesaba vender mi trabajo antes y me mortificaba no hacerlo, pero no soy comerciante.

"No he pintado ni por gloria, ni por dinero, lo he hecho por necesidad y porque se me da bien"'

Su amigo y vecino, el pintor Tony Bechara, presidente del patronato de El Museo del Barrio, ha sido su principal valedor. Fue él quien habló de Carmen al prestigioso galerista Federico Sève y éste a su vez presentó el descubrimiento a sus clientas, las destacadas coleccionistas Ella Fontanals-Cisneros y Estrellita Brodsky. Poco después el cuadro que durante años colgaba sobre el cabecero de Bechara -un lienzo geométrico de la década de los cincuenta premonitorio del op art- entró a formar parte de la colección del MOMA. El fenómeno Herrera estaba en marcha.

En julio de 2009, la galería IKON de Birmingham, Inglaterra, ofreció una exposición retrospectiva de su obra; exposición que se trasladó al Museo Pfalzgallerie de Kaiserslautern, del 23 de enero al 2 de mayo de 2010. En 2016, también tuvo exposiciones en el Museo de Arte Whitney y en la Galería Lisson. Herrera también ha tenido un gran avance con su exposición en el Museo de Arte Moderno.

Desde el 6 de septiembre de 2016 hasta el 9 de enero de 2017, las obras de Herrera se exhibieron en Carmen Herrera: Lines of Sight en el Whitney Museum of American Art, que fue su primera exposición en casi dos décadas.

Desde el 3 de mayo de 2016 hasta el 11 de junio de 2016, las obras de Herrera se exhibieron en la Galería Lisson en una exposición titulada Carmen Herrera: Obras recientes. La exposición exhibió 20 pinturas principales y una escultura creada durante 2014-16. Esta exposición fue considerada un homenaje a Herrera, y también presentó fotografías de su estudio y su departamento de Nueva York, en el que ha vivido desde 1954.

El Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, la Tate Modern de Londres y el Museo Hirshhorn de Washington han adquirido obras suyas.

Carmen Ramos, curadora de arte latino en el Smithsonian, señaló que "a diferencia de muchos artistas emigrados europeos a los Estados Unidos, Herrera, que ha vivido en los Estados Unidos desde los veinte años, rara vez ha sido identificada como una artista estadounidense.

Su éxito reciente aparece basado en su estatus latinoamericano y en última instancia oscurece su visibilidad como artista con sede en los Estados Unidos "A partir de 2014, Alison Klayman, directora del aclamado Ai Weiwei: Never Sorry, comenzó a trabajar en un documental sobre Herrera.

El documental, titulado The 100 Years Show, se estrenó en 2015 en el Hot Docs Film Festival en Toronto. Luego fue lanzado a Netflix y Vimeo on Demand el 18 de septiembre de 2016.

En 2019 se expusieron cinco coloridas grandes piezas de aluminio de líneas rectas que formaban parte de la exhibición, titulada "Estructuras Monumentales" en pleno centro de Manhattan.

Obra

  • Está considerada por la crítica una pionera de la Abstracción geométrica y del Modernismo Latinoamericano.
  • Sus obras tienen una precisión casi espiritual y recuerda la pintura de Barnett Newman.

Algunas de sus obras más conocidas

  • More yelow less green
Untitled (1952)
Black-and-white-1952

La figura central está conformada a partir de volúmenes alargados y sinuosos que develan el semblante de un Cristo angustiado, doliente, que deja caer una lágrima por su mejilla derecha. La obra emitía un mensaje francamente reivindicador del pueblo judío ante la propagación del nazismo al ubicarse originalmente en el centro de un panel que consignaba una esvástica. Múltiples referencias señalan que la idea estuvo motivada por la experiencia personal de intelectuales exiliados en Cuba al desencadenarse la Guerra Civil Española, con quien Herrera tuvo contacto en el Lyceum de La Habana.


Cristo.


Cristo representó a la artista en la Primera Exposición de Pintura y Escultura al Aire Libre en el Parque Albear de La Habana (febrero – marzo, 1937) y más tarde en la Primera Exposición de Arte Moderno. Pintura y Escultura en los Salones del Centro de Dependientes (marzo – abril, 1937); esta última la reprodujo en su catálogo permitiéndonos conocer el aspecto original de la pieza.


Rojito y negro.jpg
Verdeeeeeeeee.jpg


Sus soluciones se basan en un juego de contraposición cromática de riguroso equilibrio compositivo, una geometría elemental protagonizada por la línea recta o la línea quebrada, que resultan en formulaciones vigorosas y poéticas.



Las serigrafías Rojo y negro (1993) y Verde y negro (1995) constatan el sello inconfundible de la artista, un estilo en el que los elementos pictóricos se reducen a su mínima expresión disponiéndose de la manera más pura y esencial posible.


Estas obras integran el tesauro institucional del Museo Nacional de Bellas Artes desde el año 2010, su donación significó un valioso aporte a nuestras colecciones por la connotación actual de la artista.

Datos curiosos de la pintora cubana Carmen Herrera

1- Vendió su primera obra en 2004, después de pasar seis décadas dedicándose a la pintura. En ese momento tenía 89 años.

2- A decir de la artista, el hecho de ser mujer y cubana no le reportó ninguna ventaja en tiempos pasados, al contrario.

3- Aún continúa levantándose temprano para trabajar, en su casa en Manhattan. Esta rutina solo se rompe a las once de la mañana para tomarse un whisky o una copa de champagne.

4- Su obra atraviesa la historia de la abstracción, la arquitectura, el minimalismo estadounidense y latinoamericano y el concretismo cubano, según la opinión de Nicholas Logsdail, director de la galería Lisson, que exhibió sus cuadros en la feria londinense de Frieze.

5- Tiene como ritual levantarse y dar gracias a Dios por un día más de vida y de posibilidad de pintar, antes de ponerse a hacer cualquier cosa.

6- Tiene un asistente ecuatoriano, que le ayuda con los lienzos más grandes y trabajan hasta la hora de comer. A veces también la acompaña su viejo amigo, el artista puertorriqueño Tony Bechara. Este último fue quien organizó la primera exposición individual de Herrera en 1998, cuando era presidente de la junta del neoyorquino Museo del Barrio.

7- En el año 2003 el New York Times definió su obra como “el último grito en la pintura”.

8- Sus cuadros y su personalidad llamaron tanto la atención que la cineasta Alison Klayman, quien le dedicó una película documental, “100 Years Show”.

9- Desde niña recibió clases de arte. Estudió el bachillerato en París y se matriculó en Arquitectura en una universidad cubana. En 1939, se casó con Jesse Loewenthal y se trasladó a Nueva York.

10-Le gusta trabajar en silencio y a solas.

Se puede considerar que nació dos veces, cuando vio la luz por primera vez en La Habana y cuando finalmente su obra salta a la fama.

Aclaratoria

Hard edge (literalmente borde duro) es un movimiento pictórico de la pintura abstracta definido por las transiciones abruptas entre las áreas de color, que generalmente son de un solo color invariable. Las transiciones de color se dan muchas veces a lo largo de líneas rectas, aunque los bordes curvos también son comunes. Este estilo está relacionado con la Abstracción geométrica, el Op Art, la Abstracción postpictórica, y el Color Field.

Palabras de la pintora

“La pintura es el arte de la soledad”

Fuentes