Castillo de Chillingham
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Castillo de Chillingham. Es conocido como "el castillo más embrujado de toda Inglaterra", y se encuentra situado en Northumberland, en el norte del país. Se ha ganado una merecida terrible fama por su enorme colección de almas en pena. El más famoso de sus fantasmas es el "Muchacho Triste" llamado también blueboy, cuyos gritos de agonía resuenan a medianoche a través de un pasaje interior del castillo, cerca de unas modernas dependencias del edificio de buffet auto-servicio con que cuenta hoy.
Historia
El castillo de Chillingham es una fortaleza ubicada en el pueblo con la que comparte el nombre, en el condado de Northumberland, muy cerca de la frontera de Inglaterra con Escocia, por lo que geográficamente en otra época cumplió un rol fundamental y es por eso que en muchas ocasiones sirvió como refugio para tropas inglesas o como punto de ataque para los escoceses.
En una de estas campañas el rey Eduardo I tuvo que ir en persona a pelear cerca de la frontera con el rebelde William Wallace, y este castillo le sirvió de refugio, por lo que hoy en día en las vistas que se pueden hacer se puede apreciar la habitación ocupada por su majestad, en donde la máxima curiosidad es que se mandó a construir una ventana, pedido absolutamente atípico para esa época.
En 1344 se construyeron algunas amenas, lo que lo volvió una estructura absolutamente fortificado e incrementó la capacidad de defensa, y así a medida que fueron pasando los siglos fie cambiando de dueños pero siempre bien conservado, hoy en día pertenece a Sir Humphry Wakefield. Sus dueños dicen haber visto fantasmas a lo largo de la historia en diferentes lugares del castillo el más renombrado es uno al cual llamaron el chico azul, debido a que algunos inquilinos dicen haber visto flashes azules y un halo de luz azul tras un fuerte aullido, aunque dicen que estas aparecieron terminaron al encontrar el cuerpo de un hombre y un niño atrapados entre un muro de más de tres metros de grosor.
Leyendas
Se dice que en la habitación contigua, tras oírse los gritos, una luz tenue y misteriosa rodea una cama con dosel en la sala rosa, y es entonces cuando aparece la figura del muchacho durante unos segundos. En los años 20 se descubrieron los huesos de un chico y un hombre, ocultos y emparedados, con los restos de un traje azul, tras una pared en una habitación contigua a donde suelen producirse los ruidos fantasmagóricos.
Otro de los personajes que se pasean por Chillingham es John Sage, una despiadada “máquina de torturar y matar”, cómo se le ha descrito, que no sólo no sentía compasión por nadie, sino que disfrutaba sin pudor de los crímenes que cometía.
Lady Mary Berkeley o la dama gris: durante las frías noches del castillo, si alguien se atreve a pasear por sus pasillos, se dice que sentirá cómo una sensación muy fría te recorre el cuerpo. El Lady Mary Berkeley que aún sigue buscando a su esposo, Lord Grey de Wark y Chillingham, que huyó con la hermana de Mary, abandonandola para siempre.
El espírtu de la despensa: uno de los lacayos tenía por costumbre dormir en la habitación de la despensa y cerraba todas las noches la puerta con llave, ya que allí se guardaba la plata del castillo. Una de las noches, una dama le despertó para pedirle agua, él se levantó y fue a buscar un vaso, su sorpresa fue cuando quiso abrir la puerta y vio que estaba cerrada como todas las noches, al volverse hacia la dama vio que allí no había nadie.
