Ciudad Blanca de Tel-Aviv

Ciudad Blanca de Tel-Aviv
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Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
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Coordenadas32°04'40?N 34°46'26?E
TipoCultural
Criteriosii, iv
N.° identificación1096
RegiónEuropa y América del Norte
Año de inscripción2003 (XXVII sesión)

Ciudad Blanca de Tel-Aviv, Israel es la ciudad que concentra el mayor número de edificios Bauhaus del mundo. Cuatro mil, para ser exactos. Precisamente por eso la Unesco le reconoció su valor y le otorgó a la Ciudad Blanca el título de Patrimonio de la Humanidad.


HIstoria

La “Ciudad Blanca” es un hermoso barrio residencial único situado en el corazón de Tel Aviv. Lo forman 4.000 edificios construidos durante las décadas de 1920, 1930 y 1940, de los cuales siguen en pie unas 1.000 construcciones. Estos edificios, diseñados por los mejores arquitectos de la ciudad, se basaron en el estilo Bauhaus surgido en Alemania tras la Primera Guerra Mundial. La filosofía del diseño Bauhaus pretendía crear un lenguaje arquitectónico nuevo y sencillo basado en formas limpias capaces de satisfacer las necesidades cotidianas de la gente.

En Tel Aviv, el estilo Bauhaus dio paso a otro típicamente israelí más adecuado al cálido clima mediterráneo y a la turbulenta atmósfera de la ciudad. Estos edificios sencillos, cuadrados y blancos buscaban una belleza austera mediante juegos de asimetrías entre distintas formas geométricas. Se construyeron azoteas circulares junto a ventanas cuadradas, tejados planos y altos pilares. Los techos eran más elevados y las habitaciones más grandes de lo habitual, y se abrieron grandes ventanales sobre el paisaje urbano a la agradable brisa del atardecer. En línea con la tradición israelí de cálida hospitalidad, las azoteas de estas viviendas eran lugares de reunión para los residentes y sus vecinos, así como para los amigos que pasaran por allí.

El impacto de la Bauhaus no se deja sentir sólo en Tel Aviv. A finales de la década de 1920 se construyó una vía férrea para unir el territorio del Mandato Británico de Palestina a Jordania. Para ello, se construyó una estación de ferrocarril blanca de estilo Bauhaus en la frontera, con líneas despejadas y una cubierta que descansa sobre pilares cuadrados, redondeado por un lado y cuadrado por el otro. Esta estación sólo se puede ver mediante visitas organizadas que salen de la zona fronteriza entre Israel y Jordania. Las pintadas de las paredes incrementan aún más su valor histórico.

Morfología urbana

Integridad

El espíritu del plan director de Geddes está bien preservado en general en cuanto a la concepción de la ciudad (morfología, división en parcelas, jerarquía y perfil de las calles, proporciones de los espacios abiertos y cerrados, espacios verdes). La infraestructura urbana es intacta, excepto por la plaza Dizengoff, donde el tráfico y la circulación peatonal fueron modificados, aunque se pone esfuerzos para restablecer el plan de origen. Cambios progresivos podrían afectar la integridad del conjunto urbano en el futuro. Hay algunos cambios visibles en la zona amortiguadora a causa de nuevas construcciones y del desarrollo comercial de los años 1960-1990; se ve especialmente en algunos edificios de oficinas y de habitaciones fuera de escala. La Ciudad Blanca está rodeada de edificios de gran altura que, obviamente, cambiaron la relación que tenía antes con su entorno. Cualquier otro proyecto de construcción podría tener un impacto en su integridad visual.

Autenticidad

La autenticidad de la concepción arquitectural está relativamente bien preservada, como lo demuestra la percepción visual homogénea del tejido urbano, la integridad del estilo, la tipología, el carácter de las calles, las relaciones entre los espacios verdes y los elementos urbanos, especialmente las fuentes, las pérgolas y los jardines. Los detalles de las entradas de los edificios, las escaleras, las barandillas, los buzones de madera, las puertas de los edificios y las de los pisos, los marcos de las ventanas, no cambiaron en general, aunque hubo algunas pérdidas, como es el caso en la mayoría de las ciudades históricas.

La línea de algunos edificios fue modificada por extensiones de las techumbres, incluso sobre edificios clasificados. Si estas adiciones podrían en cierta medida ser percibida como una continuación de la tradición, para que Tel Aviv conserve su carácter vivo y dinámico, habrá que vigilar que la cantidad de edificios modificados no aumente tanto que se vaya modificando el perfil urbano, la escala o los parámetros de origen del sitio.

Referencias históricas

Se puede considerar la Ciudad Blanca de Tel Aviv como un ejemplo excepcional y de gran amplitud de las nuevas concepciones del urbanismo en la primera parte del siglo XX. Su arquitectura es una síntesis de las principales tendencias del Movimiento Moderno, tal y como se desarrolló en Europa. La Ciudad Blanca es también una muestra extraordinaria de aplicación de dichas tendencias, donde se han tenido en cuenta las tradiciones culturales y las condiciones climáticas locales.

La ciudad de Tel Aviv, cuya fundación se remonta a 1909, se desarrolló rápidamente bajo el mandato británico en Palestina. La Ciudad Blanca, que constituye la parte central de la misma, se construyó conforme al plan de urbanismo de Sir Patrick Geddes (1925-27), uno de los principales teóricos de principios del periodo moderno. Tel Aviv es su única realización urbana a gran escala; no se trata de una “ciudad jardín”, sino de una entidad urbana de necesidades físicas, económicas, sociales y humanas, basada en un enfoque ambiental. Está en el origen de nociones nuevas, tales como la conurbación y el medio ambiente, y fue una pionera por su visión de la ciudad como un organismo que cambia constantemente en el tiempo y el espacio, como un paisaje urbano y rural homogéneo que evoluciona. Sus principios científicos de urbanismo basados en una nueva visión del “sitio” y de la “región” influenciaron el urbanismo del siglo XX en todo el mundo. Estas nociones se transparentan en el plan director de Tel Aviv.

Los edificios fueron concebidos por numerosos arquitectos que se habían formado y habían trabajado en diversos países de Europa. Su trabajo en Tel Aviv ilustra la pluralidad de las tendencias creadoras del modernismo, pero teniendo en cuenta la calidad local y cultural del sitio. Ninguna realización arquitectónica de Europa o África del Norte realiza semejante síntesis del modernismo ni alcanza el mismo nivel. Las construcciones de Tel Aviv se han enriquecido con las tradiciones locales; se adaptó la arquitectura a las condiciones climáticas específicas del lugar, confiriendo un carácter particular a los edificios y al conjunto.

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Galería

Fuentes