Colitis colágena y linfocítica

Colitis colágena y linfocítica
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La colitis colágena y la colitis linfocítica son enfermedades incluidas en el espectro del síndrome de colitis microscópica. Los pacientes con características clínicas similares, pero con biopsias de colon que tan sólo muestran una inflamación crónica en la lámina propia y, a veces, afectación de epitelio de superficie pero sin llegar a cumplir criterios de colitis linfocítica, se consideran como colitis microscópica NOS (not otherwise specified), hasta que sepamos más acerca de su correcta clasificación y su etiología. La incidencia de colitis colágena y linfocítica se ha estimado en varios estudios de base poblacional, y oscila entre 0,8 y 6,1 por 100.000 habitantes/año para la colitis colágena y entre 3,1 y 5,7 por 100.000 habitantes/año para la colitis linfocítica. El pico de incidencia se observa en mujeres de más de 60 años.

Clínica

La sospecha clínica de una colitis microscópica debe realizarse ante pacientes con diarrea acuosa crónica o intermitente. En las descripciones iniciales de la enfermedad se realizaba una extensa batería de pruebas diagnósticas para excluir otras enfermedades. Hoy día, en que la colitis colágena y linfocítica son aceptadas como entidades propias, parece innecesario un estudio tan exhaustivo. La diarrea varía desde formas leves y autolimitadas a formas graves y refractarias al tratamiento médico, que requieren cirugía. Además de la diarrea crónica acuosa puede existir meteorismo, dolor abdominal, urgencia e incontinencia fecal, y discreta pérdida de peso.

Diagnóstico

El diagnóstico de la colitis colágena y linfocítica está basado en criterios clínicos, endoscópicos y, fundamentalmente, histológicos.

Tratamiento

Algunos pacientes pueden presentar remisiones espontáneas de la diarrea, y otros pueden mejorar con tratamiento sintomático (antidiarreicos y agentes formadores de masa). Deben suprimirse fármacos que podrían ser el origen de la diarrea (AINE, ticlodipina, ranitidina, venotónicos, lansoprazol). En la mayoría de los casos es necesario un tratamiento específico. En los pacientes que no responden al tratamiento es necesario descartar la existencia con comitante de diarrea inducida por malabsorción de ácidobiliares, enfermedad celíaca o enfermedades del tiroides.

Fuentes