Conxa Pérez

Conxa Pérez
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Nacimiento1915
Bandera de España España

Conxa Pérez. Trabajadora y libertaria. Pasó por la prisión, el frente y el exilio. La Conxa es una de las pocas milicianas vivas que ha participado en la Revolución del 36. La mayoría cayeron en combate, fueron asesinadas por los franquistas o murieron por la edad. Quedan pocos testimonios y el silencio oficial sobre la revolución aún sigue.

Participó en el asalto al cuartel de Pedralbes en Barcelona, la confiscación de armas y la lucha contra los militares golpistas que se alzaron contra la República. En mayo de 1937 fue herida tras ser enviada para conseguir información sobre lo que sucedía en el centro de la ciudad. Durante la dictadura franquista vendió bisutería en el Mercat de Sant Antoni. Era un lugar de encuentro de libertarios. La Conxa siempre ha sido solidaria y militante activa; su comportamiento y su ejemplo hacen al anarquismo más grande, humano y combativo.

Síntesis biográfica

Su madre murió en el año 1917, cuando ella apenas tenia 2 años, su padre se casó con una hermana de su madre. La relación familiar era buena aunque, a pesar de los ideales libertarios que se respiraban en el hogar, seguían produciéndose conflictos por el trato diferencial con su hermano. Por ello a los 18 decide marchar e irse a vivir sola en busca de su propia libertad.

Sus intereses sobre las cuestiones sociales y sindicales provienen desde la infancia, pero fue al proclamarse la República cuando entra a formar parte del grupo de juventudes libertarias del Ateneu Faros, grupo de la FAI que paso por diversas denominaciones (Sacco, Vanzetti y finalmente Siempre Adelante).

Durante el periodo previo al desencadenamiento de la Guerra Civil participó en diversos actos reivindicativos, fruto de uno de ellos en el año 1933 ingresó en prisión.

Iniciada la contienda contra los ocupantes fascistas se unió en Caspe al batallón, en la columna de Ortiz, de allí a Zaida.

Participó en el ataque a Belchite. Donde como una miliciana más hacía exactamente lo mismo que sus compañeros hombres, además de ser requeridas para coser, lavar, etc. Después de 5 meses en el frente le conceden un permiso para volver a Barcelona, donde se incorpora en otras labores de intendencia. Labores que no la acaban de satisfacer, ya que al poco tiempo vuelve a enrolarse y marcha hacia Almudebar, donde se encontraba la artillería y los voluntarios internacionales.

Debido a las insalubres condiciones en que estaban se infecta de sarna siendo evacuada al Hospital de Lérida y de este al de Barcelona, donde finalmente se queda.

En Barcelona se incorpora a una fabrica colectivizada por el movimiento para hacer material armamentístico, donde a parte de trabajar en la fabricación formaba parte del comité de empresa.

Unas horas antes de la entrada de Franco en Barcelona marcha hacía Francia, a Pas de Calais, cerca de la frontera con Bélgica, donde a los refugiados les habilitaron una sala de la alcaldía, durante aproximadamente 9 meses, momento en el que estalla la Segunda Guerra Mundial y vuelta a ser evacuada. Aquí empieza un periplo por diversas localidades francesas hasta acabar en una especie de campos de concentración donde estuvo cuidando enfermos, principalmente tuberculosos. Es aquí donde conoce al que se convertiría en el padre de su hijo, relación que no acaba de fraguar.

En el año 1942 vuelve a Barcelona, a casa de su madre, donde después de infructuosas búsquedas de trabajo encuentra ocupación en un laboratorio. Paseando se encuentra con un compañero de Faros con el que entabla una relación que ha durando 30 años.

Fuentes