Dermatitis piógena

Dermatitis piógenas
Información sobre la plantilla
Dermatitis piógena .jpeg
Proceso inflamatorio en el que participan tanto los microorganismos como el organismo huésped.
Agente transmisor:Bacterias.

Dermatitis piógena. Llamamos Dermatitis piógena a las originadas por sensibilización a bacterias que se encuentran in situ. Se producen alrededor de un traumatismo o herida infectada, o de una lesión piógena en la piel.

Etiología

La etiología precisa es oscura. Se acepta que se debe a sensibilización a bacterias piógenas, pero en la literatura no es posible encontrar datos respecto a si dicha sensibilización es solamente a ciertos tipos de bacterias, a cualquiera de ellas, o a varias conjuntamente.

Etiopatogenia

Predomina la respuesta funcional inmune. Cuando se reconoce el antígeno bacteriano, se activan poblaciones celulares con capacidad digestiva para destruir al microorganismo.

El antígeno bacteriano induce la expresión por la célula endotelial de moléculas de adhesión para neutrofilos y monocitos sanguíneos. Así hay un conglomerado celular, intravascular (con formación de trombos) y en el intersticio (donde llegan las células por diapédesis). Este acumulo de células adheridas entre sí y que comparten la capacidad de digestión colaboran para destruir al germen. Pero la necrosis va a afectar al germen y a las propias células inmunes, a elementos de la matriz extracelular, colágeno y otras células vecinas, el pus que caracteriza estas infecciones.

La respuesta inmune es una fase digestiva, que se caracteriza por la formación de un exudado purulento, y se aísla de los tejidos sanos por trombosis vascular local y con la síntesis de tejido conectivo que forma una cápsula cuyo objetivo es delimitar el proceso.

Síntomas

La afección comienza generalmente por un traumatismo que ocasiona lesión en la piel, o sea, una herida abierta. Puede producirse también a punto de partida de un foco piógeno en la piel, como absceso o furúnculo. Alrededor del mismo, la dermatitis se extiende centrífuga y progresivamente. Aunque puede haber cuadros agudos, generalmente el aspecto es el de una dermatitis subaguda, pero con mucha más definición del borde que otra dermatitis. Se observa eritema con vesiculación y abundancia de costras, que frecuentemente son melicéricas o hemorrágicas, pues entremezcladas con las vesículas se encuentran numerosas pústulas de mayor o menor tamaño.

Siempre hay un punto central, de aspecto distinto al centro de la placa, en el que se puede observar la herida o el foco piógeno de donde partió la dermatitis. Este es el signo clave que, conjuntamente con el borde más definido y la abundancia de costras meliféricas, nos pone en el camino del diagnóstico de la variedad de dermatitis de que se trata.

Tratamiento

Como puede deducirse de la etiología, el tratamiento debe ir dirigido a la causa piógena. Sólo si hay un cuadro de dermatitis subaguda es necesario usar, previamente, fomentos durante 24 ó 48 horas, y después, el tratamiento antibiótico.

En este cuadro, la indicación precisa son las pomadas o cremas de combinación de antibióticos con corticosteroides, como la pomada de neoprednín, la de vioformo con hidrocortisona y otras similares.

Desde el punto de vista de la medicación interna, es conveniente hacer un antibiograma para definir el antibiótico de elección. Mientras se realiza este antibiograma, es conveniente utilizar antibióticos de amplio espectro por vía oral o parenteral (cloramfenicol, tetraciclinas). Este tipo de dermatitis piógena cada vez es menos frecuente en la práctica, gracias a las medidas de higiene de la población.

Fuentes