Diarrea secretora

Diarrea Secretora
Información sobre la plantilla
Agente transmisor:Virus, Parásito, Bacterias.
Región de origen:Mundial
Región más común:Mundial
Forma de propagación:varias

Diarrea Secretora:Se define como el aumento de la secreción de electrolitos (especialmente sodio y cloro) hacia la luz intestinal arrastrando consigo agua, debido a una alteración en el transporte de agua y de iones a través del epitelio del intestino.

Síntomas

Las señales de peligro que usted debe estar consciente incluyen la pérdida de apetito, vomitar, debilidad, escalofríos, Fiebre, una sensación de urgencia de defecar varias veces durante el día. En la mayoría de los casos predomina una disminución de la absorción, pero a veces se observa un aumento inadecuado en la secreción de líquidos hacia la luz intestinal.

Características de la diarrea Secretora

En la diarrea secretora se observan las siguientes características: Como la diarrea se debe a un trastorno del transporte de iones, no existe respuesta (o muy pequeña) al ayuno: no se disminuye el volumen fecal, ni se aumenta en caso de ingesta, el gradiente osmótico entre la osmolaridad de las heces y el plasma es muy pequeño; el sodio fecal suele ser >60 aproximadamente igual que la plasmática; la pérdida de sodio es mayor que la de potasio; las heces suelen ser voluminosas, más de 1 litro / 24 h. el pH fecal suele ser neutro, la pérdida concomitante de bicarbonato causa una acidosis metabólica.

Causa la diarrea Secretora

Causada por un agente infeccioso

Es el tipo más frecuente. La etiología del 70 por ciento de los casos de diarrea infecciosa es la viral. Todos los años, las causas principales de gastroenteritis infantil son los Rotavirus, causantes de 600.000-800.000 muertes en todo el mundo. El virus infecta los enterocitos del intestino, disminuye la actividad de las enzimas que digieren los azúcares, y disminuye la reabsorción del ion Na+ y del agua en el intestino. Además producen activación del sistema nervioso entérico y la secreción de iones Cl-. Todo ello produce un exceso de fluidos en la luz intestinal, que tiene como consecuencia una diarrea acuosa. Otros agentes etiológicos virales son los Norovirus, que ejercen una acción directa sobre la actividad de las enzimas de los enterocitos.

En un 1,5 %-5,6 % de los casos, la infección es de etiología bacteriana. Las bacterias más frecuentes son Campylobacter, Salmonella, Shigella o Escherichia coli. En este caso, las bacterias adquiridas por vía oral superan las defensas inmunológicas y atacan los enterocitos, de forma directa o mediante la producción de toxinas como la presente en la infección del Cólera. Tanto las bacterias como las toxinas pueden provocar la muerte celular y pasar a la circulación sanguínea, generando síntomas sistémicos, como fiebre, escalofríos, náuseas o vómitos. Según las bacterias produzcan o no la muerte celular, se subdividen en no citotóxicas (los patógenos estimulan la función secretora activando las enzimas intracelulares sin dañar la capa epitelial) y citotóxicas (patógenos que dañan la capa epitelial de forma directa, como Shigella, Clostridium perfringens, Staphylococcus aureus, Salmonella y Campylobacter).

Causada por tumor

Existe también la posibilidad de un tumor productor de péptido intestinal vasoactivo (VIP) o vipoma, un tipo de cáncer poco frecuente, así como el Carcinoide y el Gastrinoma que ocasionalmente también causan diarrea secretora.

Diagnóstico

La diagnosis de la diarrea se basa en los síntomas presentados, un examen físico y una revisión cuidadosa del historial médico. Su médico recogerá una muestra fresca de excreta para comprobar parásitos internos o bacterias, análisis de sangre, radiografías, ultrasonido del abdomen o endoscopia que determinen la causa de la diarrea.

Tratamiento

El primer objetivo del tratamiento es la corrección de la deshidratación, para lo cual se administran líquidos por vía preferentemente oral o intravenosa para reponer la pérdida de líquidos, mezclada con electrolitos para recuperar las sales minerales esenciales y ciertos nutrientes que se pierden con la diarrea. Algunas diarreas secretoras, como las debidas a malabsorción de ácidos grasos o consumo de laxantes, como el Ricinus communis (Aceite de Ricino) y los ácidos biliares, pueden ceder con el ayuno.

Fuentes