Edmundo Prati

Edmundo Prati
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Arturo Frondizi y el escultor uruguayo Edmundo Prati, Montevideo (1962).jpg
Datos personales
Nacimiento17 de abril de 1889
Paysandú, Uruguay
Fallecimiento24 de noviembre de 1970
Paysandú
NacionalidadUruguaya
OcupaciónEscultor
Datos artísticos
Obras notablesMonumentos a “Artigas” y “A la Madre” y el grupo escultórico “ Los Últimos Charrúas”,
Premios
 
  • Premio.
  • Premio.

Edmundo Prati. Escultor y diplomático uruguayo del Siglo XX.

Síntesis biográfica

Escultor nacido en el Departamento de Paysandú, el 17 de abril de 1889. Muy niño se trasladó con sus padres a Europa, regresó a América en 1907, residiendo en Uruguayana, Brasil; luego en Corrientes, Rep. Argentina y en 1911, se estableció finalmente en el Dpto. de Salto, donde en compañía de su hermano gemelo Eriberto, fundó una empresa de pintura decorativa.

Estudios

  • Fue a Trento (1903) donde concurrió a la Escuela de Artes y Oficios
  • Luego entró como aprendiz en la industria de pintura decorativa de esa ciudad.
  • En 1920 se decidió a realizar los estudios correspondientes a la escultura, para la que había demostrado gran vocación desde niño, y se trasladó a Europa con su familia, recibiendo ayuda económica de varios amigos y del municipio de Salto.
  • Ingresó por concurso a la Academia Brera de Milán en 1920, realizó cursos de perfeccionamiento en escultura, terminó los estudios en 1926, con las máximas distinciones: Primer premio y Mención de Honor.
  • Tuvo como profesores a Bignami. Alciati, Graziosi, y en los cursos superiores a Confalloniere, Danielli y Alberti.
  • La talla en mármol la dirigía el famoso Wildt.

Trayectoria artística

  • Fue fundador y presidente del sindicato Libre de Pintores, Escultores y Grabadores
  • Desde 1946, fue Jefe Conservador Artístico del Palacio Legislativo
  • Ejerció tareas docentes como profesor titular de la Cátedra de Escultura de la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad del Trabajo y Director de dicha institución por concurso de méritos (1941/53).
  • Se desempeñó como Jefe-conservador y luego Director de la Oficina Artística del Palacio Legislativo, de 1946 a 1956.
  • Miembro de la Comisión Nacional de Bellas Artes desde 1938 a 1943, y luego a partir de 1957.
  • Titular del Consejo Directivo de la Universidad del Trabajo durante más de un período.
  • Integrante del Jurado del Salón Nacional de Bellas Artes en repetidas ocasiones. Asimismo fue jurado de concursos internacionales para obras monumentales a erigirse en nuestro país.

Como editor

Funda su periódico de arte "El David", del cual es redactor y lo financia de su peculio. El mismo se edita desde 1937 hasta el año 1946, publicándose en ese período 26 números. Escribe numerosos artículos en la Revista Nacional y posteriormente colabora en el periódico "Información de Arte" entre 1956 y 1960, destacándose su sección "Crítica de Críticos".

Al respecto manifiesta Don Edmundo:

"Le mando un ejemplar y si tiene algún ratito libre, léalo que es divertido. Ud. dirá para qué me tomo tantos fastidios, pero, amigo mío, yo nunca podré ser un consentido ni tampoco un tartufo; y creo que un artista anciano que tiene todos sus papeles en regla y cuarenta y cinco años de actuación, no tiene por qué respetar y rendir pleitesías a una manga de críticos teoristas, improvisados, ignorantes, que pretenden subvertir el buen sentido en nuestro país y que yo no tengo ganas de considerar o respetar"

Con su labor de difusión revalorizó a artistas nacionales hasta ese momento injustamente olvidados, como don Juan Manuel Blanes y don Pedro Blanes Viale.

De su autoría es "La escultura griega y su ambiente" (Edic. L.I.G.U.). 1943. Breve volumen de notable síntesis sustancial y técnica. En 1967 publicó "Autobiografía de un Artista" y en 1969, una nueva edición algo ampliada.

Su obra

  • Estableció su taller de escultura en Milán y entre otras obras, realizó allí las estatuas de bronce y los relieves de las dos puertas interiores del Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo de Montevideo.
Obra escultórica: Los últimos charrúas
  • Grupo escultórico "Los últimos charrúas" en el parque del Prado, Montevideo, obra de Edmundo Prati, Gervasio Furest y Enrique Lussich. Donde se observa a Guyunusa (Mujer con bebé en brazos), que integró junto a Laureano Tacuabé Martínez, Vaimaca Pirú y Senacua Senaqué, el envío de indígenas de Uruguay para ser exhibidos y estudiados en un zoológico humano de París en 1833. La historia de su desgracia, convertida en leyenda, simboliza la despótica intervención del primer gobierno nacional frente a la cultura indígena local y marca un hito en la Historia de Uruguay.
  • Por encargo del Municipio de Salto, realizó el monumento ecuestre, tríptico, al General Artigas, para cuya ejecución viajó a a Italia en 1931, regresando en 1937.
  • Exposiciones: Realizó numerosas exposiciones individuales en Montevideo, en otras ciudades del país y en el extranjero :

- En Berlín, Londres y Paris (Exposición Internacional, donde obtuvo medalla de Plata, 1937)

- Bienal de Venecia.

  • El Primer Salón Anual de Artes Plásticas, organizado por la Comisión de Bellas Artes, fue realizado en el año 1937, año éste del regreso definitivo de Prati a Uruguay. Con su obra "Torso de Efebo" conquistó la Gran Medalla de Oro en Escultura. La medalla de premiación de éste y los sucesivos "Salones" es obra de Prati.

Premios

Torso de Efebo. Detalle de la cabeza
  • 1937: 1er. y 2º premio del Concurso de la Medalla de Premiación de los Salones de la Comisión de Bellas Artes;
  • 1er. premio del Concurso del Monumento "Fundadores de la Patria";
  • 2º premio del Concurso del Monumento a Rodó;
  • 1941: 1er. premio del Concurso de primer grado para el Monumento al Libertador Gral. José de San Martín, compartido con el escultor Antonio Pena.
  • 1942: 1er, premio del Concurso de 2º grado para el Monumento anteriormente citado.

Trabajó en forma incansable en diversas obras menores y como escritor y conferencista apasionado de la defensa de su credo artístico.

Anécdotas

De su paso por la Academia de Brera: En el examen de Historia del Arte le tocó disertar sobre el Duomo de Milán, al pie del cual habló por más de dos horas. Otra anécdota curiosa es lo ocurrido en el examen final. Después de escuchar su palabra, el Presidente de la mesa examinadora, Arq. Moretti, lo invitó a tomar asiento entre los miembros de la misma, para continuar examinando a sus compañeros.

Carta escrita en homenaje a Don Edmundo Prati

Cristo en el taller del escultor Prati.
  • Mons. Alfredo Viola, ahora Obispo Emérito del Salto, cuya diócesis guiara como pastor más de dos décadas y que ahora, a los 78 años no sólo conserva la lucidez de sus grandes obras sino la modestia de todos sus frutos apostólicos, ha publicado en "BP Color" una emotiva confesión ante la muerte de Edmundo Prati, el gran artista uruguayo que hace pocos días ingresara en la eternidad.


"Muy querido amigo:

"Providencialmente (como hombre de fe no creo en la casualidad), acabo de leer en 'BP Color' -por mi salud leo poco los periódicos- un suelto sobre la muerte del artista Edmundo Prati, al que me unía una gran amistad y que me obliga a hacer confesión pública de un pecado de omisión, pues en estos últimos años, sabiendo que estaba ciego, dije muchas veces que debía visitarle y por preocupaciones, enfermedades y olvidos, no lo hice.

"Todo lo que se dice en ese suelto es cierto, pero para reparar aunque sea en un mínimo ese pecado de omisión, debo y quiero completarlo.

"1º.) Prati era sanducero de nacimiento, pero de pequeño fue a Salto y de corazón y como artista era salteño. Y en esto los sanduceros, cuyo Obispo fui muchos años y a los que quiero y sé que me quieren, no verán en ello que yo quiera quitarle gloria a esa perla del Litoral que es la ciudad de Paysandú.

"2º.) Dije que como artista era salteño y eso se funda, no sólo en que él lo sentía así, como muchas veces lo cementó conmigo, sino en varios hechos concretos.

"En Salto, en casas particulares, yo conocí, -no sé si existen aún-, obras de arte decorativo, pictóricas, anteriores a su ida a la Academia de Brera, cuando se ganaba la vida como pintor y dibujante, a la vez que se perfeccionaba en el arte.

"Pero lo más importante es que a la Academia de Brera (en cuanto yo conozco) fue gracias a un mecenas salteño, el Dr. Carlos Maldini y con la ayuda que le dio el Municipio salteño. Puedo incurrir en omisiones que deben atribuirse a falta de información.

Fuera de eso, su primera gran obra, no citada en el artículo de referencia, que pasa desconocida para casi todos y que es para mi una de las mejores, si no la mejor, fue un regalo suyo a la Catedral de Salto, y es un Cristo de tamaño natural, en bronce, que él comenzó, siendo aún alumno de la Academia de Brera, como desahogo de un hombre, que se decía no creyente, en medio del dolor de la muerte de sus dos únicos hijos.

"En ese Cristo trabajó siete años, y como él mismo nos decía a Monseñor Fernando Damiani (otro artista de alma) y a mí, cuando lo colocábamos, se pasó muchas horas en los hospitales viendo moribundos, porque quería captar el último suspiro de un hombre. Y, en efecto, desafío a quien vaya a verlo bien iluminado, ahora no lo está debidamente, si ese ajusticiado está vivo o muerto.

"3º) Fuera de ese Cristo, la Capilla del Santísimo de Salto, tiene el monumento desgraciadamente incompleto por falta mía, que no procuré los medios económicos para hacerlo (otro pecado mío de omisión) que tiene excusas pero no deja de ser pecado.

"En ese monumento, la estatua de Mons. Tomás Gregorio Camacho de rodillas, en bronce, lo representa tal cual era, y esto lo digo no por sus líneas físicas, sino morales, como lo voy a probar de inmediato.

"Una de las pocas veces que alguien se interesó por esta obra de arte, un sacerdote cuyo nombre no recuerdo, y que como tal tenía que conocer los rasgos espirituales de las almas, y que no había conocido a Monseñor Camacho, después de pasar mucho rato mirando la estatua, me dijo: "Este obispo debía ser un hombre grande por su virtud de humildad". Y yo, emocionado, si hubiera sido anciano, como hoy, habría llorado, hube de contestarle: "Era su virtud más descollante".

"Dije que el monumento está incompleto, porque está en un pequeño ábside en el cual habíamos proyectado, con el artista, un bajo relieve representando un campo de trigo y en medio a Jesús, orando por las vocaciones sacerdotales, la preocupación de él y mía.

"Ojalá pudiera ver yo antes de morir ese bajo relieve hecho por un artista para mí gemelo de Prati, mi otro amigo, José Luis Zorrilla de San Martín, que enriqueció la Catedral de Salto con dos cuadros magníficos de San Miguel y San Juan Bautista, y que espero haga aún, en su ancianidad, el de Santa Teresita del Niño Jesús qué es una promesa mía personal.

"4o.) Saliendo un poco del tema diré, que la Capilla del Santísimo de la Catedral de Salto, tiene en el ábside principal un altar, del que me decía un sacerdote que conocía bien Buenos Aires, el saleciano Ingeniero Tonquirts: 'habrá allá altares de mayor valor monetario pero de más valor artístico no conozco ninguno'.

"El sagrario es de bronce dorado y esmalte y sobre el sagrario está el trono de la Exposición que termina con un muy artístico pelícano todo de esmalte, y lo demás es de mármol, tanto cuanto es necesario para sostener los bajo relieves de bronce dorado y esmalte y dos ángeles de bronce.

"Los bajo relieves que representan uno el Descendimiento de Jesús y otro la Adoración de los Reyes Magos, están trabajados como se trabaja una joya, con unos detalles y un realismo asombroso.

"Todo esto ha sido hecho por los artistas que ornamentaron Notre Dame de Fouryiéres en Lyon y el conjunto tuvo el primer premio en la Exposición Internacional de París en el año 1869.

"La mesa del altar es debida a un gran artista; del primer tercio de este siglo, Amedée Cateland, y todo lo debe Salto y el Uruguay a Mons. Fernando Damiani y a la generosidad de una salteña.

5o.) Fuera de todo esto debe haber en Salto muchas pequeñas pero valiosísimas obras que Prati hizo para su Mecenas, el Dr. Carlos Maldini, que ornamentaban su casa, en la que él vivía; una hermosa mansión construida en una pintoresca altura a orillas del río Uruguay, casa construida con la colaboración de Prati.

"Otras obras debe haber en la casa del Dr. Carlos Maldini, en la calle Brasil entre Invernizzl y 15 de Noviembre, que la viuda del nombrado doctor dejó en herencia al Estado y en casas de muchos salteños.

6º.) En Italia tiene que haber muchísimas obras de este gran artista, que pasó allá muchos años después que terminó sus estudios, y sobre todo sé que debe haber un Cristo que él estimaría mejor que el regalado por él a la Catedral de Salto.

"En efecto, cuando con él estudiábamos la altura a que convenía poner el Cristo, lo mirábamos a distancia y dijo en italiano: 'Guarda, guarda che bello, manca che faccia i mirácoli' (Mira, mira que hermoso, falta que haga milagros). Yo le contesté: 'Los hará los hará'.

"Y unos meses más tarde, desde el pueblo nativo de sus padres nos escribía: 'El milagro del Cristo de la Catedral ya se realizó. Estoy haciendo otro Cristo que será mejor que el de la Catedral, porque me ha convencido que Dios existe".

Véase también

Fuentes