Elifet Nápoles Suárez

Elifet Nápoles Suárez
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Elifet Napoles Suarez.jpg
Combatiente revolucionario cubano
NombreElifet Nápoles Suárez
Nacimiento14 de julio de 1945
Guantánamo, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento10 de diciembre de 1975
Angola, Bandera de Angola Angola
Causa de la muerteMuerto en combate
NacionalidadCubana
Otros nombresKatanga
CiudadaníaCubana
OcupaciónMilitar

Elifet Nápoles Suárez. Combatiente revolucionario cubano muerto en combate en el sur de Angola

Síntesis biográfica

Nació el 14 de julio de 1945 en uno de los barracones en que vivían los inmigrantes haitianos llegados a las costas guantanameras en la tercera década del presente siglo. Hijo de Ricardo Nápoles y Eloisa Suárez, quien murió al poco tiempo de dar a luz a Elifet, por falta de atención médica.

El niño, nacido en el ambiente humilde de los llegados a estas tierras en busca de sustento, creció entre las empinadas lomas orientales, por lo que balbuceó el francés antes que el español.

Tras la muerte de la madre, padre e hijo se hicieron un binomio inseparable.

Elifet solo pudo asistir a la escuela hasta el tercer grado, pues no existían escuelas cercanas, y la situación económica y social en que se desarrolló, le impuso desde temprano la obligación de ayudar al padre en las labores agrícolas, ya que el jornal era miserable y no bastaba siquiera para satisfacer las más elementales necesidades humanas.

Este era el cuadro de cosas existente cuando comenzaron a retumbar entre las lomas de Oriente los estampidos guerrilleros que anunciaban el fin del abuso, la miseria, la discriminación y la injusticia social.

Trayectoria revolucionaria

A los 13 años de edad Elifet se identificó rápidamente con combatientes del Ejército Rebelde, a quienes llevaba alimentos y servía de guía en no pocas ocasiones.

Al triunfar la Revolución, padre e hijo se trasladan para la provincia de Camagüey, donde se desempeñan en labores agrícolas y luego como obreros del antiguo Central Esmeralda.

En 1961, Elifet ingresa en las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR), al igual que cientos de hombres y mujeres, que de esta forma expresaban su apoyo a la Revolución y la decisión, de enfrentar cualquier intervención imperialista.

En 1963 se trasladan para La Habana, donde Elifet comienza a trabajar en la unidad de producción “Eliseo Díaz Machado” de la metalurgia no ferrosa, donde permanece hasta 1964, cuando ingresa en las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) a través del primer llamado del Servicio Militar Obligatorio, al que se presenta por iniciativa propia.

Inicia su vida de recluta en una unidad militar en Las Guásimas y luego pasa a Colinas de Villa Real, donde cursa una escuela de chóferes mecánicos. Posteriormente es enviado para un batallón de tanques de la Unidad Militar 2280 y después en la unidad militar 2333.

De su recorrido por las unidades de las FAR. Elifet obtuvo el sobrenombre con que sería conocido en el Ministerio del Interior, Katanga, sonoro y pegajoso como el carácter sincero y sencillo de quien lo llevaba, hombre de bravura sin límites, capaz de las mayores privaciones en aras de sus principios, con una disciplina intachable y un desinterés absoluto por todo lo trivial.

Ya en 1965 se había destacado por su seriedad y disciplina para acometer las misiones asignadas, por lo cual es seleccionado para prestar servicios en la entonces Dirección General de Liberación Nacional.

En 1967 se integra a las fuerzas de la Dirección General de Operaciones Especiales, como chofer mecánico, donde pasa diversos cursos de especialidades militares y en pocos años deviene experto en explosivos, paracaidismo, artes marciales, exploración y tiro. Ocupó responsabilidades tales como jefe de transporte y profesor.

Logra alcanzar el primer semestre de la Facultad Obrero Campesina y el ascenso al grado de subteniente. Se destaca no solo por sus ansias de superación, sino también porque participa de forma espontánea y habitual en las actividades culturales de la unidad.

Misiones internacionalistas

En 1971 es designado para realizar misión internacionalista en Guinea Bissau, donde cumple cabalmente todas las órdenes recibidas y populariza el nombre con que se le conocía al arriesgar su vida y compartir con los combatientes guineanos las privaciones de la vida en campaña. Gracias a sus características personales logra una gran relación con la población nativa, lo que unido al hecho de hablar algo el francés y el patois, por su origen haitiano, le ganan el cariño y el respeto de los combatientes guineanos, quienes incluso luego de su partida le recuerdan y le enviaban, con cada compañero que regresaba a Cuba, saludos.

Tras su regreso de Guinea, luego de 12 meses de combate frente al enemigo colonialista, pasa a ser en 1973 profesor de la especialidad de voladura en la Dirección General de Operaciones Especiales.

En 1975, Cuba responde nuevamente al reclamo de ayuda del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA). Entre los combatientes del batallón de Tropas Especiales se encuentra Katanga. Por esta fecha, Elifet es procesado para el Partido Comunista de Cuba (PCC) y ocupa el cargo de oficial de municiones dentro de su unidad.

Una vez más Elifet parte hacia un país del continente africano a brindar su ayuda solidaria, esta vez bajo las órdenes del capitán Jorge Luís Estevanell Díaz. Posteriormente integra el grupo móvil. Su jefe inmediato es el capitán Antonio Tenjido González, a quien acompaña a diario en sus continuas incursiones por el frente en el sur de Angola.

Muerte

El 10 de diciembre de 1975 se libra la batalla por los Morros de Tongo, el capitán Antonio Tenjido recibe la orden de averiguar qué ocurría con artillería cubana que no estaba efectuando el fuego; de inmediato sale en un jeep en compañía de Elifet, hacia el lugar en que debían estar emplazados. Pero la posición donde se creía que estaban las piezas de artillería, está en manos de fuerzas invasoras surafricanas, que tratan de capturar vivos a los cubanos caídos en la emboscada.

Ambos cubanos se enfrentan valientemente al enemigo. Tenjido cae primero y Katanga, mal herido ya, intenta salvarlo a toda costa e impedir que su cuerpo pueda caer en manos sudafricanas. Tony recibió varios impactos de bala que le ocasionan la muerte. A los pocos minutos de su muerte, su compañero Katanga también deja de existir.

Dos días después, dos angolanos entregan sus cuerpos sin vida a las fuerzas cubanas, quienes les conducen a Quibala, donde al no existir cementerio les llevan a Gabela, donde les dan sepultura con los honores militares correspondientes.

Fuente

  • Mártires del MININT. Semblanzas biográficas, t. II, Editora Política, La Habana, 1990.