Expedición naval de López de Queralta (primera)

Expedición naval de López de Queralta (primera)
Información sobre la plantilla
Fecha:17 de septiembre de 1870
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba CubaBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Líderes:
Manuel Izaguirre
Ejecutores o responsables del hecho:
jefe de mar Juan B. Osorio y como jefe de tierra trajo al Coronel Fernando López de Queralta
Organizaciones involucradas:
Junta Central Republicana de Nueva York

Expedición naval de López de Queralta (primera). La expedición fue dirigida y financiada por la Junta Central Republicana, de Nueva York, y organizada por Manuel Izaguirre. Vino como jefe de mar Juan B. Osorio y como jefe de tierra trajo al Coronel Fernando López de Queralta. Emplearon el vapor Salvador, que había sido adquirido en 1869 por la entonces denominada Junta Central Republicana de Cuba y Puerto Rico, de Nueva York, en $ 900.

Navío

Esta embarcación tenía 193 pies de eslora, 19 de manga, 7 de calado, 122 toneladas de capacidad y ruedas de paletas, con un casco de hierro delgado y corroído, 2 chimeneas altas y panzudas, con las pailas de la caldera carcomidas y cubiertas de parches, y en malas condiciones en general.

En mayo de 1869 había traído una expedición a Cuba, luego de lo cual se había deteriorado aún más. Para este viaje, el Salvador fue reparado pobremente con el fin de que lograra navegar. Al probarlo, se dijo que alcanzaba una velocidad de 11,5 nudos; pero durante la travesía con la expedición solo pudo lograr de 4 a 5 nudos. En realidad, su deterioro era tal, que el capitán previsto para conducirlo renunció y asumió su lugar el piloto, un inglés que nunca había navegado en un vapor de hierro. El costo total de la expedición fue de más de $ 14 600.

Tripulación

La tripulación estuvo compuesta por el capitán (inglés) y 16 tripulantes más (la mayoría, ingleses y el resto, cubanos). Vinieron 21 expedicionarios, incluido López de Queralta, más 6 organizadores de la expedición, el capitán del buque y los 16 tripulantes.

En total, 44 hombres, entre los cuales se encontraban además de López de Queralta, Ramón Roa, Juan B. Osorio, y Andrés y Manuel Pimentel, así como Vicente Jiménez (Yiní), como práctico de mar, y José Caridad Carpio, como práctico de tierra, enviados ambos por el General Federico Fernández Cavada.

Municiones

Trajeron un cargamento compuesto por 1 062 fusiles belgas, 550 fusiles más, 962 bayonetas, 110 machetes, 36 cajas de cartuchos metálicos, 315 de cartuchos de papel, 2 cajas de balas y 5 de fulminantes, 4 atalajes de artillería rodada, 50 monturas y otros medios.

Expedición

La expedición zarpó de Nassau, en las Bahamas, a las 14:00 h. del 8.9.1870, pasaron cerca de otros cayos de las Bahamas, pues por falta de instrumentos de navegación o mal estado de estos iban desorientados.

Además, el buque comenzó a hacer agua desde un principio y solo se logró alcanzar de 4 a 5 nudos de velocidad, por lo que demoraron más de lo previsto. Bordearon la punta de Maisí, la costa sur de Oriente y el Laberinto de las Doce Leguas, y luego enfilaron hacia la costa buscando la playa de Tayabacoa, que era el lugar ordenado para el desembarco y donde debía esperarlos una fuerza de 750 hombres desarmados y 150 cabalgaduras al mando del General José Inclán, mexicano.

Desembarco

No encontraron el lugar en toda la noche del día 15 y el amanecer del 16, por lo que se retiraron mar afuera, regresaron en la noche y desembarcaron a la 01:00 h. del 17.9.1870, por equivocación, en el puerto de Casilda, donde embarrancó el barco. Era esta una zona despoblada e inhóspita. Alijaron parte de la carga mientras algunos exploraban los lugares cercanos y descubrieron su error al amanecer, por lo cual anegaron el buque. El capitán y los 16 tripulantes saltaron a los botes y remaron mar afuera; los expedicionarios abandonaron el cargamento y se internaron en los manglares; poco rato después, los españoles ocuparon el buque, medio hundido, y el cargamento.

Captura

El capitán y la tripulación fueron capturados, trasladados a Trinidad y fusilados; de los expedicionarios, algunos fueron capturados y fusilados, pero la mayor parte, después de grandes penalidades, pudo incorporarse a las tropas insurrectas. Este fue el último intento de refuerzo a los patriotas de Las Villas en la Guerra de los Diez Años.

Fuente