Francisco Romero

Francisco Romero
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NombreRomero Delgado, Francisco[1]
Nacimiento18 de junio de 1891[1]
ciudad de Sevilla,
Reino de España Bandera de España
Fallecimiento27 de octubre de 1962 (71 años)[1]
ciudad de Buenos Aires,
Argentina Bandera de Argentina
Nacionalidadargentina
Ocupaciónfilósofo

Francisco Romero (Sevilla, 18 de junio de 1891 - Buenos Aires, 27 de octubre de 1962) fue un filósofo hispano-argentino, considerado un líder en los movimientos filosóficos de los países de Latinoamérica, especialmente en Argentina. [1]

Síntesis biográfica

A los 13 años se trasladó con su familia a la Argentina , país en el cual ha vivido permanentemente.

Estudios

En las postrimerías del bachillerato, el notable químico don Carlos Stura, recién incorporado entonces como profesor al Colegio Militar, le persuadió a seguir la carrera de las armas. Esta nueva vida no fue impedimento en él para continuar satisfaciendo su infatigable afán de saber.

Tras dos años de estudios en el referido Colegio Militar (de 1910 a 1912), al cabo de los cuales obtuvo el grado de Subteniente de Ingenieros, dedicó otros cinco (de 1912 a 1917) a estudios superiores técnicos.

A partir de entonces, cada vez con mayor intensidad, se dedicó al estudio de la filosofía y en 1928 fue designado Profesor Suplente en la Universidad de Buenos Aires y al año siguiente en la de La Plata. Dos años más tarde, al sustituir como Profesor Titular en la Universidad de Buenos Aires a su maestro y amigo Alejandro Korn, Romero se retiró del ejército.

Luego, en 1932, fue designado Profesor Titular en el Instituto del Profesorado en Buenos Aires y en 1936 en la Universidad de La Plata. Cargos que desempeñó con la brillantez y el decoro que le han dado fama continental hasta el año de 1946 en que renunció, a causa de muy fundadas discrepancias, con el actual régimen de gobierno.

Trayectoria

Uno de los sucesos más destacados de la vida de Francisco Romero es sin duda su amistad con Alejandro Korn. Korn representa en la Argentina el inicio de la superación del positivismo en su fase postrera, que es también la de su máximo descrédito. Romero conoció a Korn allá por el 1920 y rápidamente pudo apreciar su gran sabiduría y, sobre todo, la razón histórica que justificaba su obra renovadora de la filosofía en la Argentina.

Pues no obstante haber frecuentado otros caminos de la cultura, Romero atestigua con el caudal de su obra mayor su innegable condición de filósofo, llamado por esto mismo a ser el continuador de su maestro y amigo. Por su parte, Korn había leído las más tempranas contribuciones filosóficas de su discípulo y advertido su excepcional capacidad para proseguir la empresa de la cual había sido iniciador.

Persuasivamente en un comienzo y luego con esa imposición que es propia y debida en el verdadero maestro, Korn logró decidir a Romero a dedicarse definitivamente a la filosofía, o más estrictamente en este caso, a la docencia oficial, puesto que de un modo o de otro Romero estaba llamado a ser a la vez profesor y maestro de filosofía, tal como lo atestigua en el presente la obra que lo respalda.

La amistad con Alejandro Korn continuaría, entretanto, cada vez con mayor firmeza e identificación, hasta la muerte de aquél ocurrida en 1936. Y a instancias del propio Korn, acabó Romero aceptando ser su sustituto en la docencia universitaria.

Idea de trascendencia

En la ontología de Francisco Romero, la noción de trascendencia es una idea clave. Tal es la importancia que para él representa dicha noción, que llega a afirmar: ser es trascender. Esto indica que ha tomado posición propia frente al inmanentismo –ser es ser pensado o ser percibido– que ha constituido durante los tiempos modernos la razón del idealismo.

Al postular a la trascendencia como parte esencial de la estructura de la realidad, considera a ésta realizándose ontológicamente en una escala, en función del ánimo trascendente: sustancia inerte, vida, psique y espíritu. Para atajar el posible monismo a que pudiera conducir el impulso homogéneo, nos dice en su Programa de una filosofía, de 1940.

La trascendencia es como un ímpetu que se difunde en todo sentido, que acaso se realiza en largos trayectos de manera seguida y continua, pero sin que esta continuidad constituya para ella la ley. Luego el monismo ontológico de Romero es, por el contrario, pluralismo y diversidad, como él mismo afirma.

La filosofía de Francisco Romero viene a engrosar el frente que el pensamiento contemporáneo ha levantado contra el racionalismo idealista predominante en la etapa moderna. La indagación del ilustre mentor americano ha permitido poner de manifiesto hasta qué punto es de carácter inmanentista dicho racionalismo, ya que, al concentrarse en el ámbito de la razón, necesariamente tiene que tomar esa actitud.

Obras

  • Vieja y nueva concepción de la realidad (1932)
  • Un filósofo de la problematicidad (1934)
  • Palabras a García Morente (1935)
  • Los problemas de la filosofía de la cultura (1938)
  • Filosofía de la persona (1938)
  • Programa de una filosofía (1940)
  • Sobre la historia de la filosofía (1943)

La calidad y los resultados de la obra de Romero se pueden apreciar a través de un grupo de jóvenes pensadores que en la actualidad han alcanzado notorio destaque en América, como sucede con Risieri Frondizi, Aníbal Sánchez Reulet, Eugenio Pucciarelli, Juan Adolfo Vázquez y algunos otros cuya nómina es imposible consignar ahora completamente.

Fuentes

  • 1,0 1,1 1,2 1,3 «Francisco Romero Delgado», artículo publicado en el sitio web Filosofía.org.