Funciones ejecutivas

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Funciones ejecutivas (psicología)
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Concepto:Las funciones ejecutivas son un conjunto de habilidades cognitivas que nos permiten planificar, organizar, regular y controlar nuestro comportamiento para alcanzar metas específicas. Estas funciones son esenciales para la toma de decisiones, la resolución de problemas y la adaptación a situaciones nuevas o complejas.

Las funciones ejecutivas son procesos mentales de alto nivel que nos ayudan a gestionar nuestras acciones, pensamientos y emociones. Estas habilidades se localizan principalmente en la corteza prefrontal del cerebro y son fundamentales para el funcionamiento diario. Entre las principales funciones ejecutivas se encuentran:

Otras funciones ejecutivas

Además de las funciones mencionadas, existen otras habilidades clave que forman parte de las funciones ejecutivas:

Bases neurobiológicas

Las funciones ejecutivas están estrechamente relacionadas con la actividad de la corteza prefrontal, una región del cerebro que madura lentamente y alcanza su pleno desarrollo en la edad adulta. Otras áreas cerebrales, como el ganglio basal y el cerebelo, también contribuyen a estas funciones.[9]

La comunicación entre neuronas a través de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina es fundamental para el funcionamiento ejecutivo.[10]

Importancia en la vida cotidiana

Las funciones ejecutivas son esenciales para actividades como:

  • Organizar tareas y gestionar el tiempo.[1]
  • Tomar decisiones informadas.[2]
  • Controlar emociones y comportamientos.[1]
  • Resolver problemas de manera eficiente.[3]

Un déficit en estas funciones puede dificultar la realización de actividades cotidianas y está asociado con trastornos como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad o TDAH, el autismo y las lesiones cerebrales.[11]

Factores que influyen en las funciones ejecutivas

  1. Genéticos: La predisposición genética puede afectar el desarrollo de estas habilidades.[12]
  2. Ambientales: Factores como la educación, la nutrición y el entorno social tienen un impacto significativo.[13]
  3. Edad: Estas funciones se desarrollan gradualmente durante la infancia y pueden declinar con el envejecimiento.[1]
  4. Salud física: Enfermedades, lesiones cerebrales o trastornos mentales pueden afectar el rendimiento ejecutivo.[11]

Evaluación de las funciones ejecutivas

Para medir estas habilidades, se utilizan pruebas neuropsicológicas como:

Trastornos relacionados con las funciones ejecutivas

Algunos trastornos que afectan estas funciones incluyen:

Enlaces externos


Referencias