Gumercinda Paéz

Gumercinda Paéz
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NombreGumercinda Paéz
Nacimiento13 de enero de 1910
ciudad de Panamá, Bandera de Panamá Panamá
Fallecimiento1991
Veracruz (Panamá), Bandera de Panamá Panamá
NacionalidadPanameña
CiudadaníaPanameña
OcupaciónEscritora, política y pedagoga

Gumercinda Páez. Fue una escritora, política y pedagoga panameña. Mujer dotada de grandes cualidades intelectuales y de una honda sensibilidad artística, desplegó una intensa actividad en el panorama político y cultural de su país y se convirtió en una de las figuras más relevantes de la vida pública panameña del siglo XX. Alentada desde su temprana juventud por una firme vocación humanística.

Trayectoria

Nace en la ciudad de Panamá el 13 de enero de 1910.

Sin fortuna ni grandes conexiones políticas, la humilde maestra de 35 años fue, junto con Esther Neira de Calvo, la primera mujer en ocupar un puesto como delegada en una asamblea legislativa nacional.

Gumersinda Páez era una dramaturga aficionada, que escribía obras de teatro para que sus alumnos las representasen. Cada fecha cívica era una oportunidad para representar una velada.

Asamblea Constituyente

Como delegada de la provincia de Panamá en la Asamblea Constituyente, Páez no desilusionó a sus votantes. Defendió la creación de guarderías infantiles, el reconocimiento de la paternidad y el matrimonio de hecho; la igualdad de derechos de las mujeres en temas salariales; apoyó la inclusión del fuero de maternidad en el código de trabajo y defendió a grupos antillanos y sus ideas religiosas.

Con su labor responsable e inteligente, se ganó el respeto de sus compañeros delegados, que la eligieron vicepresidenta de la cámara durante el tercer debate del proyecto de constitución. Era la primera vez que una mujer ocupaba esta posición, no solo en Panamá, sino en el mundo conocido.

Su presencia en la asamblea, su elección como vicepresidenta, fueron un acontecimiento, no solo para el pequeño istmo de Panamá, sino para la región latinoamericana y el escenario mundial, en momentos en que la mujer luchaba por no ser considerada ciudadana de segunda categoría.

El primero de marzo de 1946 fue aprobada la nueva Constitución del país. En los años siguientes, tanto Gumersinda Páez como Esther Neira de Calvo gozaron de una gran notoriedad internacional.

Pero ni siquiera estos logros fueron suficientes para evitar el arraigado racismo y discriminación imperantes. En 1947, cuando viajó en representación de Panamá a Guatemala para presidir el Primer Congreso Interamericano de Mujeres, sufrió humillaciones por parte de las otras mujeres delegadas que veían con malos ojos la presencia de una afrodescendiente entre ellas. En el curso de una entrevista, cuando ya era una anciana de 70 años, casi ciega le comentó a a la periodista panameña Eva Montilla.

“He sufrido muchísimo por el egoísmo de otras mujeres”

En 1947, el gobierno de Panamá la nombró embajadora a la Conferencia Mundial de la Unesco, en México, pero el representante diplomático panameño en ese país no permitió que ocupara esta posición.

Sin embargo, los organizadores supieron del problema y la invitaron como huésped de honor y le asignaron el privilegio de dirigir la ceremonia de clausura. En esta ocasión fue vitoreada y homenajeada de múltiples formas.

En los años siguientes, Páez llegó a cartearse con personas de la talla de Gabriela Mistral, Eleanor Roosevelt, Mammie Eisenhower y las doctoras Magdalena Espínola y Elsie Druri, quienes le manifestaron su aprecio.

Sin embargo, su periodo de actividad no duraría mucho tiempo. A los 50 y tantos años de edad empezó a sufrir quebrantos de salud y debió acogerse a un retiro anticipado de las labores profesionales. Sin tener edad para una jubilación, lo irrisorio de su pensión la obligó a arrimarse a su familia para substir.

Muerte

Después de residir olvidada del mundo, durante largos años, murió de dolencias cardiacas y casi ciega en Veracruz (Panamá) en 1991.

Fuente