Hiperplasia prostatica maligna

Hiperplasia prostática maligna
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Clasificación:Enfermedad no transmisible.
Región de origen:Glándula de la próstata.
Región más común:Próstata

Hiperplasia prostática Maligna. La próstata La próstata es un órgano del sistema reproductor del varón. Es una glándula, con forma de castaña, colocada debajo de la vejiga y por delante del recto. La uretra (conducto por donde sale la orina) atraviesa la próstata por el centro, de manera que la orina sale de la vejiga atravesando la próstata. La función principal de la próstata es producir un líquido que se une al semen para mejorar la calidad de los espermatozoides y aumentar la fertilidad.

Causas, incidencias y factores de riesgo

Las tres enfermedades que se desarrollan más frecuentemente a partir de la próstata son:

  • Hiperplasia Benigna de Próstata (crecimiento benigno)
  • Cáncer de próstata (crecimiento maligno)
  • Prostatitis (infección)


Síntomas

El crecimiento de la próstata puede producir síntomas que denominamos irritativos:

  • orinar con más frecuencia (polaquiuria)
  • levantarse por la noche a orinar (nicturia)
  • tener que ir rápidamente al servicio cuando se tienen ganas de orinar (urgencia miccional)

y síntomas que denominamos obstructivos:

  • disminución de la fuerza y el calibre miccional
  • dificultad para comenzar la micción
  • goteo al terminar la micción
  • vsensación vaciamiento incompleto de la vejiga
  • en ocasiones retención de orina (incapacidad para orinar)

Estos síntomas imitativos u obstructivos suelen asociarse y en general son evolutivos, es decir van empeorando. En algunos pacientes parte de la orina queda retenida en la vejiga (orina residual). Cuando este proceso avanza, se produce una distensión de la vejiga y posteriormente una afectación de las vías urinarias (uréteres) y del riñón que puede desembocar en una insuficiencia renal. El cáncer de próstata se produce por un crecimiento maligno de la próstata.

El cáncer de próstata es el tumor más frecuente del varón, aunque debido a su crecimiento lento, constituye la tercera causa de mortalidad por cáncer, por detrás de los de pulmón y digestivo. Entre el 30 y 40% de los varones de 50 a 80 años pueden tener cáncer de próstata sin síntomas clínicos (latente). En estos casos, sólo una revisión prostática diagnosticará dichos cánceres. La frecuencia del cáncer de próstata aumenta con la edad y este cáncer más frecuente en varones con familiares que han tenido cáncer de próstata.

El cáncer de próstata se desarrolla en la zona periférica de la próstata y habitualmente no produce síntomas o los produce muy tardíamente. Solo presentan síntomas clínicos uno de cada nueve varones con cáncer de próstata. Además, las manifestaciones clínicas del cáncer de próstata son muy parecidas a las de la HBP y por la clínica no puede diferenciarse entre un cáncer y un crecimiento benigno. Cuando el cáncer de próstata se ha extendido fuera de la próstata, sobre todo a los huesos, produce dolores óseos.

El cáncer de próstata no se encuentra si no se busca, ya que solo produce síntomas cuando está muy avanzado. En el Instituto Urología y Medicina Sexual aconsejamos que todos varones mayores de cincuenta años revisen anualmente su próstata (chequeo prostático) para descartar la presencia de un cáncer de próstata. Recuerde que un cáncer de próstata diagnosticado en una etapa inicial (localizado) puede curarse.


Exámenes

La revisión o chequeo prostático es sencilla pero debe de realizarse bien, de una manera personalizada y en un ambiente confidencial.

Es obligatoria la realización de una buena historia clínica por un urólogo con experiencia, dedicando el tiempo necesario para que el paciente nos cuente todos sus problemas prostáticos, sexuales, etc... La historia clínica debe de completarse con una buena exploración física de los riñones, abdomen, vejiga, testículos y sobre todo de la próstata.

La realización de un tacto rectal permite valorar el tamaño de la próstata y detectar si existen nódulos duros sugestivos de cáncer. Este tacto rectal no tiene porque ser molesto si el urólogo lo realiza con cuidado y sin prisas. Además, la revisión básica de la próstata debe incluir un análisis de sangre, determinando PSA (Antígeno Prostático Específico) y creatinina, (función del riñón) y un análisis de orina.

En determinados pacientes, puede ser aconsejable la realización de otras pruebas: test genérico para la detección de cáncer de próstata (PCA3), ecografía, flujometría, residuo miccional, etc. El urólogo debe decidir qué pacientes necesitan estas pruebas.

Tratamiento

El diagnóstico definitivo de un cáncer de próstata se realiza mediante biopsia. Posteriormente debe realizarse un estudio sencillo para determinar si está dentro de la próstata (cáncer localizado) o se ha extendido por fuera (cáncer diseminado). En el cáncer de próstata localizado existen tres tipos de tratamientos:

  • Prostatectomía radical

Consiste extirpar completamente la próstata y las vesículas seminales. Múltiples revisiones de pacientes operados hace más de veinte años ofrecen muy buenos resultados.

En canceres de próstata localizados, la ventaja de la cirugía radical es que se extirpa toda la próstata con el tumor en su interior. En el Instituto Urología y Medicina Sexual realizamos la Prostatectomía Radical con la tecnología más avanzada y excelentes resultados.

  • Radioterapia externa

Se administra radioterapia localizada sobre la próstata con el objetivo de matar las células tumorales. Los resultados a largo plazo son buenos pero requiere controles periódicos.

  • Braquiterapia

Mediante ecografía y a través del periné se inyectan unas semillas radiactivas dentro de la próstata con objetivo de destruir el tumor prostático. Con esta técnica no se disponen de estudios a largo plazo y no conocemos la supervivencia a los quince años.

Medidas de cuidados personales

  • Todo hombre mayor de 45 años debería revisarse anualmente su próstata, erección y deseo sexual (Salud Integral del Varón). El urólogo-andrólogo es el especialista más adecuado para esta revisión completa.
  • Una adecuada revisión prostática permite diferenciar entre un crecimiento maligno (cáncer) o benigno (HBP).
  • El cáncer de próstata diagnosticado precozmente puede curarse.
  • Existen tratamientos médicos y quirúrgicos muy eficaces para la Hiperplasia Benigna de Próstata.
  • La vaporización de la próstata con láser verde o energía plasmoquinética es una excelente opción para eliminar el tejido prostático y produce un alivio inmediato de los síntomas.

Para los síntomas leves

Todo varón mayor de 45 años debería consultar con su urólogo una vez al año. En varones con antecedentes familiares de cáncer de próstata y en vasectomizados la revisión prostática debería comenzar a los 40 años. Orinar cuando se presente la necesidad inicial.

También ir al baño cuando el momento y el lugar lo permitan aún si no se siente la necesidad de orinar. Evitar el alcohol y la cafeína, especialmente después de la cena. No beber cantidad excesiva de líquidos de una sola vez. Distribuir el consumo de líquido durante el día y evitar su ingesta antes de acostarse.

Tratar de no tomar medicamentos de venta libre para el catarro o sinusitis que contengan descongestionantes o antihistamínicos, ya que estos fármacos pueden incrementar los síntomas de HPB. Mantenerse caliente y hacer ejercicios regularmente, ya que el clima frio y la falta de actividad física pueden empeorar los síntomas. Aprender y practicar los ejercicios de Kegel (ejercicios para fortalecer la pelvis). Reducir el estrés. El nerviosismo y la tensión pueden llevar a orinar más frecuentemente.


Fuentes

  • http://www.institutouroandrologico.com/servicios/enfermedades_prostata.php
  • Hormone Foundation. Hormone and you. Patient information page. Benign prostatic hyperplasia (enlarged protated). J Clin Endocrinol Metab. 2005; 90 (10): 2.
  • AUA Practice Guidelines Committee. AUA guideline on management of benign prostatic hyperplasia(2003). Chapter 1: diagnosis and treatment recommendations. J Urol. 2003; 170: 530_ 547.
  • Bent S, Kane C, Shinohara K, et. Al. Saw palmetto for benign prostatic hyperplasia. NEJM. 2006; 354: 557_566.