Hiposmia

Hiposmia
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Alteración del sentido del olfato, que se caracteriza por tener disminuida la capacidad para oler las sustancias volátiles contenidas en las moléculas.


Hiposmia: Trastorno del sentido del olfato, que implica un compromiso total de capacidades olfativas, incluyendo la incapacidad para detectar olores, así como una pérdida del olfato.

Etiología

Esta pérdida del olfato puede ocurrir debido a varios factores de salud, algunos de los cuales se pueden tratar y prevenir cualquier pérdida adicional de la capacidad de oler. Sin embargo, la pérdida permanente de al menos parte de la capacidad de oler no es inusual. Hay una cierta relación entre hiposmia y la condición conocida como la anosmia. Con la anosmia, el individuo es incapaz de detectar olores, pero retiene la capacidad de oler en general. La hiposmia implica un compromiso total de capacidades olfativas, incluyendo la incapacidad para detectar olores, así como una pérdida del olfato.

Podemos citar algunos agentes que provocan la Hiposmia: Edad avanzada, fumadores, obstrucción nasal (rinitis, sinusitis, poliposis, tumores nasales, atresia de coanas...), traumatismo con lesión de los filetes olfatorios, infección (generalmente influenza), tumores cerebrales, congénita, idiopática.

Causas

La causa más frecuente de esta alteración es la congestión de la mucosa nasal como consecuencia de un resfriado común y suele ser casi siempre reversible, pero en general, cualquier proceso que produzca obstrucción de las fosas nasales puede cursar con hiposmia o anosmia.

Varias condiciones pueden conducir a hiposmia:

Alergias. Las alergias son una causa común de la pérdida completa o parcial de olor. En algunos casos, cuando la alergia se trata, el individuo comienza a experimentar una capacidad recuperada para reconocer algunos olores, mientras que en otros, el sentido del olfato se ve disminuida de forma permanente.

Lesión en la cabeza. La hiposmia puede concretarse debido a algún tipo de trauma en la cabeza, como en un accidente automovilístico o una caída. Cuando el trauma es la causa raíz, el paciente puede llegar a recuperarse de la enfermedad, dependiendo de la magnitud del daño que se produjo y las secuelas de ese daño. Sin embargo, no hay garantías de que la capacidad de oler volverá nunca plenamente.

Pólipos nasales. Pueden causar daño permanente que no se invierte, incluso cuando los pólipos se extirpan quirúrgicamente. Sin embargo, la eliminación de los pólipos es importante para la preservación de cualquier persistente sensación de olor que el paciente puede retener en el momento del diagnóstico.

Infecciones virales. También pueden dar lugar a un estado temporal o permanente de hiposmia. En algunos casos, la pérdida del olfato sólo dura lo que la infección está activa. Una vez que la infección se pone bajo control, la capacidad de detectar olores se restaura, a veces completamente. Sin embargo, hay algunos ejemplos de infecciones virales que se dejó continuar durante largos períodos de tiempo, lo que conduce a la pérdida permanente del sentido del olfato.

Millones de personas en todo el mundo la experiencia hiposmia. A medida que avanza la investigación, algunos estudios indican una posible conexión entre la presencia de hiposmia y el eventual desarrollo de la enfermedad de Parkinson. Están realizando más estudios para determinar si hay datos suficientes para confirmar que hiposmia es en realidad una señal de advertencia temprana de Parkinson.

Tratamiento

Afortunadamente, cuando se detecta la causa subyacente de la pérdida del olfato desde el principio, hay una buena posibilidad de recuperación. En otros casos, los pacientes aprenden a vivir sin la posibilidad de disfrutar del aroma de las flores frescas o los aromas de sus comidas favoritas

Fuentes