Hospital infantil Hermanos Cordové (Manzanillo)

Hospital Infantil Hermanos Cordové
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Institución con sede en Cuba Bandera de Cuba
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Fundación:10 de octubre de 1912
Tipo de unidad:Hospital
País:Cuba Bandera de Cuba
Dirección:Reparto Caymari, Manzanillo, Granma

Hospital infantil "Hermanos Cordové". Antiguo Hospital Caymari, uno de los centros hospitalarios más antiguos de la ciudad de Manzanillo en la provincia Granma.

Ubicación

Se encuentra ubicado en Calle # 3 % 2 da Ave y 3ra Ave Reparto Caymari, Manzanillo, Granma, Cuba.

Historia

Al abordar el desarrollo histórico del que es hoy Hospital Pediátrico "Hermanos Cordové" , es imprescindible esbozar algunos datos biográficos de quien fue benefactor de la ciudad, Don José Caymari Vila, así como reseñar someramente las condiciones de salud existentes enManzanillo a fines del Siglo XIX y principios del XX, que pueden proporcionar el conocimiento de las motivaciones sociales que llevaron a este hombre rico a legar al pueblo manzanillero toda su fortuna y propiedades para la edificación y mantenimiento de un hospital para los pobres.

Según informe sobre el censo de Cuba, efectuado en 1899, más de la mitad de sus habitantes vivían en la zona rural. El grado de instrucción de la población era muy bajo, 14.216 habitantes mayores de 10 años no sabían leer ni escribir y 645 sabían leer, pero no escribir, de una población total de 32.288 habitantes. A esto hay que añadir que 7.641 niños menores de 10 años no asistieron nunca a la escuela, lo que los convierte en potenciales analfabetos.

El analfabetismo y la incultura que prevalecían enManzanillo de finales de siglo, unido al abandono y la indiferencia de las autoridades repercuten en las condiciones higiénicas y de salud de la población.

El agua que venía del Río Yara, resultó ser tan insalubre que los habitantes dependían por completo de aljibes. De 6.043 casas, 2.981 no disponían de servicio de letrinas. La basura era recogida por servicios de la ciudad solo en 2.834 casas, el resto la quemaban o eran recogidas por particulares.

A esto hay que añadir que durante la segunda mitad del Siglo XIX, se produjeron brotes epidémicos, como el cólera morbo y laviruela, que causaron numerosas muertes en la población, y que no podían ser controladas eficazmente debido a la falta de fondos del municipio para combatirlas, y que existían enfermos crónicos, como leprosos y dementes, que no podían ser atendidos en el municipio por no tener las instalaciones necesarias por lo que eran remitidos a La Habana, teniendo que costear el municipio el gasto de los mismos en cuanto al traslado y atención de ellos y en muchas ocasiones el presupuesto estaba agotado o no existía presupuesto.

Y como colofón, solo existía un hospital, el Civil, cuyas condiciones higiénicas dejaban mucho que desear.

Esta situación empeoró como resultado de la Guerra de Independencia, y la Reconcentración de Weyler, que incrementó las malas condiciones higiénicas y la proliferación de epidemias, el hambre y la muerte de una parte de la población.

Don José (Pepe) Caymari Vila nació en Manzanillo en la primera mitad del Siglo XIX. Era hijo de Don Bernardo caymari Morey y Doña Margarita Vila Pavón. Heredó bienes de sus padres, los que logró aumentar gracias a sus habilidades en los negocios y a un exagerado sentido del ahorro, pues no obstante la fortuna que poseía, siempre vivió humildemente.

No había en él rasgos de orgullo ni vanidad tan frecuentes en las clases ricas. Llevaba él mismo la contabilidad de sus negocios los libros siempre estaban al día. Vivía en casa sin lujos ni comodidades excesivas, vestía sin preocupación y se dedicaba a hacer el bien a los humildes.

Por esta forma de vivir fue muy criticado., pues se comentaba de él que era muy avaro, y que su solo objetivo en la vida era acumular dinero y se preocupaban para qué quería Don Pepe el dinero que amontonaba, sobre todo teniendo en cuenta que nunca se casó ni tuvo hijos. La respuesta a esta interrogante se conoció al final de su vida, el 18 de febrero de 1892, cuando ordenó ante el Notario, Señor Manuel Fuentes García, su testamento que escribió de su puño y letra, por el cual legó casi todos sus bienes para la fundación de la obra que debía denominarse Hospital  Caymari.

El contenido de este testamento es a grandes rasgos el siguiente:

Declara haberse conservado siempre en estado de soltería por lo que carece de herederos legítimos, no teniendo hijos naturales reconocidos ni por reconocer ni ascendientes, por haber estos fallecidos, por lo que lega sus bienes que consistían en fincas rústicas y urbanas, obligaciones en cartera, ganado y efectivo en caja, para que, bajo la dirección y protección de un patronato compuesto por doce o más vecinos y propietarios de Manzanillo, se construya un hospital que llevara su apellido y se sostendrá con las rentas que produzcan los bienes que legara.

Más adelante designa a la primera Junta de Patronato, que será la fundadora del hospital, a las siguientes semanas:

  • Presidente perpetuo: José Leocadio Ramírez Vila.
  • Vocales: Francisco Javier Ramírez López Chávez
  • Maximiliano Ramírez López Chávez
  • Manuel Fuentes García
  • José Agustín Rodríguez Requeira
  • Manuel de Jesús Calvar Eduardo
  • Ángel López Chávez

Jaime Roca Vivas.

  • Roque Roig Escalante
  • Santiago Rodríguez Góngora
  • José de Jesús Mariño Botello
  • Fermín Masquiarán González
  • Juan Roblejo Reyes
  • Claudio Loscos Pourcet
  • Jorge Milanés Figueredo
  • Ramón González Martínez
  • Marcelino Vázquez L.

Establece en el testamento que las personas nombradas solo podrán ser relevadas por renuncia o por fallecimiento y para cubrir las bajas ruega al Presidente del Ilustre Consistorio Capitular que en la época de elecciones se incluyera en la votación los nombres de personas de reconocida competencia, moralidad y arraigo que sean mayores contribuyentes por concepto territorial para sustituir a los patronos que vayan faltando.

A continuación nombra albaceas y administradores de bienes para la ejecución de lo dispuesto, mientras en el patronato en función, esperando que acepten y cumplan el encargo, que cree le harán con gusto por dimanar de un fiel amigo que siempre les ha distinguido como ellos merecen.

Por último, ruega a las personas que posean un capital en la zona, y aquellos que abandonan el país donde han hecho su fortuna, que dediquen alguna cantidad para continuar la obra y a los que trabajan en este suelo y alcanzan su bienestar, admitan este ruego que solo tiene como miras socorrer a los desgraciados inválidos de Manzanillo.

Firman el testamento además de Caymari los testigos Manuel Muñiz Fernández, José Solís Rodríguez, Emilio Aguirre Álvarez y Manuel Fuentes García.

Caymari muere el 4 de febrero de 1896, en la ciudad de Manzanillo y el 14 de agosto del propio año, el Señor José Leocadio Ramírez Vila nombrado por Caymari Presidente del Patronato constituyó la Primera Junta de Patronos del Hospital Caymari, de la cual formaron parte las personas mencionadas anteriormente.

Historia

El 24 de febrero de 1895 un nuevo período de lucha por la conquista de la independencia patria se había iniciado en nuestro país y nuevamente Oriente tiene la vanguardia en esta gesta, produciéndose batallas importantes. La marcha de la invasión arrasaría con la producción azucarera y contribuiría a la ruina económica del país. En este marco se produce la muerte de Caymari y la toma de posesión del primer patronato, que por este motivo no pudo acometer la obra de inmediato, esperando la estabilización de la situación imperante, ya que los bienes de Caymari fueron afectados también por la guerra en cuanto al valor y la producción de los mismos.

El Señor Ramón García Martínez, a la sazón Presidente de la Junta de Patronos, en la primera sesión que se efectuó al terminar la guerra propuso que se hiciera todo lo posible para cumplir los deseos de Caymari. Independientemente que las condiciones histórico-concretas del momento no eran favorables a la empresa de la ejecución del proyecto, entre otras causas porque de la parte de los patronos fundadores quedaban en 1904 solo 4, debido al fallecimiento de Mariño Botello, Roig Escalante, Calvar Eduardo y Rodríguez Requera; a la renuencia sin llegar a tomar posesión de Fuentes García, Rodríguez Góngora y Loscas Puercet. No llegó a tomar posesión Milanés Fajardo por residir en Santiago de Cuba y aún el propio Presidente de la Junta Ramírez Vila, se ausentó de la localidad, por lo que solicitó su renuncia.

Posteriormente renunciaron Francisco Javier y Maximiliano Rodríguez, López Chávez, Ángel López Chávez, Jaime Roca y Marcelino Vázquez.

Los cuatro que quedaron eran José leocadio Ramírez Vila (que había regresado en 1899), Ramón García, Juan A. Roblejo y el Secretario contador.

No obstante, dos años después el vocal Juan A. Roblejo propuso solicitar los planos y presupuesto a fin de construir y equipar el hospital y en la reunión celebrada el 16 de junio de 1906 sugirió que se urbanizara la finca “Punta Pio”, propiedad del patronato, con el objetivo de obtener más ganancias que las que se obtenían como finca rústica.

Ejecución de la obra

Que los gobiernos, desde la donación española hasta los de la república no habían aprobado o rechazado para su ratificación el Reglamento por lo que debe regirse el patronato.

La existencia de una administración no muy honesta, de lo cual dan fe algunos hechos ocurridos, como es el caso de la venta de algunas propiedades del hospital, las cuales tenían que reintegrar en un plazo de 6 años criterios emitidos por el Lic. Álvarez, Jefe de la Sección Legal del Departamento de Beneficencia de la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, que había venido con el fin de encauzar los trabajos de construcción del hospital, reorganizar la junta e inspeccionar los bienes pertenecientes al pretendido hospital. Como resultado de esta gestión y mediante el Decreto # 286 del 8 de marzo del propio año 1907, se reconoce el nuevo patronato formado por José Caiñas Calás, Eustaquio Fernández Alonso, Jesús León Bello y Manuel Arca Campos designado para cubrir igual número de vacantes ocurridas. Estos nuevos patronos fueron reconocidos por el Gobernador Provincial, a propuesta del Departamento de Beneficencia y de acuerdo con el Alcalde Municipal.

La nueva junta inició una labor de reorganización económica al cabo de dos años pudo acumular los fondos suficientes para dar inicio a la construcción del hospital. Se elaboró el Reglamento Interno que establecía el funcionamiento administrativo de la junta y se procedió a hacer los planos de la finca “Punta Pie” para urbanizarla. A pesar de ello, el inicio de la construcción del hospital se seguía dilatando, en espera de los planos, pues cuando el Presidente de la Junta los llevó al Director de la Secretaría de Beneficencia para su aprobación este le comunicó abruptamente que había sido destituido, así como había este declarado excedente a la junta de Patrones del hospital caymari, actuando a instancia de un conocido personaje político de Manzanillo, aduciendo que en la Junta figuraban doce españoles, lo cual no era verdad, pero si lo hubiera sido no estaba mal constituida la Junta por eso, ya que el propio Caymari nombró para la primera Junta a varios españoles.

Finalmente la Junta acordó designar $ 25.000 para el costo del edificio que sería construido en la parte de la finca “Punta Pie” detrás del Hospital Civil y en septiembre de 1909 se encargó el Dr. Wenceslao Calzada, Inspector del departamento general de Beneficencia, de iniciar la obra, designándose una Comisión de 5 miembros para apoyar la tarea, la cual después de un análisis, informó que era necesario hacer modificaciones al plano, y se acordó aumentar el presupuesto a $ 50.000, cerrándose el contrato en julio de 1910 ante el Notario Manuel Fuentes García.

La construcción del hospital duró aproximadamente un año. El 28 de septiembre se designó al Dr. Buenaventura Tamayo como Director Facultativo, el cual mantuvo el cargo hasta su fallecimiento y posteriormente el equipo médico y paramédico y todo el personal necesario. También fue dotado de las instalaciones necesarias para su buen funcionamiento.

Se acoge para su inauguración la patriótica fecha del 10 de octubre, en el año 1912, la cual se celebró con la participación de autoridades locales y el pueblo en general.

Estructura del Hospital anteriormente

Un Pabellón Pórtico, vestíbulo, dos cuartos laterales, (oficinas de la Dirección y la Administración) comedor para empleados y dos cuartos laterales (Botiquín y habitación para enfermeros).

Dos pabellones: uno a la derecha y otro a la izquierda con baños y servicios sanitarios, uno para empleados y otro para enfermos.

Un pabellón de enfermeras generales para hombres, un pabellón de enfermeras generales para mujeres.

Un pabellón de operaciones con salón para operados, tres cuartos anexos para instrumentación de cirugía y estufas de desinfección.

Un pabellón para pensionistas, dedicados a accidentes de trabajo.

Un pabellón con cuarto de curaciones y servicio sanitario.

Un pabellón de enfermos especiales

Un pabellón de enfermos infecciosos.

Un pabellón para cocina y comedor de los sirvientes.

Un pabellón con cuartos para despensa, ropería y depósito de útiles sin uso o para repuesto.

Un pabellón para depósito de cadáveres.

Un pabellón para lavandería y un cuarto anexo para caballeriza.

Un pabellón para horno crematorio.

La edificación de l hospital en la finca rústica "Punta Pie" y las vías de acceso que se construyeron, dieron lugar a la urbanización del mismo, donde surgió una nueva barriada, que fue creciendo progresivamente.

Desde la inauguración el hospital comenzó a presentar una función eficiente dándole una atención esmerada a los pacientes necesitados. El balance de la administración de la primera Junta de Patrono respondía a los deseos de caymari, pero las cláusulas del testamento tuvieron que adaptarse a las leyes de la república, por lo que la facultad de nombrar a los miembros pasó a ser potestad de la Secretaría de Sanidad y Beneficencia y del Presidente de la República y la Junta solo tenía poderes para nombrar al personal del hospital y la administración de los bienes de la fundación. Esto trajo como consecuencia que a los pocos años de fundada, esta institución, que fue destinada a prestar atención médica a toda la población, sin discriminación de clase, llegara a prestar estos servicios a aquellos enfermos que tuvieran determinada filiación política, o que fueran amigos o familiares de alguno de los miembros de la Junta de Patronos. Además la junta comenzó a resolver los asuntos de la misma, (y no como estaba estipulado en los estatutos) de acuerdo con sus intereses particulares y con la línea política de la dirección. Un ejemplo de ello fueron los hechos ocurridos a partir de 1913 cuando la Junta deja de exigir el cumplimiento de las obligaciones hipotecarias (que debían haber concluido este mismo año) al Central Salvador, que era deudor del Hospital caymari por la suma de $ 30.345.081 y que había sido obligado a devolver en el término de 6 años. Por si esto fuera poco acepta sin la más leve defensa de los intereses que le están conferidos, la venta del central verificada por la entidad J. L. Ramírez y Compañía, hecho realizado el 15 de mayo de 1920. Llama la atención que 9 años más tarde, la Junta abandona su actitud indiferente (para un modo turbio o hacer aparecer que no vende y transmite por una ínfima cantidad la más valiosa de sus propiedades), para establecer una reclamación del cobro del crédito hipotecario contra la Sociedad deudora de Gowal Maceo y Compañía ascendiente a la suma de $ 30.345.81 así como los intereses no pagados en la cuantía de $ 4.254.17 y $ 10.000 calculados para gastos. Esto tenía como objetivo, que al no pagar la deuda la referida Compañía, el Central fuera subastado y adjudicado al hospital, para cederlo a un tercero que sería la Compañía Azucarera Central Salvador. El precio en que la compañía compra sus derechos al hospital será a la cantidad a que asciende el crédito ya pagado de $ 30.345.81, los intereses vencidos y no pagados y los que vensan hasta que se perfecciones el contrato, más los costos y gasto que ascienden a la suma de $ 10.000. por esta ínfima cantidad vende la Junta de Patronos del Central Salvador que había sido valorado con sus maquinarias, tierras y demás anexos em $ 40.000., y pese a la prohibición que pesaba sobre ella de enajenar, vender o transmitir los bienes propiedad del hospital, de conformidad con los estatutos de la fundación, del reglamento por lo que se rige y de las disposiciones legales en vigor, realizándose la más inaudita de las malversaciones a la vista de todo el pueblo y en contubernio con las autoridades.

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Esta situación se prolongó hasta el 20 de junio de 1934, fecha en que el Secretario de la Secretaría de Sanidad y Beneficencia dictó una resolución destituyendo la Junta de Patronos y al director y Administración del Hospital caymari, designando de modo ilegal a otras personas como miembros de la misma. Esto viola los estatutos que dice que los Patronos nombrados no podían ser relevados ni depuestos más que por renuncia o fallecimiento, y que por el nombramiento de las personas de las personas que integran la Junta lo hace la autoridad superior a propuesta de la Alcaldía Municipal, lo que se hizo en esta oportunidad.

Los hechos ocurridos en 1934 constituyen algo insólito, toda vez que casi todos los partidos políticos al llegar al poder lo intentaron intervenir en el patronato, pero al chocar con las cláusulas del testamento prohíben la intervención de las autoridades civiles y militares, se abstuvieron de ello, excepto el gobierno de 1934.

Ya anteriormente se han mencionado los malos manejos administrativos que existían, y esto podía verse como una causa justa de su destitución, pero a su vez el método empleado para destituirla iba contra los estatutos, lo que dio elementos de cada uno de los grupos políticos existentes en Manzanillo por apoyar o combatir su situación a pesar de que se espera de la nueva Junta una administración más austera y honesta, ya en 1941, siete años después al amparo de la resolución se ha desarrollado el hospital con una pésima administración y servicio público.

Esto dio lugar a que Félix Fernández Caymari, pariente del testador, se dirigiera al ministerio de Salubridad y Asistencia Social mediante carta fecha 7 de marzo de 1941 para que cesara el estado de cosas existentes, pues de otro modo, reclamaría al disfrute de los bienes del hospital, lo que llevó al Ministro, oyendo las razones expuestas, a hacer público en la gaceta Oficial el 23 de julio de 1941 la resolución que restituye su cargo a los miembros de la junta que fueron destituidos por la resolución de 1934 y al Director y Administrador, quedando extinguida la Junta de patronos que dirigía el Hospital caymari desde 1934.

La Junta destituida en 1941, según criterio de los contemporáneos, había cometido irregularidades administrativas como la inversión de capital de censos cobrados en otras cosas que no era el pago de los empleados del hospital como decía el testamento, sustracción de objetos, existían en caja de solo $ 0.02, $ 8000.00 en deudas y cantidad de débitos por concepto de pan, café, naranjas, mensualidades de teléfonos, etc. Llegando al desastre a tal extremo de que un miembro de la Junta tuvo que aportar una noche $ 5 de su bolsillo para las atenciones del día siguiente.

En orden facultativo, dos de los tres médicos estaban incapacitados por enfermedad, y otro solo tenía dos meses de trabajo.

Como resultado de esto el hospital llegó a ser centro burocrático donde la puerta llegó a estar cerrada con candado, lo que dio lugar a que una señora pariera fuera de la reja y un herido falleciera pro negársele el ingreso.

No obstante la nueva junta nombrada en 1941 continuó satisfaciendo intereses políticos y practicando el amiguismo, los bienes volvieron a ser administrados desorganizadamente, lo que condujo a la población y a las instituciones de más prestigio elevaran protestas en reiteradas ocasiones, solicitando la fiscalización del desempeño de los que dirigían el hospital. Fue así como el Ministerio de Salubridad dictó una Resolución en noviembre de 1945 destituyendo a la Junta de patronos y su Director, designando al Dr. Miguel Fernández León para que asumiera las funciones de Director y Administrador del Hospital.

El Dr. Fernández León, nativo de Manzanillo, era la persona idónea para asumir el cargo. Médico brillante, con un excelente nivel científico y experiencia en hospitales por haber trabajado en instituciones de este tipo en la capital y en el extranjero. Comienza de inmediato a reorganizar los servicios, nombrando al Dr. Miguel Sánchez Castellano como cirujano doctor, y al Dr. Eugenio Moreño Coll como consultor, ratificando en su cargo de Interno al Dr. Carlos Gutiérrez Núñez. Se señalarán días fijos para operaciones, se inauguró un servicio de consulta externa para ginecología, Parto, Medicina Interna, Vías Digestivas, Piel y Sífilis. Se surtió el laboratorio de los materiales necesarios y se reorganizó el departamento Técnico, ya que el Hospital no contaba con enfermeros graduados, trabajo que desempeñaban los auxiliares, que trabajaban 12 horas diarias, formando un cuerpo de enfermeros. Adquirió además un equipo de radiografía fluoroscópica para el que se constituyó en cuarto oscuro, en el cual nombró un técnico. Creó un servicio de niños para atender la gran cantidad de epidemias y enfermedades gastrointestinales que causaban una alta morbilidad y mortalidad infantil, creando una sala de 16 camas a estos efectos con salón de curaciones, ropería, comedor, etc.

Todo esto trajo que aumentara el número de enfermos atendidos en el centro, por lo que se nombraron tres médicos más.

Para poder hacer frente a esta demanda, hubo que hacer adaptaciones, ampliaciones e instalaciones eléctricas y reparaciones generales de techos, ventanas, así como el arreglo de los jardines y pintura de las paredes, lo cual además de las mejoras y ampliación de los servicios mejoró el aspecto externo del Hospital.

Se incrementaron también las investigaciones de laboratorio, clínica, cirugía mayor y menor, partos y transfusiones y se mejoró la alimentación, calidad y cantidad de las medicinas.

Se reorganizó el sistema de administración y contabilidad, con lo que se logró en 6 meses que los ingresos aumentaran de $ 6,385.56 a $ 10,979.41. el nuevo patrón se encontró al hacerse cargo del hospital, la cantidad de $ 2.81 y a los 6 meses ya habían $ 3,325.62.

En noviembre de 1948 fue nombrado Director del Hospital caymari el Dr. René Vallejo Ortiz, el cual se había destacado por los servicios prestados a las naciones que se habían liberado del fascismo, atendiendo a los ex-prisioneros de los campos de concentración nazis. Desde la dirección del hospital se llevó a cabo una intensa labor de saneamiento, administración y mejoramiento de los servicios médicos de los pobres.

Por esta labor comenzó a chocar con la junta de Patronos, cuyos intereses políticos económicos no coincidían con la gestión realizada por el Dr. Vallejo lo que llevó a éste destituido por el patronato en el mes de enero de 1954. este motivó que enviaran una carta al Dr. Ramón Escobar Tamayo, Presidente de la Junta de Patronos, donde le dice textualmente:

[…] Ignoro los motivos que haya tenido esa junta para destituirme y cambiar tan bruscamente de opinión en cuanto a mi persona, ya que en numerosas ocasiones todos y cada uno de ustedes habéis alabado y aplaudido mi actitud al frente del Hospital caymari.

Es verdad que en los últimos meses habían surgido discrepancias entre esa Junta y yo por oponerme en principio a rebajar el número de camas para enfermos pobres, así como las medicinas que se han venido administrando a los mismos, caros, es cierto, pero imprescindibles para salvar las vidas (casos de tétenos, fiebre tifoidea, acidosis, etc.) que no es en lo absoluto, crítica la situación económica del hospital y así todo lo contrario como pude fácilmente demostrarse…

La verdadera causa de la destitución consistió en desacuerdo del Patronato con su Director, argumentando que el Dr. Vallejo hospitalizaba mayor número de enfermos que los consignados en el presupuesto. El pueblo indignado, protestó contra esa arbitraria destitución porque no solo el Dr. Vallejo, sino la población humilde de Manzanillo habían sido derrotados por un estrecho e inhumano concepto administrativo.

Este acto no lesionó el prestigio de Vallejo, sino que se proyecta contra las posibilidades de los enfermos pobres de esta región ya que su nombre era conocido y admirados por los más importantes centros científicos de Cuba y del extranjero, alumno predilecto del eminente profesor Pedro Pablo Novo, gloria de la cirugía cubana.

Contra esta figura nada podría el criterio administrativo de los grupos de hombres incapaces de ponerse a la altura de tan noble empeño. Al proceder de esta manera, el patronato pretendía restablecer una vez más el sistema de privilegios e influenciar caciquiles que en épocas anteriores predominaba en este centro.

La Junta de Patronos nombró como Director al Dr. Ángel Escalante Fondito, quedando como presidente del Patronato el Dr. Ramón Escobar Tamayo, los que tomaron posesión de sus cargos el 1ro de marzo de 1954.

Es curioso destacar la respuesta del periodista Gerardo Sábado a un artículo aparecido en el periódico Orientación el 12 de abril de 1957 que encaminaba la labor del Dr. Ángel Escalante, firmado por un paciente agradecido que manifestaba que en estos momentos el hospital no debe nada a nadie, que había pagado sus deudas que ascendían a $ 19,882.00, que se atendía a todos los enfermos, dándoles una buena alimentación, medicina, buen trato y esmerada limpieza y habla de cifras record de operaciones, análisis, radiografías, partos y consultas gratuitas.

A Sábado le resultó sospechoso este paciente "agradecido", que conocía tan bien las estadísticas del hospital y levanta su voz contra el referido artículo, diciendo que en ese hospital, no existía ni la 5ta parte del movimiento de cuando dirigía Vallejo, de cuya honradez no se puede dudar. Añade que es una gran noticia que se haya pagado las deudas del hospital, pero aclara que las deudas contraídas en la Dirección de Vallejo se debieron a sus grandes iniciativas 4 20,000 pesos en un moderno salón de cirugía con aire acondicionado, en la creación de una farmacia, dando medicina en consultas externas ($5,000 pesos), y en la reconstrucción general de todos lo problemas. Refiere por último Sábado en su artículo, que "Instituciones como esta, más que para administrarlas con la punta del lápiz calculador, de mal fundados, ahorros, deben ser siempre fuentes de consuelo donde alivian sus penosas desgracias tanto desamparados que deambulan por Manzanillo".

En 1956 fue nombrado el Dr. Palmas Quintela emigrado como Director y Patrono Gubernativo, el que al asumir el gobierno encontró una deuda de $ 5,000 pesos con el seguro médico que era de inaplazable cumplimiento y ya la zona fiscal se disponía a embargar el hospital por la citada cantidad. El Dr. Palma propuso y fue aceptado a firmar un convenio por el que entregó la cantidad de $ 1,000 pesos como cuota inicial y liquidar el resto de la deuda a razón de $ 80 pesos mensuales. Durante su gobierno el hospital adquirió una máquina de sumar y otra de escribir, teniendo depositados en la cuenta bancaria la cantidad de $ 3,713 pesos no debía un centavo y los sueldos de todo el personal se liquidaban mensualmente sin atrasos.

El Dr. Palma procedió a aumentar los sueldos a los médicos para que todos recibieran no menos sueldo mínimo a que tenían derecho por ley.

En los últimos 12 meses fueron atendidos 1385 enfermos hospitalizados y el Dr. Palma realizó 221 operaciones sin producirse ninguna defunción en estos operados.

Existían además dos enfermeros titulares y seis auxiliares.

El Dr. Palma además recogió los restos de caymari que andaban errantes en una urna, de un lado para otro, y fijó sus restos definitivamente en la entrada del edificio donde se inscribieran estas honrosas palabras: "Aquí, en su indestructible obra reposan los restos de Don José Caymari Vila, gran benefactor manzanillero, el que con gestos gravó para siempre su nombre en el corazón de su pueblo".

Sin embrago, su carácter autoritario lo llevó a conflictos con los trabajadores y el Patronato por lo que un año después fue destituido y en el mes de diciembre de 1957 tomó posesión de la Dirección del Hospital Caymari el Dr. Ramón Eduardo Escobar Masquiarán, el que a su vez era Presidente del Club Rotario de Manzanillo, por lo que en su gestión tuvo el apoyo de esta institución y sobre todo de las damas rotarias de esta ciudad, las cuales por su iniciativa y gestión lograron restaurar la Sala Infantil, que fue dotada de ropa de cama, ropas para permanecer allí medicinas y el local que fue remozado y bellamente decorado. La Sala contaba con 7 camitas y 8 cunas que fueron equipadas con los colchones y la ropa necesaria.

Tan pronto se produce el triunfo de la Revolución el 1ro de enero de 1959, que derrocó la tiranía de batista e instauró el poder de la clase obrera, fueron renovados los cuadros directores del Hospital Caymari, siendo designado en febrero del propio año al Dr. René Ruíz Ayesterán, conocido médico ortopedista que había sufrido prisión durante la dictadura batistiana por sus actividades revolucionarias, como Director del mismo. Integraron el Patronato como Delegados del Ministerio de Salubridad el Comandante Dr. René Vallejo Ortiz y el capitán Manuel (Piti) Fajardo Rivero, ambos del Ejército Rebelde y los Doctores Manuel Álvarez gandarilla, José Fernández Sotto, Néstor Calafel, Diego Sans Fonseca (emigrado) y Orlando Aguirre Ortiz.

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Durante los primeros 6 meses del año 1959 se realizaron algunas transformaciones y ya en 1962 se producen adaptaciones para convertirlo en Hospital materno Infantil, nombrando como Director al Dr. Ángel Escalante Fandiño, pasando los demás pacientes de distintas patologías a ser atendidos en el Hospital General Manuel fajardo. En este propio año por el Decreto ministerial # 20, pasa el Hospital Caymari al Ministerio de Salud Pública.

Desde este momento se mantuvo funcionando como Hospital materno Infantil hasta 1966 en que se inician sus actividades asistenciales especializadas en Pediatría, nombrándose Director del mismo al Dr. Carlos Castañeda, tomando el nombre de Hospital Infantil Hermanos Cordové.

Véase también

Consejo Popular # 13 Caymari.
Sitio Histórico casa donde vivieron los hermanos Cordové
José Caymari Vila

Fuente

• Archivo histórico de la ciudad de Manzanillo.
• Especialista en Sitio Históricos, Lic. Idelgarden Céspedes Peña.
• Investigación realizada por los instructores del Joven Club Manzanillo.