Iliá Éhrenburg

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Ilyá Éhrenburg
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NombreИлья́ Григо́рьевич Эренбу́рг,
Ilyá Grigórievich Éhrenburg,
o bien,
Илья́ Ги́ршевич Эренбу́рг,
Ilyá Gírshevich Éhrenburg
Nacimiento27 de enero de 1891 (según el calendario gregoriano);
15 de enero de 1891
(según el calendario juliano).
ciudad de Kiev,
país de Ucrania,
Imperio ruso Bandera de Rusia
Fallecimiento31 de agosto de 1967
ciudad de Moscú,
país de Rusia,
Unión Soviética Bandera de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
Causa de la muertecáncer de próstata y cáncer de vejiga
ResidenciaRusia
Nacionalidadrusa
Ciudadaníaruso
OcupaciónEscritor y periodista
Obras destacadasTrece pipas,
El deshielo,
Gentes, años, vida,
El amor de Juana Ney,
El aprovechado,
Sobre el trabajo del escritor,
El callejón Protochni,
La vida y el peligro de Nicolás Kurbov,
Las extraordinarias aventuras de Julio Jurenito,
El trust D. E. y la historia de la decadencia de Europa

Iliá Grigórievich Éhrenburg, conocido popularmente como Ilyá Ehrenburg (Kiev, 27 de enero de 1891 - Moscú, 31 de agosto de 1967), fue un novelista, poeta, cronista de viajes, cuentista y periodista soviético de familia judía. Publicó poemas, cuentos, libros de viaje, ensayos y varias novelas.[1]

Biografía

Durante su juventud, estudió en el instituto Gymnasium de Moscú. Desde entonces, ya mostraba su lado más revolucionario, motivo por el cual fue expulsado. Fue una pieza clave en la revolución de febrero de 1905, participando en movimientos estudiantiles de la universidad de Moscú, en compañía de su amigo Nikolái Bujarin. Emigró a París en 1908. Allí se relacionó con los emigrados revolucionarios rusos y publicó sus primeros poemas, de tendencia simbolista, bajo la influencia de las obras de Paul Verlaine, Francis James y Konstantín Balmont, y además se hizo amigo de Pablo Picasso, Guillaume Apollinaire y Fernand Léger.

A partir de 1913 empezó a colaborar (desde París) con varios periódicos rusos. Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), Éhrenburg fue corresponsal en el frente. Su poema Rezo para Rusia fue publicado en 1917.

Ese año regresó a su país, tras el triunfo de la Revolución de Octubre, asumiendo abiertamente las ideas del comunismo. Después de volver a su país de origen, vivió en su ciudad natal, Kiev (donde trabajó como profesor), Járkov, Kerch, Teodosia y Moscú. También viajó a Georgia con Osip Mandelstam.

Por ese entonces mantenía una amistad con Vladímir Mayakovski, Marina Tsvetáieva (1894-1941), Serguéi Esenin y Borís Pasternak, quien leería sus poemas. Más tarde Éhrenburg criticaría la famosa novela de Pasternak Doctor Zhivago por considerarla falsa. Fueron sonados sus romances con Liselotte Mehr y Jadviga Sommer, aunque se casó en 1919 con su prima Liubova Kozintseva, con quien tendría una hija.

Participó directamente en la guerra civil en Ucrania, y en parte por ello, los sentimientos encontrados de fascinación y de rechazo que le inspiraba el bolchevismo determinaron que marchara de nuevo a París en 1921 como corresponsal de la prensa soviética.

Ese año escribió la que los críticos han juzgado su mejor novela, que habría de convertirse en la más célebre ―y por él más estimada― de sus obras en prosa: Las extraordinarias aventuras de Julio Jurenito y sus discípulos (1921).[2] una sátira filosófica y mordaz de la civilización europea. La crítica del mundo occidental con intención desmitificadora constituyó también el tema de Trece pipas (1923) y El trust D. E. y la historia de la decadencia de Europa (1923), mientras que, contemporáneamente, otras novelas como La vida y el peligro de Nicolás Kurbov (1923) o El amor de Juana Ney (1923) denunciaron los peligros que corría el libre desarrollo de la personalidad individual en una sociedad que el nuevo régimen soviético amenazaba con deshumanizar.

Vivió en Berlín (Alemania), Bruselas (Bélgica) y París (Francia).

Regreso a la Unión Soviética

Regresó de nuevo a la Unión Soviética en 1924 y, durante unos años, participó en las actividades de los círculos literarios de Moscú. Las medidas económicas que había adoptado Lenin en 1921 (la Nueva Política Económica o NEP) para paliar los desajustes provocados por la «economía de guerra», que toleraron el mantenimiento transitorio de formas económicas de tipo capitalista, fueron consideradas por Éhrenburg como un triunfo de la ruindad y la estrechez de miras de la pequeña burguesía. En El aprovechado (1925) y El callejón Protochni (1927) contrapuso esa victoria del espíritu mezquino a los grandes ideales revolucionarios del socialismo. En 1928 escribió la novela La agitada vida de Lásik Reitswantz.[2]

La Guerra Civil Española

En 1931, al destituirse en España la monarquía y proclamarse la Segunda República viajó con frecuencia a España como corresponsal y en 1932 escribió España, república de trabajadores, Corresponsal en España, y Aquello que ocurre al hombre y España,

En 1934, en el Congreso Internacional de Escritores celebrado en la ciudad de Moscú, se opuso a las tesis de Máximo Gorki, quien abogaba por la doctrina del realismo socialista.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) fue corresponsal del Izvestia y escribió los libros ¡No pasarán! (1936) y Guadalajara: una derrota del fascismo (1937). Estos escritos lo reconciliaron con los comunistas.

En 1940 vivió la ocupación de París por las tropas alemanas. Esta experiencia dio pie a su novela La caída de París (1942), en la que analizó las causas políticas y militares de la derrota francesa, y que ese mismo año fue galardonada con el Premio Stalin,

El libro negro, de Vasili Grossman e Iliá Éhrenburg, publicado por Galaxia Gutenberg.
¡Será tu impulso, corazón!
Quemado y rojo Aragón.
Ni un árbol ni un matojo,
rocas tan solo y bochorno.
¡Lo darías todo por un sorbo!
Balas, polillas diminutas.
Has de correr y conseguir llegar…
Y recordar cómo de niño te llamaba tu mamá.
Las piedras rojas. El humo azul.
Un cañoneo breve; el crepitar
de las ametralladoras, que callan luego.
Fue aquí, guerra, donde te encontré.
Sueño profundo, sopor del mediodía.
Extremo de desesperación es Aragón
«Aragón» (1938), poema de Iliá Éhrenburg[2]

La actividad periodística de Éhrenburg durante la guerra germano-soviética le dio gran popularidad en la URSS; sus artículos de esa época fueron recogidos en tres volúmenes con el título de La guerra (1942-1944). Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, Éhrenburg adaptó su producción literaria a las exigencias del estalinismo, publicando La tempestad (1947) ―que mereció un segundo premio Stalin― y La novena ola (1951).

Tras la muerte de Stalin, actuó en favor de la rehabilitación de los intelectuales condenados por el régimen soviético, publicando un ensayo, Sobre el trabajo del escritor (1953), y una novela, El deshielo (1954-1956), cuyo título pasó a ser emblemático del período 1953-1964 (que desde esa época se llama «el deshielo soviético». En sus seis volúmenes de memorias, Gentes, años, vida (1961-1965), Éhrenburg prosiguió su campaña en pro de rehabilitar en la Unión soviética el arte occidental, desde el impresionismo y el cubismo hasta la poesía y el cine, así como las personalidades de los intelectuales y artistas que habían sido víctimas de las purgas estalinistas (Isaak Bábel, Ósip Mandelshtam, Marina Tsvetaieva, M. Volochine, Vsevolod Meyerhold, etc.).

En 1963, con el fin del «deshielo», Éhrenburg fue objeto de la censura oficial, aunque siguió disfrutando de una posición relevante en los círculos literarios hasta su muerte. Otras obras del autor, dignas de mención, son Y sin embargo se mueve, Fábrica de sueños, El segundo día de la creación, La vida agitada de Lásik Roitswantz y La conspiración de los iguales.

Éhrenburg se convirtió desde 1950 y hasta su muerte en una de las figuras soviéticas más visibles, en diputado del Soviet Supremo y mensajero respetado del Estado soviético.

En el año 1952 recibió el Premio Lenin de la Paz por sus méritos.

Se movió libremente más allá de las fronteras de la Unión Soviética, y visitó distintos países extranjeros, llevando a cabo misiones culturales importantes en pleno período de la Guerra Fría.

Fallecimiento

Falleció en la ciudad de Moscú, el 31 de agosto de 1967, a los 76 años de edad, debido a un cáncer de próstata y de vejiga.

Se encuentra enterrado en el Cementerio Novodevichy.

Texto falsificado

Los servicios de espionaje nazis trataron de endilgar a Iliá Éhrenburg un texto de odio, en que supuestamente el intelectual soviético había arengado a los soldados soviéticos instándolos a violar a mujeres alemanas.

En 2013 se publicó un artículo refutando la existencia de un texto atribuido a Iliá Éhrenburg en el que llamaba a los soldados soviéticos a violar a las mujeres alemanas:

Revisé muchos sitios web en inglés, ruso y alemán. He leído muchos artículos y folletos del camarada Éhrenburg. Es cierto que en su violenta obra ¡Maten!, llamó a los soldados soviéticos a que mataran alemanes, pero lo hizo en el verano de 1942, cuando la Wehrmacht estaba asesinando civiles muy dentro del territorio soviético. Éhrenburg hizo todo lo posible para que los soldados soviéticos odiaran y mataran. Pero parece que nunca los instigó a matar niños o mujeres. Hay muchas citas en las que dice que los niños alemanes deben ser protegidos:
No vamos a exterminar a todos los alemanes: no somos caníbales. Solo eliminaremos a los criminales que atacaron a nuestros hijos, los ahorcaron y los quemaron vivos. El resto de los alemanes podrá expiar su complicidad en estos delitos graves con un trabajo duro y honesto. Los niños tienen derecho a entrar en un mundo nuevo: no son responsables de los pecados de sus padres.
Iliá Éhrenburg, Liberador, 20 de noviembre de 1944

La frase tan frecuentemente citada: «Usen la fuerza y rompan el orgullo racial de esas mujeres alemanas. Tómenlas como su botín legal», no parece venir de una fuente rusa original en absoluto.
En 1961, la Biblioteca Estatal de Baviera (Alemania) publicó una proclama donde declaraba que el texto del folleto (con la cita discutida) nunca se publicó en el periódico Pravda.
En 1996, el Instituto de Historia Moderna de Múnich (Alemania) emitió una conclusión experta de que: «A pesar de que Éhrenburg estuvo muy involucrado en la guerra de propaganda, tenemos que informar que no se ha encontrado ninguna prueba de que Éhrenburg haya sido autor del folleto con un llamado a tomar a las mujeres alemanas como botín legal de guerra».
Tampoco se sabe nada de la existencia de tal folleto en ruso.

Los dos últimos hechos se describen en los dos artículos siguientes:
1. «Die Vereinfachungen des Genossen Ehrenburg» (‘Las simplificaciones del camarada Éhrenburg’) por Carola Tischler.
2. «Ubej!» por Bernhard Fisch.

El propio Éhrenburg respondió de inmediato al alboroto en Alemania por su supuesto llamado a la violación en este artículo del periódico del Ejército Estrella Roja, del 25 de noviembre de 1944:

Alemania: una bruja rubia
El comandante del Grupo Nord del Ejército Alemán se dirigió a sus Fritz (‘soldados alemanes’) con la siguiente orden: «Iliá Éhrenburg llama a los asiáticos a que beban la sangre de las alemanas. Éhrenburg exige que los asiáticos disfruten de nuestras mujeres. «¡Tomen a las rubias: es su botín!». Iliá Éhrenburg despierta los instintos más bajos de la estepa. Cualquiera que se retire ahora es un sinvergüenza, porque los alemanes estamos protegiendo a nuestras propias esposas».
Hace algún tiempo, los alemanes falsificaron documentos de importancia estatal. Ahora se han hundido hasta el punto de empezar a falsificar mis artículos. Las citas que el general alemán me atribuye exponen al autor: solo un alemán podría componer un texto tan asqueroso.
Los Fritz (‘soldados alemanes’) han demostrado ser violadores profesionales, fornicarios con sólida experiencia, babuinos por herencia. Han contaminado toda Europa. En vano, este general insiste en que vayamos a Alemania en busca de hembras alemanas. No nos atraen las Gretchens (‘alemanas’), solo nos interesa ir en busca de aquellos Fritz que abusaron de nuestras mujeres, y decimos sin rodeos que para esos alemanes no habrá piedad. En cuanto a las alemanas, nos evocan en un solo sentimiento: disgusto. Despreciamos a las mujeres alemanas por lo que son: madres, esposas y hermanas de los verdugos. Despreciamos a las alemanas por lo que escribieron a sus hijos, esposos y hermanos: «Envíale a tu nena un bonito abrigo de piel». Despreciamos a las alemanas por lo que son: ladronas y prostitutas. No necesitamos hienas rubias. Vamos a Alemania por otra cosa: vamos por la propia Alemania: esta bruja rubia no va a escapar de nosotros.
Iliá Éhrenburg, artículo publicado el 25 de noviembre de 1944 en el periódico soviético Estrella Roja.
Después de que se conocieron los horribles crímenes de guerra y las violaciones masivas en Prusia Oriental, Éhrenburg viajó allí. De regreso en Moscú, apareció en la Academia Militar de Frunze y culpó a los oficiales por la pobre preparación política y moral de los soldados y por la falta de medidas estrictas contra los violadores y los saqueadores. Por esto, según los informes, Éhrenburg tuvo problemas con el Partido Comunista.
Rafikorn (bloguero):
«En defensa de Iliá Éhrenburg»,
23 de septiembre de 2013[3]

Obras seleccionadas

  • 1921: Las extraordinarias aventuras de Julio Jurenito y sus discípulos.
  • 1925: 13 pipas.
  • 1927: Una calle de Moscú.
  • 1928: La vida agitada de Lásik Roitschwantz.
  • 1931: Fábrica de sueños.
  • 1932: España, república de trabajadores.
  • 1934: El día segundo.
  • 1936: No pasarán.
  • 1937: Guadalajara: una derrota del fascismo.
  • 1941: La caída de París.
  • 1949: La tempestad.
  • 1952: La novena ola.
  • 1954: El deshielo.[4]

Fuentes