José Camilo Sánchez

José Camilo Sánchez
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Coronel del Ejército Libertador
NombreJosé Camilo Sánchez
LealtadEjército Libertador Bandera de Cuba Cuba
Participó enGuerra de los Diez Años (1868-1878)

NacimientoSantiago de Cuba, Oriente Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento29 de junio de 1872
Báguanos Oriente Bandera de Cuba
Causa de la muerteEn combate

José Camilo Sánchez. Coronel del Ejército Libertador cubano. Destacado por su arrojo en los combates, su capacidad de organización y adaptación a la guerra de guerrillas.

Síntesis biográfica

Nació en Santiago de Cuba, Oriente.

Lucha mambisa

Guerra de los Diez Años

Combatiente de la Guerra del 68. Se incorporó a las fuerzas libertadoras que operaban en Santiago de Cuba, su tierra natal, bajo las órdenes del general Donato Mármol, jefe de la Div. Cuba. Muy pronto alcanzó singular relevancia, tanto por su arrojo personal en los combates como por su capacidad de organización y adaptación a la guerra de guerrillas. Tomó parte en numerosas operaciones. Entre ellas el apoyo a la expedición del Perrit, que desembarcó en la península de El Ramón, en la bahía de Nipe el 11 de mayo de 1869.

Grabado expedición del Perrit

Ocupaba el grado de Comandante, cuando rechazó un ataque enemigo a su campamento el 21 de agosto de 1869 y atacó un convoy entre Santa Rita y el ingenio Burenes el 11 de septiembre de 1869. Era jefe de un Batallón, con grado de Tte. Coronel, cuando el My. Gral. Máximo Gómez asumió el mando de la División en julio de 1870. En la reorganización de esa unidad, ocupó el cargo de jefe del 2o Batallón. Mandó la segunda columna de las seis que atacaron Jiguaní el 18 de septiembre de 1871, bajo las órdenes del My. Gral. Calixto García y, al siguiente día, combatió en Palmarito. Entre las acciones realizadas bajo su mando se encuentra el ataque al ingenio Yarayabo, cerca de Palma Soriano, en septiembre de 1871.

Carlos Manuel de Céspedes describió brevemente a este patriota “Camilo Sánchez, blanco, joven, bajito, fornido, medio bizco y amigo de vestir con lujo”.[1] A principios de 1872, al ser designado Calixto García como jefe del distrito militar de Holguín, seleccionó a un grupo de oficiales para que los acompañara, entre estos estaba el teniente coronel Camilo Sánchez. El jefe holguinero reproducía un informe de este patriota en uno de sus partes, cuando describe el asalto a Sao Arriba barrio situado en las cercanías de la ciudad de Holguín:

”Reunidos en el Güiral, el 22 (febrero 1872) las fuerzas de los batallones 1 de Holguín, 2 de Cuba y 1 de Jiguaní, componiendo un total de 400 hombres aproximadamente, dispuse la marcha hacia “Camazán”, sito a una jornada de distancia del campamento de Sao Arriba, que se trataba de invadir. Próximo ya del fuerte, fraccioné las fuerzas del modo siguiente: el Comandante Saladrigas con ochenta cubriría el centro; y yo en unión del Comandante Peña con ciento diez, el otro de los flancos. Además un oficial con cuarenta y cinco hombres de los tres batallones se destacó hacia el camino que conduce al fuerte inmediato, como igualmente una guerrilla de veinte debía distraer al enemigo saqueando e incendiando cuanto hallara a su paso. Preparados los españoles con rondas por varios de los caminos que al caserío conducen, no nos fue dable la sorpresa sino que comenzamos a recibir sus fuegos á distancia de un kilómetro de la primera casa, también salieron de sus atrincheramientos para batirnos en la entrada, más todo esto no fue lo bastante para que nuestros soldados dejasen de continuar sobre el caserío. Desalojados aquellos de su posición, tomaron otra nueva, que también perdieron, huyendo entonces precipitadamente hacia el fuerte, en tanto que nuestros soldados, ocupando sus puestos, con antelación designados, saqueaban e incendiaban. El enemigo ha sufrido la pérdida de tres magníficas tiendas, más de cien casas y gran número de animales. Se tomaron sobre el campamento diez armas. Las fuerzas en una palabra han sido entusiasmadas con el triunfo y botín. Todos lo Jefes se han portado dignamente y en particular los Comandantes Vidal y Peñas y Capitanes Marrero y Mirabal. La retirada se verificó en el mejor orden á la hora convenida, teniendo que lamentar solamente la pérdida de un soldado muerto, un herido leve y dos contusos, entre estos últimos yo”.[2]

Por su comportamiento en el combate de Rejondón de Báguanos el 29 de junio de 1872, fue ascendido a Coronel. En esa acción recibió graves heridas, a consecuencia de las cuales, murió horas más tarde. Calixto García, describió aquel combate.

“El día 29 de junio último, como a las 10 de la mañana, se presentó el enemigo con fuerzas considerables a una de las avanzadas del Cuartel General, situado aquel día en el “Rejondón de Báguano”. El General Manuel Calvar, que comandaba la fuerza acampada allí, y el Coronel José Antonio Maceo, Jefe de la fuerza de Cuba, destacada actualmente en Holguín, que vino en su auxilio, apenas oyó los disparos de la avanzada, resistieron vigorosamente al enemigo, que se declaró al fin en vergonzosa fuga, después de 6 horas de combate, habiendo dejado en el campo 115 cadáveres, 146 rifles, 14 000 cápsulas, 52 caballos y 30 de ellos muertos, y otros muchos efectos, llevándose sin duda muchos heridos, y habiendo caído prisioneros el Teniente José Martínez del Castillo con 10 soldados, que fueron juzgados por consejo y fusilados el 30. Por nuestra parte tuvimos 20 bajas compuestas de 5 muertos, entre las cuales figuran el valiente Teniente Coronel Camilo Sánchez….”[3]

Muerte

Murió en 1872 a consecuencia de las heridas recibidas en el combate de Rejondón de Báguanos.

Carlos Manuel de Céspedes, en carta a su esposa, describió la muerte del héroe:

“Como todo triunfo cuesta algo en la vida, tuvimos el sentimiento de perder al bravo teniente coronel Camilo Sánchez que al principio de la pelea, encontramos en el camino, muy alegre, diciéndonos: “voy hacerle unos tiritos”. El ataque de las fuerzas que él mandaba fue el que pronuncio la fuga y derrota de los españoles…”[4]

Poema dedicado a Camilo Sánchez

El oficial mambí Fernando Figueredo Socarrás tomó parte en aquella acción, sensible y culto escribió un poema donde narra el enfrentamiento y la muerte de Camilo Sánchez.

Fernando Figueredo Socarrás
El combate de Báguanos

Con el alma destrozada Lejos de ti, madre mía, Por esta difícil vía Voy siguiendo mi jornada: Con la ropa desgarrada Y los pies ensangrentados Marcho con otros soldados De la Santa Independencia Castigando la insolencia De tiranos y malvados. Vamos, por fin, a acampar: ¡Oh, qué gran satisfacción Se siente en el corazón Cuando se va a descansar! Más…acaba de sonar Un tiro allá en la vigía. Es, sin duda, algún espía Que nos estaba acechando: Voy a mi puesto volando, ¡Y pienso en ti, madre mía! El fuego de la avanzada Ya nos empieza a indicar Que tendremos que luchar Sin pensar en retirada. La gente está entusiasmada Y como tropa aguerrida Y al campo raso se lanza: Y a los gritos de venganza ¡Pienso en ti, madre querida! Ya dentro del campamento Se introducen los soldados: Fuego se oye a todos lados, Que no cesa ni un momento: Mientras sus pliegues al viento Suelta la enseña estrellada A bayoneta calada Nos atacan fieramente… ¡Y en tanto, siempre en mi mente Te llevo, madre adorada! Nosotros, machete en mano, Atacamos con destreza, Humillando la fiereza De los siervos del tirano: Ya el corneta del hispano Nos anuncia retirada, Ya en fuga precipitada Se declaran al instante: Y al gritar ¡Fuego!, ¡Adelante!, Pienso en ti, ¡madre adorada! ¡Oh, cuánta desolación! ¡Qué escena tan espantosa! ¡Tanta sangre generosa Me desgarra el corazón! En esta gran confusión Y entre tanta algarabía Hago yo mi puntería, Y al salir del rifle el tiro Se me ha escapado un suspiro ¡Pensando en ti, madre mía! Nos han muerto un coronel, Patriota de gran valor Que su vida con honor Perdió por su patria, fiel. En la situación más cruel Deja a su madre adorada Y a su esposa idolatrada: ¡Gran Dios!, ¿cuál será el destino Que encontrará en su camino Esa madre desgraciada? Si algún día me cupiese La misma suerte que a él Y por ceñirme un laurel En la lucha pereciere, Medita en cuánto se quiere Al que a lo grande coadyuva, Alza una oración que suba Y se remonte hasta el cielo Por quien murió en este suelo

Por la libertad de Cuba…”[5]

Referencias

Fuentes

  • Fuente: M. Sc. José Abreu Cardet. Premio Nacional de Historia.
  • Colectivo de autores del Centro de Estudios Militares de las FAR (CEMI): Diccionario Enciclopédico de Historia Militar de Cuba. Primera parte (1510 - 1898). Tomo I Biografías. Ediciones Verde Olivo. Ciudad de La Habana, 2014.
  • Manzano, Roberto: El bosque de los Símbolos: Patria y poesía en Cuba, Tomo I, Siglo XIX. Letras Cubanas. La Habana, 2010.
  • Portuondo, Fernando y Hortensia Pichardo: Carlos Manuel de Céspedes. Escritos. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 1982.
  • ANC. Fondo Donativos y Remisiones. Fuera de Caja No. 2.