La locura en el poder
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La locura en el poder. Ensayo realizado por el escritor inglés Vivian Green en su primera edición en 1993 y editado originalmente en inglés por Sutton Publishingcon bajo el título original “Madness of kings”, y reeditado en el 2006 por el Grupo ILHSA S.A. para su sello Editorial El Ateneo. El autor hace un estudio sobre cuestiones referidas a la salud individual y colectiva de las grandes personalidades monárquicas, que han sido afectados por variadas psicopatologías, los llamados “reyes locos” y de no cómo el poder enloquece o pierde a los individuos.
Sumario
Sinopsis
Este escritor e historiador, plantea un apasionante recorrido por las desquiciadas vidas públicas y privadas de reyes y gobernantes, y nos ofrece una atractiva galería de excentricidades y escándalos, a menudo teñidos de la más terrible crueldad. Realiza una divulgación histórica que analiza la vida de algunos gobernantes del pasado que han sido tildados de "locos", la naturaleza de su "locura" y las consecuencias de sus trastornos para la historia de sus respectivos países. Locos en el poder, de ellos trata este libro. No de cómo el poder enloquece o pierde a los individuos, sino de los gobernantes afectados por variadas psicopatologías, los llamados reyes locos. [1]
Argumento
El autor plantea un apasionante recorrido por las perturbadas vidas públicas y privadas de reyes y gobernantes, y nos ofrece una atractiva galería de excentricidades y escándalos, a menudo teñidos de la más terrible crueldad. Algunos eran raros por ser cultos, homosexuales o bisexuales; otros, verdaderos débiles mentales, fueron el producto de una prolongada práctica endogámica; otros, inestables psíquicamente, tomaron el poder como medio de satisfacer sus frustraciones.
Entre ellos, los más célebres locos de entre los emperadores romanos (Calígula, Tiberio, Nerón, Heliogábalo); la Edad Media inglesa con Juan Sin Tierra -sádico e inestable- el desdichado Eduardo II, Ricardo II y el rey santo Enrique VI; una imperdible serie de tontos y trastornados entre los monarcas españoles; los osos rusos Iván el Terrible y Pedro el Grande; el decadente Juan Gastón, último de los Medici; Enrique VIII y el chiflado Jorge IV de Inglaterra; Cristián VII de Dinamarca, excéntrico y violento, y el gran Luis II de Baviera. Patéticos, locos, neuróticos son los dirigentes políticos elegidos del siglo XX: Stalin, Wilson, Churchill, Hitler, Mussolini, Mackenzie King.
Locura, razón de Estado, excentricidad multiplicada por la impunidad, mala, perversa, depravada, enfermos hereditarios: el libro de Green nos devuelve imágenes tremendas, obscenas o divertidas, siempre perturbadoras, de esa galería de poderosos, remotos y cercanos en el tiempo. Y nos deja el interrogante acerca de cuánto afectaron los trastornos personales su desempeño político. Pregunta que, por otro lado, se puede plantear hoy a unos cuantos gobernantes -en apariencia- sanos.
Fragmentos y Citas
- Juan sin tierra: Aplicó impuestos abusivos que generaron la sublevación de los nobles y obligaron al rey a firmar la famosa Carta Magna en 1215 por la cual se establecieron una serie de garantías y libertades. ¿Qué elementos concretos existen para proponer que era un desequilibrado mental? Y responde que Petit-Dutaillis propone que Juan padecía de un trastorno bipolar de la personalidad, porque su vida fluctuaba entre períodos de gran energía y otros de letargo. “Es probable que la falta de cordura del rey se revele con más nitidez en su inseguridad, que lo llevó a ser cruel y vengativo con sus rivales y a sospechar de todos, amigos y enemigos por igual. No dudaba en descartar a quienes le eran leales…Su círculo de consejeros era cada vez más estrecho y el soberano se apoyó en mercenarios extranjeros como Gerard d’Athis. A pesar de que era capaz y autoritario, finalmente Juan se vio envuelto en una situación que no pudo controlar. El déficit del Tesoro lo llevó a exigir altos impuestos a la nobleza, de modo que creció el descontento entre sus miembros”. ¿Los rasgos de su personalidad, algunos heredados de sus ancestros, pueden haberlo llevado al borde de la locura? No sin reparos, le daremos el beneficio de la duda, si bien los ocasionales momentos de letargo, la ira y la crueldad, y la obsesiva desconfianza permiten sugerir que Juan fue víctima de un desorden agudo de la personalidad”.
- Eduardo II: Ansiaba ser amado, pero era incapaz de dar y recibir afecto y que cuando estaba bajo presión tendía a perder los estribos, entre otras causas por ser una persona insegura. Sobre su reinado el autor comenta: “El rey intentó hacerse de un grupo de súbditos leales, pero, a pesar de contar con el dinero para comprar cualquier apoyo, no tuvo éxito. Entonces decidió consolidar su poder mediante la acumulación de riquezas en las arcas reales por medio de la aplicación de impuestos abusivos y la confiscación de propiedades pertenecientes a los nobles de dudosa lealtad, lo cual limitaría el control que la nobleza ejercía sobre el monarca”. Y agrega más adelante: “Hacia 1323, el descontento alcanzaba a todos los niveles de la sociedad. Algunos habitantes de Coventry, irritados por la conducta del prior local…contrataron a un mago, John de Nottingham, para que asesinara al rey…Si bien el plan fracasó, demuestra el estado de desesperación del pueblo”. El final de Eduardo II fue trágico. La reina Isabel, enfrentada con su esposo, consiguió el apoyo de un grupo de nobles que Eduardo había mandado al exilio en Francia y Eduardo tuvo que huir del trono pero finalmente fue capturado y asesinado.
- Ricardo II: El biógrafo de Ricardo II, Anthony Bedford Steel cree que Ricardo era esquizofrénico, lo que explica las inauditas decisiones que tomaba y la desastrosa política que aplicó, decisiones que lo llevaron a un desgraciado final. Afirma además que cuando enviudó: “su neurosis se agravó rápidamente y para él, el mundo exterior era un mero reflejo de lo que se había transformado en una idea fija: el sagrado misterio y la naturaleza ilimitada del poder real”. Dice Green: “Llegó a ser tan egocéntrico que estuvo al borde del narcisismo. Se vestía con ropas magníficas, se preocupaba por su aspecto y dedicaba mucho tiempo a su peinado”. La obsesión de Ricardo II, bisnieto de Juan sin tierra, era fortalecer su poder. Agrega: “Al igual que su bisabuelo, Ricardo pensaba que para ser un rey poderoso había que acumular una gran fortuna, para lo cual recurrió a métodos ilegítimos”. Finalmente Ricardo tuvo que abdicar y lo dejaron morir por inanición confinado en el castillo de Pontefrac.
Vivian H. H. Green concluye que ninguno de estos tres monarcas estaban locos en un sentido estricto y considera que no fueron psicóticos sin neuróticos. Analizando a los grandes dictadores del siglo pasado. El autor afirma que: un dictador es un político cuya mente, enferma de poder, va por un solo carril, y cuyo deseo consiste en imponer su voluntad y sus valores a todos los ciudadanos y eliminar a quienes no los aceptan. La búsqueda y la conservación del poder se convierten en el único objetivo de su existencia".
Luego agrega: Para reforzar su imagen, los dictadores necesitaban hacerla aparecer más imponente de lo que era, entonces buscaban la adulación pública, organizaban ceremonias grandilocuentes y fomentaban de magníficos monumentos. Además, necesitaban acabar con la oposición, fuera esta real o imaginaria. Pero en medio de todas las cortes de sicofantes y la adulación ilimitada, los dictadores estuvieron siempre aislados de la realidad y conservaron su personalidad trastornada, de modo que dentro del auto-engaño en que vivían tomaron decisiones que quizás, en última instancia, bien pueden haber sido suicidas o autodestructivas.
Locura, razón de Estado, excentricidad multiplicada por la impunidad, malos, perversos, licenciosos, enfermos hereditarios: el libro de Green nos devuelve imágenes tremendas, obscenas o divertidas, siempre perturbadoras, de esa galería de poderosos, remotos y cercanos en el tiempo. Y nos deja el interrogante acerca de cuánto afectaron los trastornos mentales en el desempeño político.
Índice de contenidos de este Libro
- Prefacio
- Introducción
- El laberinto de la mente
- Orgías romanas
- Trilogía medieval
- El rey santo
- Familias felices
- Locura española
- El gran Enrique
- La saga sueca
- Osos rusos
- El rey hechizado y su legado
- Juegos florentinos
- Jorge, el enajenado
- Farsa danesa
- El rey cisne
- La enfermedad de los políticos
- Locos con botas
Datos del autor
Vivian Hubert Howard Green. Nació en Wembley, Inglaterra, el 18 de noviembre de 1915 y murió en Oxfordshire, Inglaterra, el 18 de enero de 2005. Fue historiador, sacerdote y profesor universitario. Por más de treinta años se desempeñó como docente en el Lincoln College de Oxford y fue su rector entre 1983 y 1987. Ha publicado numerosos libros de historia de occidente, de períodos tales como el medioevo, el Renacimiento, la Reforma y otros. Entre sus numerosas publicaciones se pueden mencionar a Renaissance and Reformation, The later plantagenets, Martin Luther and the Reformation, Medieval Civilization in Western Europe y A New History of Christianity.
Referencia
- ↑ La locura en el poder. Disponible en: es.scribd.com. Consultado el 8 de diciembre de 2016
Fuentes
- Green, Vivian. La locura en el poder. Argentina : Editorial El Ateneo, 2006. 374 pp. ISBN: 978-9-5002-5902-6.
Enlaces externos
- La locura en el poder. En: www.casadellibro.
- Historia Universal: La locura en el poder. En: www.tematika.com.
- La locura en el poder. En: economiaparatodos.net.
- Datos biográficos del autor. En: www.compartelibros.com.