Laceraciones rectales

Laceraciones rectales
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Clasificación:El recto y el ano
Agente transmisor:Como agentes etiológicos se han implicado los cuerpos extraños(por ejemplo, huesos, cortantes, agujas y otros materiales).

Laceraciones rectales. Una separación, defecto o desgarro en la mucosa rectal o anal, se produce como resultado de una laceración intraluminal. Como agentes etiológicos se han implicado los cuerpos extraños (por ejemplo, huesos cortantes, agujas y otros materiales). Son tambien causas frecuentes las heridas por mordedura y, en los animales grandes, el traumatismo resultante de la palpación tectal. La laceración puede interesar solamente las capas superficiales del recto (laceración parcial) o perforadas todas (laceración completa).

Hallazgos clínicos y diagnóstico

El estreñimiento y la resistencia a defecar generalmente se atribuyen al dolor. El diagnóstico se basa en el tenesmo, las manchas de sangre del perineo y la inspección de recto y ano. La presencia de sangre fresca en el guante o en las heces después de un examen rectal, constituye una buena evidencia de laceración rectal. Puede haber edema cuando la lesión lleva cierto tiempo. La integridad del esfínter anal externo debe evaluarse cuidadosamente.

Tratamiento

En todas las especies, el tratamiento debe iniciarse inmediatamente. El área anorrectal debe limpiarse a fondo y administrarse antibióticos sistémicos de amplio espectro. Pueden administrarse sueros (por vía intravenosa) y flunixinmeglumina para prevenir o tratar el shock séptico yendotóxico. En animales pequeños, las laceraciones deben ser desbridadas y pueden suturarse, a través del orificio anal, mediante laparotomía o a través de ambos, dependiendo de la localización y el grado de la laceración. Después de la operación se deben administrar antibióticos y laxantes. En el ganado bovino y en los caballos, la perforación accidental durante el examen rectal exige tratamiento inmediato para disminuir el riesgo de peritonitis y muerte. Las laceraciones rectales en el caballo han sido clasificadas de acuerdo con la capas tisulares penetradas. Las laceraciones de grado 1 afectan a la mucosa o submucosa; las de grado II implican desgarro de las capas musculares solamente; las de grado III interesan la mucosa, la submucosa y las capas musculares, incluyendo también las laceraciones que se extienden al mesorrecto; las de grado IV consisten en la perforación de todas las capas del recto, con extensión a la cavidad peritoneal.

Las laceraciones de grado I pueden tratarse conservadora mente con antibióticos de amplio espectro yfluidoterapia intravenosa. Puede administrarse flunixinmeglumina para evitar o tratar el shock en-dotóxico. Se administra vaselina líquida por onda nasogástrica para ablandar las heces y la dieta debe ser a base de hierba fresca o alfalfa. Las laceraciones de grado II y III requieren cirugía inmediata y más extensa. Las de grado IV presentan un pronóstico grave y se deben corregir solamente si la laceración es pequeña y si el tratamiento se constituye antes de que la cavidad peritoneal se haya contaminado excesivamente.

Fuentes

  • El Manual Merck de Veterinaria Quinta Edición, 2000