Laguna de Ipala
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Laguna de Ipala. Es un lago de cráter en el departamento de Chiquimula en Guatemala. El cráter del Volcán Ipala tiene un diámetro de aproximadamente 1 km. El lago tiene una superficie de aproximadamente 0.52 km² 1 y se encuentra a una altitud de 1493 msnm.
Sumario
Origen
De acuerdo con expertos, tras una fuerte explosión, el cráter del volcán quedó vacío, por lo que la lluvia fue dando lugar a que se formara la laguna, la cual continúa siendo alimentada única y exclusivamente por dicho recurso hídrico.
Características
La laguna se encuentra dentro del cráter del volcán.
Sus aguas son cristalinas y profundamente azules, midiendo aproximadamente 600 mts. de diámetro.
La época lluviosa usualmente tarda de junio hasta mediados de octubre.
La vegetación se encuentra es muy verde y abundante especialmente compuesta por cipreses, encinos y plantas parásitas. Se dan exquisitas y abundantes perezcas que la hacen centro de pesca casi todo el tiempo.
Leyenda
Los habitantes encerrados en sus viviendas rezaban y los perros lanzaban aullidos desaforados y de terror en medio de las sombras de la noche; el tropel de las brujas se detenía unos instantes en las alturas como escondidas en el albornoz del volcán, y en un cascarón de huevo de gallina negra… se llevaban las aguas; al día siguiente el cráter amanecía vacío, en medio de la imaginación, furor, pena y miedo de los moradores; más entre ellos habían también versados en hechizos y sortilegios y entre ambos bandos se suscitó descomunal batalla de poderes misteriosos y maléficos; la laguna todas las noches peregrinaba por todas partes en manos de los brujos de Ipala y Santa Catrina Mita, y para poner fin a esta contienda que llevaba ya muchos muertos y embrujados, hubo necesidad de acudir a un tercero en discordia y fue así como un 2 de febrero, día de la iglesia Católica consagra a nuestra Señora de Candelaria, las crestas erizadas del volcán supieron de la unción del ministro católico. Un sacerdote santificó aquellas aguas puras y bendecidas del bautismo, y con las manos puestas en alto y la multitud puesta de hinojos, con voz ronca y ceremoniosa, exclamó:.. “Yo te bautizo, Candelaria, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. (Así lo cuenta la tradición).
