Leonardo Bravo
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Leonardo Bravo. Insurgente mexicano, que se incorpora a la lucha contra el virreinato español en 1811 junto a sus cuatro hermanos Miguel, Víctor, Máximo y Casimiro y a su hijo Nicolás Bravo. Años antes se ven presisados a esconder de los españoles porque estos los hostigaron ya que se habían negado a formar un grupo de axuliares realistas.
Síntesis biográfica
Nació en 1764 en Chilpancingo, Estado de Guerrero, miembro de una acomodada familia española. Crece cerca del campanario, vivía de la labranza, en compañía de sus cuatros hermanos, de su esposa y de su hijo, en la ciudad y en la cercana hacienda de Chichihualco, que era la propiedad más importante de la familia hoy el grito de Dolores, que aunque ninguno de la familia se une, son mal mirados por las autoridades realistas de Chilpancingo es por eso que se van a vivir a la hacienda Chichihualco donde tienen que refugiarse en la cuevas inaccesibles de Michapa que conocían perfectamente.
Trayectoria militar
En 1811, Heremenegildo Galeana llega a la zona con una avanzada del ejército de Morelos y la presencia del Comandante Garrote, que iba a aprender a la familia Bravo fue la causa de un conflicto en el que estos ayudaron a los insurgentes contra los realistas y por la afiliación que tenían se ven forzados a unirse al ejército independentista cuando Hermenegildo se presenta en la hacienda de Chichihualco y lo invita a unirse a petición de José María Morelos y Pavón.
En Campaña
Morelos con la gente reclutada derrotan al Comandante Garrote y ocupan Chilpancingo, Tuxtla y Chilapa y marcha al Veladero a reprimir la conspiración de Tabares; encarga a Leonardo el castigo de los traidores, y le encomienda además la administración de la provincia de Techan, que acababa de fundar. Leonardo se ocupa de buscar cuevas de salitre, de construir sacos y útiles de guerra, reparar y cuidar armamentos, expedir pasaportes, etc. Morelos le asigna posteriormente el mando de una división y la defensa de Izúcar; donde fue atacado por el realista Soto, el 17 de diciembre de 1811, a quien derrotó por completo.
El 25 de diciembre ayuda a ocupar Cuautla. Bravo ayuda a levantar trincheras, acopiaba víveres, instruía gente y adoptaba las medidas necesarias para la defender la plaza si era necesario, o para que tuviesen un refugio los insurgentes en caso de que resultasen derrotados en la expedición de Tenecingo y Cuernavaca, pues ambas poblaciones la ocupaban los insurgentes. Desde el 19 de febrero de 1812, comienza un sitio de los realistas. Leonardo Bravo defiende la posición de Santo Domingo; resiste todo el sitio, hasta que rompieron el cerco realista impuesto por Calleja y pueden salir de la ciudad, el 2 de mayo junto con el Teniente Coronel Manuel Sosa, de Mariano Piedras y de veinte hombres mal armados marcha a la hacienda de San Gabriel, con el objeto de alojarse allí y pasar la noche del día cinco.
En ese lugar, los realistas dirigidos por un filipino los atacan cuando estaban comiendo; los insurgentes se batieron, pero fueron dominados, son aprehendidos junto al Teniente Coronel Luciano Pérez, que llevaba 12 hombres. Los presos fueron llevados a Tilzapotla, donde Armijo los recogió y condujo a Cuautla; de ahí fueron remitidos más tarde a la ciudad de México, para ser juzgados por rebelión.
Muerte
El oidor Bataller formó la causa en la que entre otros cargos se le hacía el de que no contento con adoptar este partido el de la independencia, sedujo y atrajo a él y a su hijo, hermanos, resto de la familia y a cuantos vecinos tuvieran la posibilidad de oír a sus preciosas seducciones, ya valiéndose de los vínculos de sangre, amistad, ascendencia y de la fuerza.
La causa se llevó con lentitud no tenía más objeto que conseguir que Nicolás y los hermanos de Leonardo se separasen de la revolución, el comandante Fuentes, escribe a Casimiro Bravo y este a sus hermanos, instándolos para que dejasen las armas y a Nicolás se le ofreció el indulto y la vida de su padre. Morelos, escribe al Virrey proponiendo el canje de Leonardo por 800 prisioneros que tenía en diferentes legares, proposición que no contestaron.
Leonardo Bravo, Piedras y Pérez, sufrieron la pena de garrote vil en la calzada de Egido, en la capital Mexicana el 13 de septiembre de 1812. Bravo dio pruebas de gran firmeza en sus últimos momentos, como las había dado también valor en campaña, especialmente en el sitio de Cuautla.
En 1823 fue declarado benemérito de la patria en grado heroico y se manda a levantar un monumento a su memoria en el lugar donde fue ejecutado, pero nunca se llegó a ejecutar la obra. Hoy en día no se sabe como tampoco se logró recuperar el cuerpo para llevarlo a la Catedral.
