Medialuna (receta)

Medialunas
Información sobre la plantilla
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Descripción de la receta
Son pequeños triángulos de harina y manteca cubiertos de almíbar que pueden comerse solas o acompañadas con café.
Género
desayuno o merienda
Ingredientes
harina, manteca, leche, levadura fresca, huevos, azúcar, esencia de vainilla


Medialuna. Receta ampliamente conocida ya que es el desayuno o merienda ideal del día a día en Argentina. Consiste en un pequeño triángulo de harina y manteca cubierto de almíbar que puede comerse sola o acompañada con café.

Historia

Las medialunas son un alimento ideal para acompañar el café de la mañana, tarde, noche y existen muchas versiones de ellas. Se pueden comer hasta rellenas con jamón y queso, pero su verdadero origen fue muy discutido a lo largo de la historia.

Las medialunas son exquisitas, con el tiempo se convirtieron en un clásico argentino, tanto como la chocotorta, y otras delicias porteñas.

Existen muchas versiones: de grasa, de manteca, de panadería (es decir industrializadas). El nombre deriva del francés “Croissant”, que entre otras cosas se define como “creciente”, porque dicen que los franceses las popularizaron en el mundo. Sin embargo no fue en Francia su verdadero origen.

El origen de las medialunas según el historiador Daniel Balmaceda, se encuentra en Austria, contrariamente a la creencia popular que encuentra su invención en Francia. Se dice que esta pieza emblemática de la pastelería sirvió para ponerle punto final a un bloqueo militar que afectaba a la ciudad de Viena. Marcó la derrota de las tropas del gran visir Merzifonlu “Kará” Mustafá, uno de los líderes del entonces llamado Imperio Otomano.

Las medialunas como símbolo de una derrota militar.

Los turcos sitiaron por segunda vez Viena. Comenzaron a cavar un túnel para sorprender a aquellos que lideraban el emperador Leopoldo I (archiduque de Viena) y Juan III Sobiesk. Sin embargo, no sabían que los panaderos estaban trabajando a esa hora. Los empleados dieron un aviso, que llevó a la derrota a los turcos.

Fue entonces, que en reconocimiento por los panaderos, el emperador les permitió que pudieran llevar espadas en el cinto. Entonces, los panaderos decidieron crear dos panes: uno que se identificó como “Leopoldo”, y “Halbmond”, que en alemán significa “media luna”. Más tarde aparecerían en escena las típicas facturas criollas, otra delicia de la panadería.

Ingredientes

Preparación

1. Disolver en un tercio de leche tibia la levadura. Mezclar la restante con los huevos en un recipiente hondo. Agregar el azúcar, la sal, la miel y la esencia de vainilla.

2. Incorporar la levadura crecida y agregar la harina para amasar hasta obtener una masa homogénea.

3. En un recipiente aparte mezclar la manteca con los 50 gramos de harina. Hacer esto con un cornet. La manteca debe estar a una temperatura media, preferiblemente a 17ºC.

4. Estirar la masa hasta lograr 1 centímetro de espesor y darle forma de rectángulo. En el medio de la masa estirada, colocar la mezcla de manteca con harina y doblar. Refrigerar por dos horas y luego estirar el rectángulo a 1 centímetro de espesor, doblar de la misma manera. Refrigerar.

5. Luego de 2 horas, sacar nuevamente por 15 minutos hasta que la manteca atempere. Estirar y repetir el doblado nuevamente.

6. Se debe realizar el doblado 4 veces. Dejar descansar la masa por una hora.

7. Finalmente cortar la masa en rectángulos para procesarla fácilmente. Estirar en un lugar fresco dejando 20 centímetros de largo y 4 milímetros de espesor. Luego, cortar en triángulos de 10 centímetros de ancho y enrollar formando medialunas.

8. Pintar las medialunas con huevo y dejar levar. Hornear a temperatura alta durante 12 a 15 minutos. Almibarar 3 veces con un pincel mientras están calientes. Servir.

Fuentes