Naval (España)

Naval (España)
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Bandera de Naval
Bandera

Escudo de Naval
Escudo

Ubicación de Naval en la provincia de Huesca
Ubicación de Naval en la provincia de Huesca
Población (1998) 
 • Total302 hab.
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Naval. Municipio de español de la provincia de Huesca, comunidad autónoma de Aragón. Tiene un área de 47,44 km² con una población de 270 habitantes (INE 2017) y una densidad de 5,69 hab/km², se encuentra en la comarca del Somontano de Barbastro y dispone de colegio y consultorio médico.

Situación geográfica

Villa de la provincia de Huesca, a 82 km. de la capital. Situada al sur de las sierras exteriores pirenaicas, junto al barranco del Guibano, afluente del Cinca medio, a 637 m. de alt. Temperatura media anual, 12,3°. Precipitación anual, 700 mm. Población: en 1998, 302 hab.; en 1978, 303 hab.; en 1950, 634 hab.; en 1900, 1.214 hab.

Sobre el barranco del Guibano, en las proximidades del pantano de El Grado, el casco urbano de Naval se extiende en la ladera de un cerro que en tiempos estuvo coronado por el consabido castillo, que se llamó de Napal o Nabal y cuya misión consistía en defender el acceso a la ciudad musulmana de Barbastro.

En la actualidad, tan sólo queda del castillo de Naval (uno de los pocos en tierras oscenses que cuidaba la Corona) un cubo redondeado provisto de saeteras.

Cerca de los restos del castillo, en plano inferior, se alza la iglesia parroquial, de estilo gótico-renacentista. La fábrica actual es el resultado de la reconstrucción efectuada en el siglo XVI, sobre el primitivo templo.

Según José Cardús, en los alrededores de Naval existió también el castillo de Piedra Pisada, donde Sancho Ramírez libró una batalla con los moros.

En Naval existe tradición alfarera. También es de destacar la producción de sal, con las salinas situadas en el arroyo que discurre al pie del pueblo.

Celebra fiestas el 20 de enero y el primer domingo de septiembre, y ferias el 19 de noviembre.

Arqueología

En el macizo de Valdarazas, muy próximo al pueblo, existe una cavidad de dimensiones considerables que ha sido objeto de investigaciones espeleológicas. Su trazado, muy sinuoso, pues responde a una serie de diaclasas que se entrecruzan, se extiende formando galerías y salas a distintas alturas.

En el interior de la cueva, llamada también Valdarazas como el macizo en que se halla, es posible recoger materiales cerámicos prehistóricos que se extienden por casi todo su recorrido.

El yacimiento es adscribible a la I Edad del Bronce, pues la decoración predominante de la cerámica es plástica, con gran profusión de cordones, lisos y digitados, así como aplicaciones de pastillas y mamelones. En cuanto al tipo de ocupación existen dudas, pues su actual trazado no es adecuado para la habitación, mientras que el elevado número de restos aparecidos no guarda relación con una hipotética utilización funeraria. A este respecto, cabría suponer una evolución de la cavidad que la hubiera modificado sustancialmente con posterioridad a su utilización como hábitat por el hombre primitivo.

Historia Media

En 1081, Raimundo Dalmacio, obispo de Roda, concedía, cuando se conquistase, la iglesia de Naval con todos sus derechos al Monasterio de San Juan de la Peña y tras la conquista de Monzón, Sancho Ramírez dio el castillo y la villa con sus aldeas al mismo monasterio. La posición de Naval pasó frecuentemente de unas manos a otras; así en 1092 pertenecía a los cristianos, siendo su tenente Fortún Galíndez, pero no mucho después debió de perderse, pues en 1095 se producía la reconquista definitiva por Pedro I quien dividió sus diezmos entre el Monasterio de San Victorián y el abad de Alquézar. La entrega de esta población debió de ser mediante pacto, pues cuatro años más tarde, este mismo rey concedía a sus vecinos un privilegio de ingenuidad y franqueza de Parias y Azofras a cambio de la novena parte de frutos y el quinto de la sal, privilegio que concedió por haber recibido el castillo y la villa, y por otros servicios. La población musulmana siguió disfrutando su mezquita quedando obligada a ser neutral. Entre sus tenentes destaca Peregrino de Castillazuelo, quien ocupó esta honor desde 1134 a 1193. En 1275 su castillo era disfrutado por Fernán Sánchez, hijo bastardo de Jaime I, y a fines del siglo XIV por Pedro de Torrellas que instaló allí su señorío.

Fuentes