Neosporosis canina

Neosporosis canina
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Concepto:Es un protozoario Apicomplexa que infecta muchas especies de mamíferos, entre ellas perros, bovinos, ovinos, caballos y cabras.

Neosporosis canina: Es una enfermedad infecciosa causada por Neospora que muchas veces se presenta de forma asintomática, pero en otras ocasiones puede llegar a ser letal.

Origen

La neosporosis canina es una enfermedad causada por el protozoo Neospora caninum, un parásito intracelular obligado. Su nombre se debe a que fue descubierto como un nuevo género de coccidia, otro parásito que puede afectar a diferentes animales, y a que se encontró por primera vez en perros, aunque enseguida fue detectada también neosporosis bovina, por lo que no es una patología exclusiva de los perros. En los bovinos esta enfermedad supone una de las principales causas de aborto.

Causas

Es una enfermedad infecciosa causada por Neospora caninum, un parásito coccidio que tiene como hospedadores a caballos, animales de ganado y otros mamíferos. Hasta hace poco, se creía que el perro era el único hospedador definitivo, pero se ha descubierto que otros cánidos como coyotes, lobos grises y dingos también lo son. El perro es su único huesped definitivo, por lo que el agente patógeno está especializado en instalarse en su musculatura en forma de quistes tisulares. En general, muchos de los perros infectados son asintomáticos, pero los cachorros afectados presentan un pronóstico mucho más reservado. Si quieres saber más sobre la neosporosis canina y cómo identificarla, continúa leyendo.

Síntomas

Muchos de los perros infectados no llegan a mostrar nunca síntomas. Por desgracia, algunos ejemplares adultos y los cachorros son más proclives a presentar ciertos signos clínicos. Estos signos son producto de los taquizoitos causando la inflamación y necrosis en los tejidos afectados. Así pues, los síntomas más comunes son de naturaleza neuromuscular. Entre ellos, encontramos los siguientes:

  • El síntoma característico de la infección se da en los cachorros con menos de 6 meses de edad. Estos pueden presentar una parálisis de las patas traseras, la cual sigue un patrón ascendente. Esta evidencia clínica suele comenzar a aparecer a las 3-9 semanas de vida del animal.
  • Se produce una atrofia muscular generalizada en un patrón ascendente. Las extremidades traseras suelen verse más comprometidas al principio que las torácicas.
  • Tras esto, puede aparecer dificultad para tragar, parálisis de la mandíbula y una marcada debilidad cervical.
  • Otras complicaciones son la aparición de neumonías, convulsiones, anorexia, decaimiento, inflamación del músculo cardíaco e incluso muerte.

En los cachorros que son sintomáticos, esta atrofia muscular es progresiva y resulta en una contracción continua de los músculos afectados. Cuando aparece este cuadro clínico, el pronóstico del animal afectado es muy pobre

Tratamiento

Los fármacos utilizados en el tratamiento de la neosporosis son clindamicina, sulfadiazina y pirimetamina, solas o en combinación, pero a pesar de la mejoría clínica, los tratamientos no eliminan la infección. D ebemos tener en cuenta que no se ha obtenido a día de hoy un tratamiento efectivo en el 100 % de los casos. Algunos antibióticos se han usado en cachorros con cierto éxito, pero la medicación no garantiza en ningún caso la supervivencia del animal. La clindamicina es el medicamento de elección durante 3 semanas-2 meses en casi todos los casos. En general, los perros adultos suelen responder mejor al tratamiento que los cachorros. Una vez aparecen los síntomas clínicos neuromusculares en el animal, el pronóstico se vuelve bastante malo.

Prevención

Como no existe ningún tratamiento definitivo, la mejor medida que se puede tomar es prevenir la enfermedad con eficacia. Portales veterinarios nos informan de que las perras embarazadas pueden transmitir el agente patógeno a sus cachorros por vía transplacentaria, por lo que hay que tener mucho cuidado con las hembras gestantes. En general, los perros se infectan por mantener contacto estrecho con carne o tejidos de ganado con quistes de bradizoitos. Aún no se sabe del todo si, además, los ooquistes del entorno son infectivos para los canes —aunque sí lo son para animales de interés ganadero—. Por ello, la mejor medida es limitar el contacto can-ganado lo máximo posible.

Fuentes