Nocardiosis

Nocardiosis del perro
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En perros, tras la inoculación de cultivos puros debajo de la

piel, se desarrolla, en algunos días, una nudosidad sólida que se

resuelve o se transforma en un absceso trío.

Nocardiosis del perro. Es una enfermedad que llama poco la atención. Su agente patógeno se conoce desde 1888 (RABE), y fue muy bien estudiado, más tarde, por BAHR (1904), POSTU (1920), BAUDETT (1934) y, por MCGAUGHEY (1952). Casos parecidos se presentan también en los zorros plateados, visones, nutrias y gatos.

Etiología

El Nocardia canls forma filamentos ramificados que se tiñen por el método de GRAM, son acidorresisteñtes y a veces ofrecen abultamientos terminales en forma de maza, o se fragmentan también, parcialmente, en formaciones de tipo cocáceo.

Cultivo

En medios de cultivo artificiales, el hongo crece a la temperatura del cuerpo y, según las cepas, ya, por lo menos al principio, sólo en atmósferas exentas de oxígeno, ya también de modo aerobio. En agar y en agar con suero, se desarrollan las colonias de 2 a 3 días después, en forma de colinas firmemente adheridas al medio de cultivo; generalmente son blanco-grises, pero las de algunas cepas pueden ser amarillas, rojoanaranjadas, grisverdosas, parduscas o hssta pardonegras. En caldose forman, en el fondo, granos como cabezas de alfiler y, en la superficie, otras colonias pequeñas. En lecheno suelen producir alteración, pero ciertas cepas la coagulan tras largo crecimiento. Algunas originan también indol.

Infección artificial

En perros, tras la inoculación de cultivos puros debajo de la piel, se desarrolla, en algunos días, una nudosidad sólida que se resuelve o se transforma en un absceso trío.

Infección natural

Se produce, generalmente, por heridas cutáneas y, excepcionalmente, quizá por las vías respiratorias; pero se ignora lo relativo al origen del contagio.

Alteraciones anatómicas

En la cavidad pleuralhay exudado gris, más o menos purulento, y la pleura se puede hallar sembrada de vellosidades blandas. En el pulmónpuede haber numerosos nódulos del tamaño de granos de mijo al de guisantes, grisamarillos o rojogrises, consistentes o de interior blando y focos engrosados en forma de placas. En otros órganos (ganglios un fálicos torácicos, bazo, hígado, riñones, miocardio, encéfalo) hay, en algunos casos, nódulos consistentes y blandos y, además, en algunas articulaciones, en la pared vaginal o en el tejido conjuntivo subperitoneal de la pelvis, colecciones de pus.

Síntomas

En algunos casos, la enfermedad se manifiesta por una inflamación flegmonosa tórpida en los miembros, debajo de la oreja o en el cuello. Los ahsesos que se forman contienen una masa mucopurulenta turbia, gris o rojoparda, en la que, a simple vista, puede verse ya colonias del hongo, del tamaño de cabezas de alfiler. El proceso flegmonoso se desenvuelve lentamente, con ligeros dolores; los abscesos acaban por abrirse y entonces curan pronto, pero a menudo se forman otros nuevos en distintos puntos del cuerpo. Al proceso local de la piel suceden con frecuencia pleuritis y peritonitis exudativas que se desarrollan insidiosamente, y cuya naturaleza se puede averiguar mediante la investigación microscópica del exudado que se obtiene por punción exploradora. También puede sobrevenir una bronconeumonía. Los ganglios linfáticos torácicos tumefactos pueden perturbar la deglución. A veces, diversos fenómenos morbosos indican la localización en otros órganos (encéfalo, riñones, y otros.).

Diganóstico

El diagnóstico se asegura mediante la demostración del hongo en el pus o en el exudado. En el diagnóstico diferencial hay que tener presente principalmente la tuberculosis.

Tratamiento

Cuando la enfermedad es externa y local, el tratamiento quirúrgico de los abscesos logra muchas veces la curación radical. Pero si la enfermedad recidiva, los animales acaban por sucumbir, tras enflaquecimiento profundo. Según experiencias de P0OSIER (1936), el tratamiento quirúrgico se puede completar del modo más ventajoso mediante la irradiación roenigénica. La enfermedad de los órganos internos es incurable, aunque como complemento de la terapéutica quirúrgica, puede intentarse el tratamiento con penicilina.

Fuente

  • Libro de texto Patología y Terapéutica Especiales de los Animales Doméstico po Dr. Rudolf Manninger y Dr. Johannes Mócsy