Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau

Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau
UNESCO logo.png Welterbe.png
Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau, Barcelona.JPG
El hospital de Sant Pau y el Palau de la música catalana
CoordenadasN41° 23´ 14´´ E2° 10´ 30´´
PaísBandera de España España
TipoCultural
Criteriosi, ii, iv
N.° identificación804
RegiónEuropa y América del Norte
Año de inscripción1997 (XXI sesión)

El Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau, en Barcelona, son dos de las mejores contribuciones a la arquitectura de esta ciudad por el arquitecto catalán art nouveau Lluís Domènech i Montaner. El Palau de la Música Catalana es una estructura de acero con marco exuberante lleno de luz y el espacio, y decorado por muchos de los principales diseñadores del momento. El Hospital de Sant Pau es igualmente audaz en su diseño y decoración, mientras que al mismo tiempo se adapta perfectamente a las necesidades de los enfermos. Ambas construcciones fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1997.

Descripción

Estos dos monumentos son obras maestras de la imaginación y exuberante de estilo Art Nouveau que floreció a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El Palau de la Música Catalana tiene singularidad, autenticidad, y belleza y es un testimonio sin par, de estilo modernista, con una sala de conciertos pública cuyo valor simbólico, artístico e histórico, es universal. El Hospital de Sant Pau es el ejemplo más notable de su tipo de interés excepcional por su belleza, tamaño y singular diseño arquitect

El Palau de la música catalana.

La inspiración del Palau de la Música CataIana fue el concepto del coro del Orfeó Catalán que surgió durante la Exposición Universal de Barcelona de 1888. La interpretación de música catalana formó parte del movimiento político general al resurgir del nacionalismo catalán. En octubre de 1904, el coro adquirió un solar en la calle de Sant Pere Més Alto y encargó a Doménech i Montaner, quien estaba en el punto álgido de su carrera, como el arquitecto de su nuevo edificio. La construcción comenzó en 1905 y se terminó tres años después. Ya había empezado a trabajar en ese momento en el Hospital de Sant Pau. En 1892 un banquero de París de origen catalán, Pau Gil, dejó una gran suma de dinero en su testamento para la construcción de un hospital en su ciudad natal, para ser nombrado en honor de su santo patrón.

El Palau de la Música Catalana es uno de los edificios más emblemáticos del Art Nouveau (Modernismo), excepcional, tanto por sus cualidades y su ubicación en el centro histórico de Barcelona. Fue excepcional desde el momento de su concepción, debido a dos factores que iban a ser de gran importancia futura: un concepto especial de espacio y un uso muy inteligente de las nuevas tecnologías desarrolladas durante la revolución racionalista. El Palau fue la fuente más importante de un concepto arquitectónico de gran relevancia futura: la estructura reticulada metálica, espacio libre, y las paredes exteriores no portantes como las cortinas continuas de vidrio. Todo el edificio fue diseñado como un juego inteligente de los espacios resultantes de la separación abrupta entre el exterior y el interior y hacer un uso máximo de la luz natural.

Interior de la sal de conciertos.

El uso de una estructura de acero hace posible que el plano de planta interna sea libre y con una serie de grandes espacios abiertos, en particular, la gran sala de conciertos. De esta manera, el Palau de la Música Catalana se convirtió en un ejemplo excepcional de la fusión de dos conceptos básicos: la tradición y la modernidad elevados a la categoría de arte. La unión de la música y la arquitectura se manifiesta claramente en el Palau de la Música Catalana. Varios de los artistas y artesanos más importantes de la época contribuyeron al Palau, como los escultores Pau Gargallo, Francesc Modollel, Miguel Blay y Eusebi Aranau; en los mosaicos Lluís Bru, Francesc Labarta y Mario Maragliano; el pintor Miguel Massot, y el artesano vidriero Jeroni Granell. Las relaciones entre el arquitecto y los artistas eran íntimas y constructivas; especialmente armoniosa es la sala de conciertos, con su gran cúpula invertida de cristal pintado, donde la decoración fastuosa contribuye a la continuidad y la integridad territorial.

Hospital Sant Pau.

Desde el punto de vista historiográfico, el Hospital de Sant Pau es de gran importancia, ya que es el mayor complejo hospitalario en estilo modernista. Históricamente, el Hospital de Sant Pau, es al mismo tiempo original y atrevido, demuestra como Doménech i Montaner había estudiado el problema de los hospitales modernos. Las obras comenzaron en 1901 y en 1911, a ocho cuadras del complejo había sido construido y estaban en uso. En 1913 el arquitecto trajo a su hijo, Pere Doménech i Roura, y trabajaron juntos en la iglesia y otros bloques del hospital hasta la muerte de Lluís Domènech i Montaner en 1923. Pere Doménech i Roura fue el responsable de la finalización del proyecto, que continuó hasta 1930.

Pasillos interiores del hospital.

El arquitecto planeó erigir 48 edificios individuales en un cuadrilátero. Su decoración floral y el uso abundante de esculturas de los mejores artistas de la época destacan de manera notable la estructura de los edificios. Doménech i Montaner obtuvo el mérito de ser el creador de volúmenes arquitectónicos donde también se pone de manifiesto el trabajo por la luz. Para Doménech i Montaner esto era esencial para poder dar a los enfermos una sensación de bienestar y belleza, lo que sin duda contribuiría a una convalecencia rápida, ya que, según él, la belleza tiene un valor terapéutico. Después de casi un siglo de existencia y uso público sin interrupción, el Hospital de Sant Pau tiene prestigio internacional, tanto desde el punto de vista médico, como desde los arquitectónicos y artísticos.

Justificación para la inscripción

El Comité decidió inscribir estas dos propiedades sobre la base de criterios (i), (ii) y (iv), teniendo en cuenta que el Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau de Barcelona son obras maestras de la imaginación y exuberante Art Nouveau que floreció en el siglo XX en Barcelona.

Fuentes