Pedro Sarmiento de Gamboa

Pedro Sarmiento de Gamboa
Información sobre la plantilla
NombrePedro Sarmiento de Gamboa
Nacimiento1532
Pontevedra, Bandera de España España
Fallecimiento1592
Naufragio frente a Lisboa, Portugal
NacionalidadEspañol
CiudadaníaEspañol
OcupaciónNavegante, cosmógrafo, matemático, soldado, historiador y estudioso de las lenguas clásicas,
PadresBartolomé Sarmiento y de doña María de Gamboa, de la vizcaína ciudad de Bilbao.


Pedro Sarmiento de Gamboa. Navegante e historiador español. Participó con Álvaro de Mendaña en la expedición que descubrió las Islas Salomón. Es nombrado capitán de una de las naves de Mendaña (1567).

Síntesis biográfica

Niñez

Nació en Pontevedra en el 1532. Hijo del pontevedrés Bartolomé Sarmiento y de doña María de Gamboa, de la vizcaína ciudad de Bilbao.

Juventud

Un primer altercado con la justicia, le hizo huir al Perú en 1557, donde algunos años después volvería a ser acusado por la Inquisición en dos ocasiones. A partir de su nombramiento como capitán de una de las naves de expedición de Mendaña (1567), el rastro de su vida puede seguirse con mayor certeza. De joven estuvo en el ejército al servicio de Carlos I de España. En 1555 llegó a México y en 1557 se trasladó a Perú donde vivió más de 20 años, dedicándose a estudiar náutica, cosmografía, astronomía y geografía, además de relacionarse con las más altas autoridades del virreinato.

Trayectoria laboral

En 1567 participó como capitán de una de las naves enviadas por el virrey del Perú a explorar las islas del océano Pacífico en búsqueda de oro. Esta expedición descubrió y exploró durante un año las islas Salomón y el archipiélago de las Vanuatu regresando a el Callao en julio de 1569. Desde 1570 y por 5 años se dedicó a recorrer Perú por encargo del virrey visitando las poblaciones e inspeccionando a los funcionarios y recopilando datos demográficos y económicos de las diversas comarcas. Esto le permitió escribir su Historia Ínca, libro que envió en 1572 al rey Felipe II. En 1579, el virrey del Perú lo envió al mando de dos naves en persecución del pirata inglés Francis Drake que poco antes había asaltado el Callao. Sarmiento lo persiguió hasta Panamá sin encontrarlo. A su regreso a Perú el virrey Toledo lo envió a explorar el estrecho de Magallanes en búsqueda de lugares donde asentar una población y fortificar el Estrecho. Una de las naves regresó a Perú y Sarmiento continuó a España donde dio cuenta de su comisión al cey presentándole un proyecto de poblamiento de la región del estrecho de Magallanes.

El rey Felipe II aprobó el proyecto presentado. Nombró al marino Diego Flores de Valdés jefe de una expedición en que participaron 23 naves y alrededor de 2.500 personas y a Sarmiento de Gamboa gobernador del estrecho de Magallanes. La expedición zarpó definitivamente de Cádiz el 9 de diciembre de 1581. Luego de innumerables contratiempos Sarmiento, en febrero de 1584 logró establecer en el Estrecho dos asentamientos, Nombre de Jesús y a los pocos días después Rey Don Felipe con un total de 338 personas entre hombres, mujeres y niños. Desde Río de Janeiro trató de aprovisionar el asentamiento pero el mal tiempo se lo impidió, por lo que decidió regresar a España para pedir refuerzos y ayuda para el poblado. En la navegación fue apresado por una nave inglesa y llevado ante la reina Isabel I, que lo puso en libertad y lo envió a su país por tierra; en la ruta fue capturado por hugonotes, que pidieron un elevado rescate por él, manteniéndolo preso por 3 años. Felipe II pagó su rescate llegando finalmente a mediados de 1590 a El Escorial.

El rey decidió no apoyar una nueva expedición al Estrecho y en compensación a Sarmiento lo nombró almirante de la armada encargada de proteger las naves que conformaban la flota de Indias. La flota, al mando de Juan de Uribe y llevando a Sarmiento como segundo, zarpó de Cádiz el 30 de mayo de 1592. Inesperadamente, Uribe recibió órdenes del rey de desembarcar e ir a Lisboa para recibir instrucciones del príncipe-cardenal. Obedeciéndolas, Uribe se dirigió por tierra a la capital portuguesa y allí se le ordenó que regresase a su casa, en Sevilla, lo que hizo prontamente. Como consecuencia, Sarmiento de convirtió en el jefe superior de dicha flota.

Muerte

Ya cerca de la costa portuguesa, Sarmiento escribió a don Alonso de Bazán, jefe superior de la armada ibérica, informándole sobre la situación de sus naves. Pocos días más tarde, acercándose al puerto de Lisboa le llevaron a tierra, gravemente enfermo. Dos días después, el 17 de julio de 1592, falleció en la capital portuguesa. Sus restos se sepultaron en un ignoto lugar de Lisboa.

Descubrimiento de las islas Salomón y Vanuatu

En 1567 en Lima, los españoles comentaban la leyenda propalada por los incas de que hacia el oeste se encontraban islas llenas de oro. El presidente de la Real Audiencia de Lima, Lope García de Castro, ejercía las funciones de virrey del Perú, cargo que se encontraba vacante. Ante él, Sarmiento de Gamboa y otros comerciantes capitalistas se ofrecieron para descubrir dichas islas. García de Castro decidió armar una expedición que fuera en la búsqueda de estos territorios, ocuparlos y poblarlos. Encargó la dirección de la expedición a su sobrino de 22 años, Álvaro de Mendaña, y a Sarmiento de Gamboa lo nombró capitán de una de las naves y cosmógrafo y a Pedro de Ortega capitán de la otra.

La expedición compuesta de dos naves con unos 160 hombres zarpó de el Callao el 20 de noviembre de 1567 pero, en lugar de seguir la derrota trazada por Sarmiento, Mendaña la modificó según recomendación del piloto mayor, Hernán Gallego, lo que tuvo como consecuencia que recalaran y descubrieran las islas Salomón en lugar de Australia.

El 7 de febrero de 1568 la expedición llegó a la primera de las islas del archipiélago la que fue bautizada con el nombre de Santa Isabel. Durante un año exploraron la infinidad de islas del archipiélago en busca de oro. Entraron en contacto con los indígenas que las habitaban, pero Mendaña estaba más interesado en volver a Lima que cumplir el mandato oficial de poblar las tierras descubiertas, para cuyo fin se llevaban armas, ropas, semillas, maderas por lo que la expedición regresó a Perú sin haber cumplido el mandato de poblarlas. Recalaron en el Callao el 22 de julio de 1569.

Sarmiento y Mendaña entraron en públicas recriminaciones sobre la dirección de la expedición y sus nulos resultados por lo que el nuevo virrey, don Francisco de Toledo, los llevó ante la Audiencia de Lima para que expusieran sus puntos de vista. En estos alegatos Sarmiento impresionó al virrey por la claridad de sus argumentaciones, siendo absuelto de todo cargo.

Legado

La admirable descripción del golfo de la Trinidad y del estrecho de la Madre de Dios, las recomendaciones para la navegación de los canales patagónicos y del estrecho de Magallanes han sido ensalzadas por lo hidrógrafos modernos que han trazado las cartas definitivas, entre ellos el vicealmirante Fitz Roy y otros. La obra de Sarmiento tiene dos características: su variedad y cantidad. 1 historia, 10 relaciones, 5 memoriales, 17 cartas, poesías y otro escritos conocidos o desafortunadamente desaparecidos son su legado. En ellas emplea un rico vocabulario, viveza en el lenguaje y una gran capacidad descriptiva. No existe a comienzos del Siglo XXI un estudio completo sobre su obra literaria, no porque no haya interesado sino que el azar ha ocultado hasta ahora datos y obras. Recién en el Siglo XX se descubrió su “Historia Índica” lo que impulsó nuevas investigaciones y búsquedas. Finalmente hay que destacar su habilidad como navegante y sus inquietudes culturales. Poseedor de un vasto saber náutico, su facilidad con la pluma denotan el contacto con un foco cultural de primera línea, hay que recordar su conversación con la reina Isabel en latín.

Fuente

  • Sarmiento de Gamboa, Pedro 1943. Historia de los Incas. Buenos Aires: Emecé Editores.