Procnias tricarunculatus

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Clasificación Científica
Nombre científicoProcnias tricarunculatus
Reino:Animalia
Clase:Aves
Orden:Passeriformes
Familia:Cotingidae

Procnias tricarunculatus. También conocido como Campanero o Araponga, esta es una especie de ave del género Procnias, oriundo de América Central.

Distribución

Esta especie es nativa de la América Central. Es oriundo de Honduras, Nicaragua, Costa Rica, y Panamá.

Hábitat

Es un migrante altitudinal. En la época reproductiva vive en los niveles alto y medio del bosque húmedo de montaña, entre los 1200 y 2100 m de altitud. Fuera de la época reproductiva puede ascender hasta los 3000 metros sobre el nivel del mar, y descender a las tierras bajas a 600 m de altitud, visitando bosques secundarios, árboles altos de zonas semiabiertas cerca de los bosques mayores.

Descripción

Las junglas de América Central cuentan entre sus habitantes con este pájaro excéntrico. El macho es inconfundible. Cuerpo ferruginoso oscuro, cabeza y pecho blanco reluciente, con tres barbas carnosas que cuelgan desde la base del pico. Usualmente se percha conspicuamente cuando canta; las notas de campana que se escuchan a larga distancia y los extraños ruidos metálicos son fascinantes adiciones a la cacofonía del bosque. La hembra es completamente diferente, mayormente oliva opaca con rayas amarillas en las partes inferiores. El tamaño bastante grande, la forma rechoncha, la pequeña cabeza redondeada y la cara lisa ayudan con la identificación. Se encuentra en los bosques, generalmente en el dosel. Más fácil de encontrar cuando canta, pero también cuando se alimenta en árboles frutales.


Tamaño

Tiene una longitud de alrededor de los 30 cm, desde la cabeza a la cola, aunque las hembras son más pequeñas que los machos.

Comportamiento

Frecuentemente escondido en los pequeños árboles de denso follaje, sólo se deja ver cuando, con gran prudencia, se apodera de los frutos que le sirven de alimento.
Normalmente estas excrecencias (los apéndices que tiene) cuelgan sobres su garganta como trozos de bramante, pero cuando una hembra araponga aparece ante él en la época de celo, los eriza a la vez que infla su plastrón de plumas. Después permanece inmóvil con el pico desmesuradamente abierto, dirigiendo hacia su novia sus ojos redondos y vacíos de toda expresión, que le dan aire de “tonto”.

Fuentes