Prolapso hemorroidal agudo

Prolapso hemorroidal agudo
Información sobre la plantilla
Prolapso hemorroidal.jpg
Concepto:Prolapso agudo del componente hemorroidal interno, con exposición de la mucosa y diferentes grados de edema de la misma.

Prolapso hemorroidal agudo. Desde edema simple, hasta ulceración y gangrena de acuerdo a la gravedad. Concomitantemente puede existir trombosis parcial. Es ligeramente más frecuente en las mujeres, debido a su aparición durante el embarazo y el puerperio.

Diagnóstico

Clínica: dolor anal agudo, usualmente luego de una deposición difícil por estreñimiento, heces pétreas o pujo importante, o bien luego de un episodio diarréico agudo (por ej., luego de ingesta de vino o champaña).

• Sensación de masa, en ocasiones pulsátil.

• Sensación de peso, con dolor progresivo.

• Imposibilidad de reducir la masa digitalmente.

• Imposibilidad o dificultad para sentarse.

• Escalofrío.

Examen físico: protrusión de la mucosa hemorroidal, con brillo de la mucosa compatible con edema; puede haber algunos sitios con trombos visibles a trasluz, pero usualmente es parcial. Dolor severo a la palpación del o los paquetes prolapsados. Si el edema es severo se ven sitios con ulceración de la mucosa, con sangrado oscuro escaso, y si la presentación es más grave, signos de isquemia avanzada y gangrena, con olor pútrido.

Tratamientos

Prolapso hemorroidal agudo

Depende de la presencia o no de isquemia. La gran mayoría de los pacientes presenta únicamente edema (90%). El tratamiento es médico y consiste en:

• Si hay estreñimiento, ablandadores fecales (por ej., psyllium VO), con o sin el uso de laxantes como la lactulosa por vía oral.

• Baños de asiento en agua tibia (se ha confirmado que disminuye la presión a nivel del esfínter interno, permitiendo el retorno venoso), mínimo 6-8 veces al día por 10 minutos cada vez.

• Bañarse con agua tibia, sin jabón, luego de la deposición.

• Colocación de gasa húmeda en agua fría (al clima, no helada ni usar hielo, porque produce aumento de la presión esfinteriana y espasmo).

• Analgesia; en pacientes embarazadas o lactando únicamente acetaminofen.

• Nunca intentar la reducción digital.

• Control ambulatorio a las 24 y 72 horas de la primera visita para evaluar evolución.

En el caso de que exista isquemia con desprendimiento y ulceración de la mucosa, se debe hospitalizar al paciente y además del tratamiento médico anotado, se deben iniciar antibióticos de amplio espectro tales como metronidazol ciprofloxacino o ampicilina-sulbactam, bien por vía oral si no hay compromiso sistémico, o por vía venosa si existe reacción inflamatoria sistémica (leucocitosis u otro). Si existe gangrena se deben iniciar antibióticos de inmediato por vía venosa y el paciente debe ser llevado a cirugía para practicar desbridamiento amplio, reconociendo la morbilidad asociada (estenosis anal postoperatoria o lesión del esfínter).

Fuentes

  • Londoño E, Restrepo S. La resonancia magnética en la evaluación del piso pélvico y el periné. Cirug Ciruj (México) 2002; 70:173-178.
  • Londoño E. Guía de manejo de abscesos y fístulas anales. Fundación Santa Fe de Bogotá, 1997.
  • López G. Abscesos ano-rectales. En: Manual de Patología Colo-recto-anal. Editado por G Escobar. Editorial Gente Nueva. Bogotá, 2002.
  • Marti MC. Hemorrhoids. En: Surgery of Anorectal Diseases. Editado por MC Marti, JC Givel. Springler-Verlag. Berlín, 1990.
  • Mazier WP. Hemorrhoids, fissures, and pruritos ani. Surg Clin North Am 1994; 74:1277-1292.
  • Rosen L. Anorectal abscess and fistulae. Surg Clin NA 1994; 74:1293-1307.