Reflejo medular

Reflejos medulares
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Concepto:Respuesta predecible de los circuitos neuronales contenidos en la médula espinal, provocadas por estímulos adecuados, que actúan sobre los receptores específicos de cada circuito, y que se encuentran ubicados en la región correspondiente del cuerpo que inerva dicho segmento

Reflejo medular. Respuesta predecible de los circuitos neuronales contenidos en la médula espinal, provocadas por estímulos adecuados, que actúan sobre los receptores específicos de cada circuito, y que se encuentran ubicados en la región correspondiente del cuerpo que inerva dicho segmento. Cada uno de estos arcos reflejo está constituido por un sector aferente, un sector integrador y un sector eferente; forman parte de estos tres sectores: la raíz posterior o sensitiva del nervio espinal correspondiente, el ganglio espinal correspondiente, las neuronas intercaladas o interneuronas del asta posterior de la médula, las motoneuronas alfa y ganma del asta anterior de la médula espinal y la raíz anterior o eferente del nervio espinal correspondiente.[1]

La actividad efectuada por estos reflejos medulares es controlada en todos los casos por el supraegmento, mediante tractos que dirigen parte de la información a la corteza motora y otras regiones relacionadas y tracto sque traen instrucciones de regreso a las motoneuronas. Existen ocasiones en las que la actividad refleja puede verse afectada momentáneamente, una de ellas es cuando ocurre un shock espinal y se interrumpen las vías que comunicaban a la médula espinal con el suprasegmento; después de un tiempo aproximado de cuatro a seis semanas los reflejos medulares se recuperan; no sucediendo de igual forma con los movimientos voluntarios y la sensibilidad del área afectada.

Clasificación

Los reflejos se clasifican de acuerdo al número de sinapsis en serie que ocurren en el circuito como: mono sinápticos (reflejo miotático), bisinápticos (por ejemplo el reflejo tendinoso de inhibición) y polisinápticos (ejemplo, el reflejo de flexión). Pecisamente dos de los reflejo más representativos son el reflejo de estiramiento o miotático y el tendinoso. Estos se inician en los husos musculares y órganos tendinosos de Golgi, respectivamente.

Estructuras

Huso muscular

Huso muscular.

Se define con el nombre de huso muscular a las estructuras que están en las porciones carnosas de los músculos, paralelos a las fibras musculares esqueléticas, son inervados por dos tipos de fibras aferentes mielinizadas, una del grupo Ia, de diámetro amplio, y otra del grupo II, de pequeño diámetro.[2] Existen textos en los que se prefiere llamar al huso muscular como fibra intrafusal mientras que al resto del músculo lo denominan fibra extrafusal.

Órgano tendinoso de Golgi

Órgano tendinoso de Golgi.

Los órganos tendinosos de Golgi se encuentran en la unión de la fibra muscular con el tendón, por lo tanto están conectados en serie a un grupo de fibras musculares esqueléticas.[3]

Los órganos tendinosos sólo están inervados por fibras aferentes del grupo 1b, que también están mielinizadas, y tienen un diámetro un poco menor que las fibras del grupo 1a.

Reflejo miotático

Imagen del reflejo miotático y el sistema eferente ganma.

El reflejo miotático o de estiramiento detecta los cambios de longitud del músculo, y permite el control del desarrollo de los movimientos por medio del huso muscular. Este reflejo es la base del tono muscular. Su exploración en la clínica médica permite conocer el estado de un segmento medular determinado y como sobre él influyen estructuras superiores del sistema nervioso central.

Es el único reflejo monosináptico. Ejemplos de reflejos de estiramiento usados en la práctica médica son: el aquiliano, el rotuliano o patelar, el tricipital, etc., todos provocados al golpear ligeramente con el martillo neurológico el tendón de los músculos referidos lo que produce el estiramiento muscular. Su acto reflejo es que ante un estiramiento del músculo, este responde contrayéndose.

Su receptor es el huso muscular, la vía aferente la neurona que se encuentra en el ganglio espinal, cuya prolongación periférica forma la fibra nerviosa del huso, y la central entra por la raíz posterior. El huso muscular está formado por varias fibras musculares estriadas (fibras intrafusales), terminaciones motoras y sensitivas, reunidas por una cápsula de tejido conectivo.

Los receptores mecánicos están ubicados en el centro de las fibras que forman los husos neuromusculares, estas fibras intrafusales tienen en sus extremos sarcómeras capaces de contraerse que están inervadas por las terminales de las motoneuronas gamma cuyos cuerpos neuronales están ubicados en los cuernos anteriores de la médula espinal entre las motoneuronas alfa (que, inervan a las fibras extrafusales de estos mismos músculos) y son las responsables de la tensión que desarrolla el mismo.

Arco reflejo

El arco reflejo se inicia en el receptor, que es el huso muscular, que detecta los estiramientos y provoca potenciales de acción en la vía aferente.[4] Esta es fundamentalmente una fibra Ia que hace sinapsis con una motoneurona alfa que termina a su vez en las fibras musculares extrafusales produciendo así la contracción muscular como respuesta al estiramiento.

El estiramiento puede también excitar en mucha menor medida a fibras aferentes de tipo II (terminaciones secundarias) que también terminan en motoneuronas alfa pero la mayoría de ellas lo hace junto a algunas colaterales de las neuronas intercaladas.

Clasificación

Existen dos tipos de reflejos de estiramientos: el reflejo dinámico, que ocurre en respuesta a un estiramiento rápido o brusco, que se inicia en las terminaciones primarias del huso que dan lugar a una contracción rápida y potente como respuesta. El reflejo estático de estiramiento que se origina con estiramientos lentos o contracciones sostenidas, que activan tanto las terminaciones primarias como secundarias que provocan una respuesta contráctil mas débil durante períodos prolongados.

Importancia

Imagen que muestra la contracción del músculo producida por una maniobra médica.

El funcionamiento del reflejo miotático es clave para la conservación del tono muscular. Normalmente los husos musculares envían impulsos a la médula espinal de manera constante. Esto es debido a la excitación que reciben las motoneuronas gamma que también constantemente descargan sobre los extremos contráctiles del huso.

Este nivel de descarga de las fibras gammas depende a su vez de la actividad que sobre ellas efectúen neuronas provenientes del mismo músculo, de la propia médula espinal o desde los centros superiores del control motor tales como: el tronco encefálico, el cerebelo, los ganglios basales y la corteza cerebral. Esta actividad mantenida por los husos da origen a consecutivos reflejos miotáticos sobre todo de tipo estático que mantienen al músculo en constante contracción. A este nivel de contracción sostenida que existe incluso cuando dormimos se le conoce como tono muscular.

También contribuyen al tono los efectos directos sobre la motoneurona alfa de neuronas de diferentes niveles del sistema nervioso central como es el caso de la coactivación alfagamma e incluso a la actividad intrínseca del mismo nivel de la médula espinal. Lo expuesto permite comprender la elevada tensión o tono que presentan los músculos en un momento de elevada tensión emocional y la caída del tono muscular durante el sueño. El huso muscular como informante de la longitud muscular y regulador por ende de la contracción muscular se ha observado que garantiza la uniformidad de dicha contracción, ya que cuando se elimina la información procedente del huso la contracción muscular presenta grandes oscilaciones. Al ser el reflejo miotático el reflejo más simple integrado dentro de un solo segmento de la médula espinal, es usado en la práctica para conocer el estado funcional de diversos segmentos medulares e incluso de pares craneales.

Por ejemplo la exploración del reflejo miotático del tendón de Aquiles informa del estado funcional del segmento medular sacro 1, la del rotuliano informa sobre el segmento lumbar 3, etc.

El reflejo puede obtenerse percutiendo el tendón o el vientre del músculo o cualquier otra maniobra que estire al músculo. También estos reflejos permiten conocer indirectamente el estado de los centros motores superiores y de sus vías descendentes, ya que el grado de facilitación o inhibición del reflejo miotático permite inferirlo.

Reflejo tendinoso de Golgi

Reflejo tendinoso de Golgi.

Este reflejo a nivel del segmento medular es bisináptico, contribuyendo a regular la tensión muscular. Su acto reflejo se inicia por el incremento excesivo de la tensión del músculo que provoca la inhibición de la contracción de dicho músculo. Es un reflejo inhibitorio y protector.

Arco reflejo

Su arco reflejo origina en el receptor encapsulado llamado órgano tendinoso de Golgi, por estar ubicado en la región tendinosa del músculo. Esta constituido por un pequeño haz de fibras musculares tendinosas que se conectan en serie con 10 o 15 fibras musculares normales que al incrementar su tensión estimulan a dicho receptor. La señal viaja hacia la médula espinal por fibras Ib de elevada velocidad que llegan al asta posterior va sobre una neurona intercalada que inhibe la actividad de la motoneurona alfa, y se asume que también de las gamma produciendo la relajación muscular. El órgano tendinoso de Golgi tiene también respuesta estática (tensión sostenida) y dinámica (cambio brusco de la tensión). La diferencia con el huso muscular es que este responde a los cambios de longitud del músculo, mientras que el órgano tendinoso lo hace a los cambios de tensión.

Importancia

El reflejo tendinoso permite la protección al músculo. Sin la presencia del reflejo tendinoso los incrementos excesivos de la tensión muscular podrían provocar ruptura o desgarro del músculo, así como desprendimiento del tendón de su inserción en el hueso.

Reflejos flexor y extensor cruzado

Reflejos flexor y extensor cruzado.

La retirada flexora por estímulo nocivo es el llamado reflejo flexor, reflejo defensivo que implica contracciones musculares de múltiples articulaciones a través de vías reflejas poli sinápticas. En los reflejos de flexión como en los de extensión cruzada, está implicada la inervación recíproca: los músculos flexores del miembro estimulado, se contraen al mismo tiempo que se inhiben los extensores de dicho miembro. Unido a la flexión del miembro estimulado, el reflejo produce un efecto opuesto en el miembro contralateral: los músculos extensores se activan y los flexores se inhiben, este reflejo de extensión cruzada amplía el apoyo postural durante la retirada del estímulo doloroso.

El reflejo de flexión es en respuesta a los estímulos nocivos y el tamaño, así como el grado de contracción muscular, dependen de la intensidad del estímulo. El reflejo dura más que el estímulo, y su duración se incrementa con la intensidad del mismo. Es importante recalcar que los circuitos espinales responsables de la retirada flexora y de la extensión cruzada, sirven para algo más que para mediar los reflejos defensivos. También sirven para coordinar los movimientos voluntarios de los miembros.

Reflejo flexor

Características

El reflejo flexor además de ser un reflejo defensivo presenta una serie de caraterísticas entre las que se encuentran las siguientes:

  • Es un reflejo cutáneo en respuesta a estímulos ociceptivos.
  • Presenta un patrón característico según la zona estimulada y la intensidad del estímulo.
  • La descarga ulterior permite mantener alejado el miembro del estimulo dañino.
  • Ocurre divergencia a otros segmentos medulares.

Arco reflejo

En el arco reflejo, debe analizarse el sector aferente, el intercalado, en particular los circuitos de inervación recíproca, circuitos divergentes, y de descarga ulterior.

En el sector aferente, el receptor es el nociceptor, la vía aferente la fibra nerviosa aferente, que entra a médula por raíz posterior. Los circuitos de inervación recíproca permiten la excitación de flexores y la inhibición de los extensores en la extremidad estimulada, en el caso del flexor. Lo inverso para el extensor cruzado, en la otra extremidad.

Los circuitos divergentes permiten que aunque el estímulo sea en un área de piel sólo correspondiente a un segmento medular, la respuesta pueda ser de músculos inervados por varios segmentos medulares. Los de descarga ulterior, permiten mantener la respuesta durante un tiempo superior al correspondiente al estímulo nocivo aplicado. Es importante el carácter contralateral al estímulo en el extensor, y la integración de señales que aumenta o disminuye la respuesta; y el sector eferente de ambos. El sector eferente lo constituyen las motoneuronas alfa, y los efectores, los músculos flexores para el reflejo flexor, y los extensores para el extensor cruzado.

Sección de la médula

Si se secciona la raíz anterior de la médula desaparecen todos los arcos reflejos correspondientes a ese segmento medular, pero además el tono muscular desaparece y se produce atrofia permanente del músculo, además con el tiempo se observarán contracciones espontáneas en los músculos que eran inervados por la raíz motora seccionada debido a que se vuelven muy excitables las unidades motoras produciendo las fasciculaciones y las contracciones de miofibrillas aisladas, las fibrilaciones. Existe además parálisis por la imposibilidad del arribo de impulsos al músculo.

Fuentes

  • Arana, I. R.; Rebollo M. A. (1966): Neuroanatomía. La Habana: Ediciones Revolucionarias, tercera edición, 1966.
  • Barraquer-Bordas, L. (1967): Neurología fundamental. La Habana: Instituto Cubano del Libro, 1967.
  • Guyton A. C., Hall J. E. (1998): Tratado de Fisiología Médica III. Nueva York: Editorial Interamericana McGraw-Hill, 1998. ISBN 970-10-1339-9
  • Llanio Navarro, R.; Perdomo González, G.; y coautores (2005): Propedéutica clínica y semiología médica (tomo 2). La Habana: Editorial de Ciencias Médicas, 2005. ISBN 959-7132-87-7 (obra completa); ISBN 959-7132-89-3 (tomo 2).
  • Prives, M.; Lisenkov, N.; Bushkovich, V. (1984): Anatomía humana III. Moscú (Unión Soviética): Editorial Mir, 1984. ISBN 5-03-000891-8.
  • Rosell Puig, W.; Dovale Borjas, C.; Álvarez Torres I. (2002): Morfología humana II. La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2002.
  • Sinelnikov, R. D. (1986): Atlas de Anatomía humana III. Moscú (Unión Soviética): Editorial Mir, 1986.