Rodolfo Rodríguez Benítez

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NombreRodolfo Rodríguez Benítez
Nacimiento15 de abril de 1938
Baire, Contramaestre, Santiago de Cuba, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana

Rodolfo Rodríguez Benítez: combatiente del Movimiento 26 de julio y del Tercer Frente Oriental comandado por Juan Almeida Bosque.

Síntesis biográfica

Nace en Baire, municipio de Contramaestre, Santiago de Cuba, el día 15 de abril de 1938, de origen humilde. Hijo de José Rodríguez Estrada y Artemia Benítez Ramírez, ambos de nacionalidad cubana.

Durante los primeros años de vida se vio obligado a cambiar constantemente de domicilio por las condiciones económicas de su familia, cuando tenía aproximadamente un año su familia se traslada a una pequeña finca en calidad de colono que tenía el padre en el lugar conocido por Mojará del Tercer Frente. Viendo la madre abnegada que la estancia de ellos en este lugar no mejoraba la situación decide con energía afrontar la adversidad y regresa a Baire, en el 1944, con sus 6 pequeños hijos a los que tiene que mantener con su trabajo como modista.

Cursa sus primeros estudios en Baire. En el año 1950 pasan a Contramaestre donde habían prometido trabajo a su hermana mayor y allí se instalan definitivamente. Todas estas contingencias van a formar en Rodolfo un carácter formal, juicioso, esto no le impide ser un muchacho alegre y cariñoso.

La imperiosa necesidad de ayudar a su madre obliga a Rodolfo a trabajar desde muy niño y contando aproximadamente con 13 años de edad comienza a trabajar en una bodega, seguidamente en una cafetería y más tarde en una ferretería. Alterna su trabajo con estudios nocturnos que realiza en la academia privada MINERVA con el doctor Radamés Guillart que lo inicia en la tendería de libros. Su más cara ambición siempre fue el estudiar aviación, pero en aquella época vedado para los jóvenes humildes.

Su afición por la mecánica lo lleva a tomar un curso por correspondencia, también practicaba el judo como deporte favorito, más tarde consigue empleo en la tienda de ropas La Libertad de Alfredo Orzáis en Contramaestre, de la que fue expulsado por su actitud contra los patrones. Posteriormente pasa a trabajar en el taller de reparaciones de accesorios para autos GARAJE CHARLE, de Charles Ferrán Jaen donde permaneció algún tiempo.

Acciones revolucionarias

Dada la clarinada gloriosa del 26 de julio de 1953, ya comienza a aflorar en este joven de 15 años las primeras inquietudes revolucionarias, pues en varias ocasiones junto a otros compañeros limpio la tumba del mártir del Moncada Gregorio Careaga Medina natural de Artemisa, asesinado y enterrado en el cementerio de Maffo. Por esto fue amenazado con arrancarle la cabeza por el sargento Vicente Alonso Cruz, jefe del puesto de mando de la guardia rural de Maffo.

Fue Rodolfo de los primeros en formar parte de las filas del M-26-7 en una célula de acción y sabotaje, se relaciona con Orlando Pantoja Tamayo, Lindar Casadilla Manso, Heliodoro Rosabal y otros muchachos de Maffo.

Múltiples fueron las acciones de sabotajes en las que participo. Una de sus primeras hazañas fue la colocación de la bandera del 26 de julio que ondeara en toda Cuba, el día 20 de mayo de 1957. Esta bandera fue diseñada por él y otros compañeros y confeccionada en el garaje CHARLES después que cerraba el establecimiento. Como se desconocía la auténtica escogieron los siguientes colores blanco que significa la paz, rojo la sangre, verde la esperanza y negro el luto. La hicieron en forma de orla, y fue colocada en los altos de la tienda La Libertad, en la madrugada de la fecha antes mencionada, ésta bandera se conserva en el museo de la Revolución.

Acosado por las fieras de la tiranía batistiana el 22 de febrero de 1958 toma Rodolfo el camino hacia la Sierra Maestra incorporándose en Puerto Arturo al Tercer Frente que comandaba Juan Almeida Bosque, a las órdenes del entonces capitán Diocles Torralba.

Permanece Rodolfo durante 7 meses aproximadamente, operaba en la zona de Cruce de Los Baños y Filé, al paso de la columna No9 Antonio Guiteras por la zona de Tercer Frente, se une a esta y comienzan a operar al este de Santiago de Cuba.

A Rodolfo siempre le acompaña en su mochila un libro de José Martí que aún se conserva, cada vez que tenía la oportunidad le escribía a su madre, en una de sus cartas le dice…” imagínate los trabajos que estamos pasando, pero los trabajos y todos los sacrificios que se hagan son pocos para la patria, aun dando la vida es poco, tu sabes que nosotros luchamos por una causa justa y noble que tenemos la razón y tú sabes que el que tiene la razón siempre triunfa y así será y terminaba una de sus cartas con los versos de Martí: mírame madre y por mi amor no llores”.

Muchos fueron los combates en que participó y demostró singular valentía y arroje. Su jefe en la columna NO.9 fue Filiberto Álvarez Zambrano. Entre los combates que participo se encuentra: una escaramuza en Santa Rita, contra una tanqueta, emboscada que se preparó para capturar una Micro-Onda en el lugar donde existía la Lechería Millares en Vista Alegre, Santiago de Cuba. En esta acción fueron hechos prisioneros un masferrerista y dos policías entre estos últimos iba el Moro Asef, que manejaba la Micro-Onda, Rodolfo paso a manejar esta hasta el Alto Villalón. En esta acción le fue entregada una ametralladora, las fuerzas enemigas trataban de romper el cerco que por tercera vez tendrían alrededor de Santiago de Cuba. En varias ocasiones participó en las incursiones que se hicieron en el cuartel del Caney, al cual tirotearon.

Participó en el combate de la Toma de La Maya, donde fue enviado como refuerzos, al igual que en San Luis. Participó en la batalla de Wilson, cerca del Cristo y fue esta batalla encarnizada donde cayó Evelio Rodríguez Cúrvelo e hirieron a los hermanos Vásquez, también participó en varias ocasiones en la Curva de la S. donde recolectaron víveres y ropas para los compañeros.

Muerte

El 23 de noviembre de 1958, cayo Rodolfo en el combate por la toma del cuartel del Cristo, su cadáver fue recogido por los compañeros y sepultado en el Alto del Escandell, donde hay un Monumento que perpetua su memoria. Después del triunfo de la Revolución sus restos fueron trasladados al cementerio de Maffo. Una manifestación de duelo presidio aquel acto patriótico.

Fuentes