Salto con pértiga

Salto con pértiga
Evento de Atletismo
Salto con Pértiga (Small).jpg
Evento específico de atletismo
Fecha de comienzo:1850
Lugar:Lancashire, Bandera de Inglaterra Inglaterra

Salto de Pértiga. Es una especialidad del atletismo enmarcada dentro de las pruebas de campo, consiste en superar la mayor altura posible por encima del listón, para ello el atleta se ayuda de una pértiga, (flexible) - en la actualidad de fibra de vidrio - que puede tener una longitud de hasta 4.9 metros.

Historia

En diferentes culturas de la antigüedad se usaban garrochas o pértigas para superar diferentes obstáculos, entre los que se citan, bajar montañas y vadear ríos, más para alcanzar distancia que vencer una altura.

En España existen pinturas, de Francisco de Goya, y de Pablo Picasso, los cuales reflejaron en los lienzos y dibujos, los saltos, habituales, en aquellos tiempos, utilizados por los toreros en todas las plazas de toros de la península ibérica

El surgimiento del salto con pértiga que conocemos en la actualidad, ha sido establecido sobre el año 1850, cuando los miembros del Cricket Club de Ulverston, ciudad ubicada en Lancashire, Inglaterra, crearon un concurso de running pole leaping que, por la espectacularidad y emoción, se hizo popular entre los pobladores de esa localidad.

Características

El evento consta de, carrera de impulso, despegue, vuelo y caída; al término de la carrera de impulso, se coloca la pértiga en la cajuela para iniciar el despegue vertical con la máxima potencia, donde se ponen de manifiesto, la velocidad, la fuerza y la elasticidad.

Para que un salto sea válido, el atleta debe superar la altura marcada sin derribar dicha barra o listón.

Los saltadores disponen de tres intentos para superar cada altura, que va aumentando según lo establecido en el reglamento, en caso de tres saltos nulos consecutivos, el competidor quedará eliminado, es declarado vencedor, el que supere una mayor altura.

Evolución

Las pértigas han ido evolucionando desde la aparición de esta especialidad hasta la actualidad, siendo estas en los inicios rígidas y pesadas, tenían clavos en la base que permitían al atleta trepar durante unas décimas para superar el listón.

Por tal motivo los saltadores eran denominados trepadores o climbers, siendo uno de los más famoso el profesional inglés Robert Musgrove, el primero en superar los tres metros, con 3.05 en 1854, este atleta llega a saltar 3.35 metros bajo techo en 1867, mientras que entre los amateurs destaca Edwin Woodburn quien salta 3.3782 metros en una competencia celebrada en Ulverston en 1876.

El inglés Robert Musgrove

Los estadounidenses desarrollaron un estilo muy similar al actual propulsándose violentamente con la garrocha para saltar por encima del listón, uno de los pioneros es William van Houten, campeón de Estados Unidos de 1879 a 1881, quien salta 3.33 metros en 1880.

El sucesor Hugh Baxter, titular de 1883 a 1886, salta 3.48 en 1887, marcas inferiores a las de los trepadores británicos, se plantea que Baxter fue el primero en saltar con pértigas de bambú aunque volvió a las de madera.

El mejor saltador inglés de esa época era Tom Ray que, entre 1879 y 1888, elevó el record mundial desde 3,42 metros hasta 3,556 metros, marca no ratificada por la AAA por haber sujetado el listón. Este atleta fue siete veces campeón inglés, en 1887 se enfrenta a los estadounidenses y los vence en el campeonato de la AAU en New York con 3,37 metros ante el asombro de de los técnicos locales.

El inglés Thomas Ray

En 1889 otro saltador inglés, Lat Stones, derrota a los norteños, lo que lleva a la AAU a especificar en las reglas que "...ningún competidor puede, durante el salto, desplazar ninguna de sus manos hacia arriba a lo largo de la pértiga, una vez ha dejado el suelo...".

El último saltador inglés destacado es Richard Dickinson, quien logra cinco títulos de la AAA inglesa y establece el último récord mundial con el estilo trepador, con 3.5814 metros en 1891. En lo adelante esta especialidad se estanca en Inglaterra, motivada además el accidente mortal de un saltador en una competición estudiantil, la prueba es excluida durante décadas de los programas del atletismo escolar y universitario británicos.

Los mejores saltadores estadounidenses de la década de 1890, como Walter Rodenbaugh con 3.49 metros, Christian Buchholz con 3.44 o Franklin Allis con 3.39 metros, estaban en torno a 3.35 a3.45 metros.

En 1898 el estadounidense Raymond Clapp, logra superar a los ingleses, salta el 16 de junio de 1898 en Chicago 3.62 metros, considerado el primer récord mundial con la técnica correcta.

Evolución de las pértigas

Desde los inicios el material, la longitud y el peso de las pértigas no han estado reglamentados, lo que ha permitido realizarles mejoras considerables, hasta 1900 las pértigas eran de madera, fundamentalmente de pino fresno o castaño.

Poseían un diámetro grande, siendo difíciles de manejar, luego se generaliza la pértiga de bambú, con este implemento el estadounidense Cornelius Warmerdam saltó hasta los 4.77 metros en 1942.

A partir de 1943 aparecen las pértigas de aluminio, más ligeras, pero en 1948 los suecos construyen una pértiga de acero flexible que reemplaza definitivamente a la pértiga de bambú.

Ante la evolución del resto de los componentes e implementos del atletismo, la pértiga que ya tenía una cierta flexibilidad, motiva el estudio de nuevos materiales, para hacerla más flexible, lo cual se consigue con la fibra de vidrio y carbono.

En 1961 aparece la pértiga de fibra de vidrio que provoca toda una revolución en la especialidad con continuos saltos sobre los 4.78 metros

A principio de la década de 1970 irrumpe la pértiga de fibra de carbono, que da un nuevo impulso a esta especialidad con destaque para los atletas europeos, en especial el alemán Wolfgang Nordwig con dos récords mundiales y título olímpico incluido.

En Juegos Olímpicos

El salto con pértiga se inicia en la cita de Atenas, Grecia en 1896, siendo el estadounidense William Hoyt el triunfador con 3.30 metros, le sigue el también norteño Albert Tyler con 3.20, mientras que los griegos Evangelos Damaskos y Ioannis Theodoropoulos compartieron la tercera plaza con 2.60 metros.

El sexo femenino lo hace en los juegos de Sydney, Australia en el 2000, con triunfo de la estadounidense Stacy Dragila, 4.60 metros, segunda es la australina Tatyana Grigorieva con 4.55 y tercera la islandesa Vala Flasadottir con 4.50 metros.

En Campeonatos Mundiales

Debuta en la cita inicial celebrada en Helsinki, Finlandia en 1983 y resulta triunfo del polaco Tadeusz Slussarski con salto de 5.55 metros, le siguen el brasileño Thomas Hintnaus y el francés Patrick Abada, ambos con 5.50 metros.

El sexo femenino lo hace desde la edición realizada en Sevilla, España en 1999, evento donde vence la estadounidense Stacy Dragila con 4.60 metros, segunda es la ucraniana Anzhela Balakhonova con 4.55 y tercera la australiana Tatyana Grigorieva con 4.45 metros.

Los récords mundiales

El ucraniano Serguey Bubka, actual recordista mundial

El primer récord mundial reconocido por la IAAF, data del 1 de junio de 1912 en Filadelfia, Estados Unidos, cuando el local Robert Gardner, salta 3.98 metros, siete días más tarde otro estadounidense, Marc Wright, salta en Cambridge, 4.02 metros.

Para superar la berrera de los 5.00 metros hay que esperar 51 años, el 27 de abril de 1963 el estadounidense Brian Sternberg los franquea en Filadelfia, mientras que los 6.00 metros fueron superados el 13 de julio de 1985 en Paris, Francia por el ucraniano Serguey Bubka.

El actual récord mundial está en poder de Serguey Bubka con 6.14 metros, implantado el 31 de julio de 1994 en Sestriere, Italia, es precisamente Bubka el autor de la mayor cantidad de cuotas mundiales al aire libre con 17 topes.

En el sexo femenino, la primer recordista es la china Zhang Chuzhen con 4.05 metros, logrados el 10 de agosto de 1991 en Guangzhou, China.

El primer salto sobre los 5.00 metros lo conquista la rusa Yelena Isinbayeva, el 22 de julio del 2005 en Londres, Inglaterra.

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