Sapo de concha
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Sapo de concha o guasábalo. También se le conoce guasábalo de sabana y sapito cuevero. Es considerado la especie más original debido a sus características y hábitos. Tiene la costumbre de construir cuevas muy profundas con sus patas traseras que están provistas de cayos durísimos, a manera de pezuñas, que son perfectas herramientas cavadoras.
Sumario
Utilidad de la galería
El guasábalo se introduce en el agujero excavado en el suelo arcilloso, de origen pantanoso, retrocediendo hasta el fondo, así descansa en las estrechas paredes cilíndricas.
La galería vertical puede medir aproximadamente de 120 a 150 mm. de profundidad y un diámetro que permita su desplazamiento hasta el fondo, donde se ensancha para su comodidad, la cabeza del animal actúa de tapa del orificio que lo tapa por completo.
Descripción
El dorso es de color verdoso, veteado de amarillo en los lados, con una faja de color olivo claro y reflejo amarillento, desde la cabeza hasta cerca de la cloaca.
Las patas traseras, que poseen membranas interdigitales, tienen bandas de color pardo oscuro verdoso por encima. Tiene la garganta y el vientre blancos con algunas manchitas pardas claras.
Alcanza 80 mm. de largo. Las hembras son ligeramente mayores que los machos, dimorfismo sexual.
Hábitat
Se le encuentra en Pinar del Río, Matanzas, Ciego de Ávila, Las Tunas, el occidente de Holguín e Isla de la Juventud, sobre todo en terrenos bajos.
Reproducción
Esta especie es ovípara. Se reproduce por huevos en el período lluvioso de mayo a agosto.
Alimentación
Se nutre de escarabajos y otros insectos, chinches acuáticas, arañas y pequeños crustáceos de agua dulce.
Curiosidad
Si una persona se acerca silbando a su cueva, saca la cabeza, atraído por ese sonido.
Fuentes
- Fernández Ricardo, Luis H, “Maravillas de la Zoología, Anfibios 1", Editorial Academia. 2006
