Terry Fox
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Terrance Stanley Fox (Terry Fox). Joven canadiense al cual hubo que amputarle su pierna derecha a causa de un cáncer, motivo este que lo impulsa de forma valiente a realizar una carrera, a través de toda Canadá, para recolectar fondos que ayudarían a financiar las investigaciones sobre esa aterradora patología. Es símbolo y un ejemplo de las mejores cualidades de los seres humanos ya que decide luchar no por él mismo, sino por aquellos que en el futuro sufrirían de esta terrible enfermedad.
Sumario
Datos biográficos
Infancia y juventud
Nace el 28 de julio de 1958, en Winnipeg, Manitoba, Canadá, pero creció en Port Coquitlam, Columbia Británica, en la costa oeste de Vancouver.
Desde chico fue incentivado por sus padres, Rolly y Betty, a la práctica de deportes. En el básquet se formó como deportista, durante esos 19 años vivió una vida similar a la de cualquier joven. Pero en 1977, los dolores en su pierna derecha, lo obligaron a dejar la actividad, los médicos le detectaron un tumor maligno (Sarcoma Oseogénico - cáncer en los huesos).
De la noche a la mañana, todo cambió para Terry. Los médicos tuvieron que amputarle la pierna por encima de la rodilla. Mientras se encontraba bajo el tratamiento de quimioterapia en el hospital, se siente afectado por el enorme sufrimiento infligido por la enfermedad, en aquella sala de oncología, y expresa que (en sus propias palabras): "…En algún lugar el sufrimiento debe detenerse..."
La agresividad del tratamiento no bajó sus defensas, sino que las potenció. Los primeros estudios, le dieron a Fox un 15% de posibilidades de vida. Pero al poco tiempo, a través del desarrollo de la medicina, su esperanza de vida había crecido al 50%.
Esa fue la inyección anímica que Terry necesitaba para comenzar con su cruzada. En agosto de 1979 se inscribe en la maratón de Prince George. A pesar de contar con una precaria pierna ortopédica, y los dolores que le causaba andar, completa el recorrido y prende su pasión.
Es así como el 12 de abril de 1980 inicia la carrera, en St. John’s, Newfoundland (situado en el extremo este de Canadá), en la que intenta cruzar el país, de océano a océano, sólo con una pierna y una prótesis que, a cada kilómetro recorrido, se deterioraba. Carrera esta que ha llegado a ser famosa mundialmente e interpretada en la pantalla cinematográfica con la participación de Robert Duvall.
Muerte
Durante 143 jornadas recorre un promedio de 42 km diarios, pero lamentablemente el 1 de septiembre de 1980, a la altura de Thunder Bay, Ontario, a la mitad de su recorrido programado, y luego de haber vencido 5 373 km, tuvo que ser hospitalizado, un fuerte dolor en el pecho le impedía respirar con normalidad, pues el cáncer había alcanzado sus pulmones.
Muere el 28 de junio de 1981, a los 22 años de edad, en un hospital de la localidad de Port Coquitlam, Columbia Británica, Canadá, luego de que los tratamientos no dieron resultado.
En su honor, el gobierno canadiense decretó duelo nacional e izó la bandera a media asta. Desde ese año cientos de carreras se organizan, anualmente, en Canadá y en más de 50 países.
Luego de su deceso, en breve tiempo, es convertido en un verdadero héroe canadiense. En el 2004 sus compatriotas lo reconocieron como una de las figuras más destacadas de la historia de su país.
Hazaña como atleta
Terry Fox se encuentra entre los atletas cuyas hazañas han trascendido al deporte. Lejos de sentarse a llorar su desgracia, encontró las fuerzas necesarias para iniciar ese largo recorrido por Canadá. A pesar de su prótesis, de las inclemencias del tiempo y de la incomprensión inicial de algunos, Terry siguió adelante y fue ganando adeptos a su causa.
Inspirado por Dick Traum, el primer amputado en completar la Maratón de Nueva York, es que comienza ese 12 de abril de 1980 la acción solidaria que conmovió a todo Canadá. El objetivo era recaudar un millón de dólares para el estudio de la enfermedad. Él le da el nombre de “Maratón de la Esperanza”.
Lleno de entusiasmo y optimismo, hunde su prótesis en las aguas de San Juan de Terranova, en el Océano Atlántico, ceremonia con la que dio comienzo a una larga jornada que lo debía llevar hasta el extremo occidental del vasto territorio canadiense. Allí, en las oscuras aguas del Pacífico, sumergiría nuevamente su prótesis, hecho este que no pudo materializar. En el lugar desde donde comienza su proeza hay un monumento que lo recuerda.
A medida que pasaban los kilómetros, su historia se fue difundiendo y cada vez más personas lo acompañaron. Su hermano, Darrell, lo acompañaba desde una camioneta. Día tras día se levantaba y comenzaba el recorrido de aproximadamente 42 kilómetros. Corría para recaudar fondos que ayudaran a financiar las investigaciones sobre el cáncer y para mostrarle al mundo que era posible enfrentarse a este y salir victorioso.
Un año después de su muerte, gracias a su ejemplo, cada ciudadano canadiense donó al menos un dólar para la lucha contra el cáncer. Es considerado uno de los canadienses más influyentes del siglo XX.
Homenaje a su hazaña
La hazaña de Terry Fox ha sido honrada de varias maneras:
- Fue nombrado Caballero de la Orden de Canadá.
- Se emitió un sello postal a su memoria.
- Numerosas escuelas, fundaciones y programas humanitarios llevan su nombre.
- Uno de los picos de las Montañas Rocosas de la Columbia Británica también lleva su nombre.
- Se filmó una película sobre su vida.
- Se erigió el Memorial Terry Fox de Thunder Bay.
- Poco después de su fallecimiento se crea la Carrera Terry Fox, que se ha extendido a más de 100 países en el mundo y que, además de recaudar fondos para la lucha contra el cáncer, intenta llamar la atención sobre la proliferación de distintos tipos de cáncer que afectan a la humanidad. Este es el homenaje más extendido que se le ha hecho.